ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Socioalizacion


Enviado por   •  5 de Junio de 2013  •  1.873 Palabras (8 Páginas)  •  241 Visitas

Página 1 de 8

SOCIALIZACION

Toda sociedad, en tanto creación del hombre que tiene existencia objetiva, debe ser internalizada por los individuos que la componen. Dicho en otros términos, para que un individuo forme parte de una determinada sociedad es necesario un proceso formativo mediante el cual se aprenden, se interiorizan, los elementos que definen la participación en dicha sociedad (lenguaje, esquemas de conductas, esquemas legitimadores, etc.). Desde este punto de vista la educación es socialización y, como tal, constituye un fenómeno necesario en toda estructura social que pretenda perdurar. De allí que las características más relevantes del proceso de socialización se pongan de manifiesto en la transmisión intergeneracional y que asuman un carácter necesariamente reproductor. Sin embargo, un análisis más minucioso de los contenidos y de las formas que asume este proceso permitirá apreciar la complejidad del problema involucrado en esta caracterización general.

Berger y Luckman (1968), en una obra imprescindible para el análisis del proceso de socialización, señalan la existencia de dos fases diferentes: la socialización primaria (que el individuo atraviesa en la niñez y a través de la cual se convierte en miembro de la sociedad) y la secundaria (que se refiere a cualquier proceso posterior que induce al individuo a interiorizar sectores particulares del mundo objetivo de la sociedad).

En el más alto nivel de generalidad (es decir, válido para cualquier estructura social) puede sostenerse que los rasgos definitorios de la socialización primaria son los siguientes:

a) La socialización primaria transmite contenidos cognitivos que varían de una sociedad a otra pero que fundamentalmente, comprenden el aprendizaje del lenguaje y, por su intermedio, el aprendizaje de diversos esquemas motivacionales e interpretativos de la realidad así como los rudimentos del aparato legitimador de la validez de dichos esquemas.

b) Este aprendizaje se efectúa en condiciones peculiares que lo diferencian del resto de los aprendizajes posteriores. Dichas condiciones se definen básicamente por la presencia de un alto componente emocional afectivo que otorga a estos aprendizajes una sólida firmeza en la estructura personal del individuo. La presencia de este factor determina que la modificación posterior de los contenidos aprendidos en la socialización primaria resulte muy difícil de obtener. En realidad, la efectividad de todo aprendizaje posterior dependerá en gran medida del ajuste que tenga con respecto al primario.

c) En virtud de lo dicho hasta aquí puede deducirse que la socialización primaria permite al niño internalizar el mundo de los “otros”, pero ese mundo no constituye una posibilidad entre otras sino que se le presenta como el único que existe y que puede concebirse. Sin embargo la realidad social objetiva presentada en esta fase de la socialización sufre dos tipos de modificaciones o de “filtros”: el primero de ellos proviene del lugar que ocupan los adultos en la estructura social y el segundo deriva de la “idiosincrasia” personal de los agentes socializadores. En este sentido, Berger y Luckman han sostenido que, por ejemplo, un niño de clase baja no solo absorbe el mundo desde una perspectiva de clase baja, sino que también lo hace con “la coloración idiosincrásica que le han dado sus padres” (Berger-Luckman, 1968, págs. 166-7).

En este mismo nivel de generalidad, la socialización secundaria puede ser definida como el proceso por el cual se internalizan “submundos institucionales” cuya mayor o menor complejidad deriva del grado alcanzado por la estructura social en la división del trabajo. Cada “submundo institucional” supone un cierto lenguaje especifico, esquemas de comportamiento y de interpretaciones más o menos estandarizadas y concepciones particulares destinadas a legitimizar las prácticas habituales.

A diferencia de la socialización primaria, los aprendizajes efectuados en esta fase no implican necesariamente una carga afectiva o emocional intensa. Los agentes socializadores actúan en función de su rol, pero con un alto grado de anonimato e intercambiabilidad. Por ejemplo, el mismo conocimiento puede ser enseñado por un maestro o por otro y sus contenidos asumen una firmeza mucho menor (y, por lo tanto, una mayor posibilidad de modificación y reconversión).

Sin embargo, el problema central de toda socialización secundaria consiste precisamente en que actúa sobre un sujeto ya formado y que todo nuevo aprendizaje exige un cierto grado de coherencia con la estructura básica. En este sentido, el proceso de socialización secundaria debe apelar continuamente a reforzar dicha coherencia para garantizar mayor efectividad en el aprendizaje. Ese refuerzo consiste, por lo general, en dotar a los nuevos aprendizajes de un carácter afectivo y “familiar” tan intenso como la definición institucional del aprendizaje lo determine. Así, por ejemplo, la escuela primaria trata permanentemente de presentar sus contenidos y sus agentes socializadores como muy cercanos a la realidad familiar.

El proceso de socialización nunca permite interiorizar la totalidad de la realidad social existente. En este sentido, cada individuo tiene acceso a una parte más o menos importante según el tipo de estructura social y su ubicación dentro de ella. Desde esta perspectiva, el proceso de socialización reproduce la estructura de distribución social del conocimiento existente en la sociedad y, con ello, materializa en el plano cultural y simbólico la reproducción de las relaciones sociales globales. El concepto de distribución social del conocimiento es un concepto central para analizar la estructura interna del sistema educativo y la composición de sus integrantes. Aplicado al caso de América Latina, podrían señalarse esquemáticamente tres rasgos principales. En primer lugar, un sector importante de población no tiene acceso al sistema educativo, con lo cual su cuota de participación en la distribución social del conocimiento lo coloca en una situación de marginalidad que materializa, en el plano cultural, su marginalidad social y económica. En segundo lugar, las características del proceso de socialización permiten sostener que los niños que acceden

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (12 Kb)
Leer 7 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com