Sistema Educativo Mexicano

No obstante de todo lo que se escucha y se lee del sistema educativo mexicano; no todo está perdido, ni abandonado, ni olvidado; ya que se han compensado con el tiempo con políticas de expansión que abarquen el país, durante décadas se han dedicado al análisis educativo; pero es necesario que consideren hasta donde se puede con las políticas propuestas; no hay que olvidar que una política de índole educativo va a hacer referencia al conjunto de decisiones y acciones tomadas con el propósito deliberado de cambiar los insumos procesos y productos de un sistema educativo.

Parecería contradictorio lo que se mencionó anteriormente ya que las decisiones que han sido tomadas para una reforma educativa siempre han dejado en el olvido los recursos que encabezan todo sistema educativo; tal es el caso de los humanos, los materiales y financieros, donde este último tal parece que importa más a las autoridades educativas dejando a un lado los dos primeros.

Un poco de historia nos lleva a recordar los comienzos de los tipos de escuelas tales como; la escuela nueva, la escuela tradicional, la escuela tecnocrática; donde se cuestionaba la enseñanza y los sujetos que estaban frente a ella, centrándose principalmente en cómo se tenía que enseñar para que el alumno aprendiera aquello que el programa marcara; todo esto se ha quedado en el olvido y hoy se ha convertido en cambiar todo aquello que “tiene equilibrio” es decir la configuración de insumos, procesos o productos.

En México se han planteado reformas educativas; consideradas como la barita mágica para que se arregle todo aquello que ha salido mal en los pasados años y que es necesario abatir. Una reforma educativa trae consigo intervenciones políticas, propuestas que son conducidas desde arriba.

Una reforma educativa que se hizo muy presente en México fue la que se hizo en el año de 1993; con un gran auge en la educación primaria y con una fuerte fundamentación pedagógica, psicológica y sociológica que dejaba mucho que desear entre los docentes que ponían en práctica las propuestas de dicho programa. Se hacía presente el sujeto como actor de todo este embrollo de propuestas; sin embargo este sujeto/actor si constituía un elemento fundamental en el sistema educativo y que tuvo representación en la carta magna, para precisar en el artículo 3° de nuestra constitución; donde se mencionaba la obligatoriedad de la educación básica y que allí se consideraba la educación secundaria como obligatoria; ya que antes sólo se pensaba en el logro de la universalidad de la educación primaría y por lo tanto era el único nivel obligatorio hasta antes de 1993.

Con el paso del tiempo se realizaron más propuestas; tales como la ampliación del calendario escolar que paso a 200 días efectivos de estar en clases; se realizaron diversas propuestas como introducir nuevos esquemas para la promoción laboral de los maestros como es el caso

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