Teoría Del Cielo
Enviado por deissualp • 11 de Noviembre de 2014 • 1.290 Palabras (6 Páginas) • 236 Visitas
¿Que como es el cielo?
¡No se imaginan! Yo lo visite, estuve ahí, vi aquello que otros nunca jamás se podrán imaginar.
La mezcla de colores infinitos más gratificante que el aura polar, los senderos más hermosos y la cúpula de ángeles que jamás podrás descubrir en otro lugar, solo aquí en el cielo, que es en donde a veces me escapo un momento para sentir algo de paz, para respirar sin presión y para dormir sin pastillas.
¿Es irónico saben? Jamás creí encontrar un lugar así, lejos de tanto, lejos de todo, lejos de hasta de mí mismo, de lo que era, de lo que soy, cuando entras en aquel lugar dejas todo, entras siendo nadie para convertirte en alguien perfecto y maravilloso, allí también se construye pero se trabaja diferente, más rápido casi al ritmo del pensamiento, podrás imaginarte metrópolis completas porque es un lugar inmenso, no hay límites, no hay divisiones ¡no hay reglas! Porque ya eres sabio y entonces entiendes a la perfección que todo es excelencia y santidad, no me se los nombres de todos quienes habitan allí, pero por alguna extraña razón los saludo como si fueran mis hermanos, porque aquí los vínculos sanguíneos no existen, ni apellidos tampoco, es una fuerza motriz que sientes cada vez que te encuentras con alguien y el deseo y la dicha que te da al abrazarlo y sonreírle, la paz que se siente no la imaginaras nunca, solo aquí.
Cada cosa es diferente jamás encontraras algo igual en aquel lugar, todo es a base de claridad, de luz, de color, de plenitud ¡este lugar es maravilloso!
Me recuerdo siendo muy joven viajando por todo el mundo conociendo maravillosos lugares y parajes en donde decía que era como estar en el cielo, pero en aquel entonces no tenía ni idea de lo que podría llegar a ser el cielo, y aun dudaba de su existencia.
Visite Europa y Asia, vi una arquitectura espectacular y antigua. Pase por el Puente Gálata y fotografié cada detalle saciando mi curiosidad, estuve en las mejores playas de todo el sudeste asiático, con la arena blanca y un mar color azul turquesa intenso con una cantidad de islas rocosas que salpicaban con el soplo del viento dando así un tono pintoresco y placentero que refrescaba a cada imagen que mi memoria lograba captar; pero ni recorriendo el mundo podía llenar aquel vacío, aquella inquietud, aquel deseo de saber que la vida va más allá y que la muerte solo existe para quienes no se han tomado la molestia de ver más y de abrir los ojos en un mundo farsante como el de ahora. Siempre supe que tendría que existir algo mejor solo que mis sospechas eran ciertas ese algo mejor no podía ser de este mundo, estos lugares solo son paisajes falsos, son como réplicas de un arte hecho a bases de pinturas bajas, que se destiñen con cualquier toque.
Ahora hablando de mí, pienso que para ser colombiano tuve muchos privilegios hijo de padres europeos y nacido en este país por la voluntad del señor del cielo, dedicado a mis estudios de antropología en la universidad de Harvard, especialista en antropología biológica, que se dedica a analizar la diversidad del cuerpo humano tanto en el pasado como en el presente estudiando también su evolución y sus diferencias. Algo a lo que me llevo a descubrir que a medida que transcurre el tiempo, nos volvemos más primates, es decir del viejo mundo, sin razón ni conciencia con la única diferencia de que poseemos armas que en aquel entonces era una locura imaginar, como imaginar ahora que existe otro mundo llamado simplemente cielo.
No era muy esclavo a mi trabajo, pero si me
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