Todo sobre Como hacer una planeacion argumentda

INTRODUCCION.

El que hacer del docente no es una tarea sencilla, ni equiparable con otra profesión, el doctor indica la receta al paciente sin oportunidad de oponerse, ya que lo que indique es lo que se hace, el ingeniero presenta el diseño y se hace tal cual, pero el docente no puede ni debe  hacer lo que se le plazca, sin tomar en cuenta al alumno, debe de escucharlo y saber que pedagogía aplicar con él, en que momento, tomando en cuenta las características generales y particulares del grupo de alumnos, para lograr un éxito el profesor tendrá como encomienda el procurar un tacto educativo, que le hare estar más cerca el alumno, conocerlo más y saber la didáctica que ayudara al alumno a adquirir conocimientos.

El tacto es una herramienta que el profesor deberá tener implícita en su didáctica de trabajo y que pueda utilizarla de la mejor manera en el momento indicado. Una clase tiene inherente muchos imprevistos, que de no ser controlados puedan distorsionarla, por consecuencia desinteresar a los alumnos y no conseguir el propósito.

Los actos de desinterés de los niños y la poca disposición que tienen hacia la clase del profesor, conlleva a un problema; este puede ser familiar, de sociedad o un problema escolar ya sea de tipo económico o de tipo moral, en estos casos el profesor tiene la obligación de inmiscuirse en esa situación de la mejor manera, llevando el problema con inteligencia, y cautela, actuando en el momento apropiado para apoyar al individuo a solucionar y calmar su preocupación

El tacto y la enseñanza mantienen estrecha relación, puesto que el aprendizaje será de calidad, en la medida en que el profesor utilice las estrategias, el material y mantenga una organización de la clase, lo cual se puede obtener, utilizando la competencia didáctica y el tacto.

La solicitud y el tacto pedagógico son las habilidades conscientes que permiten a un profesor actuar de manera improvisada en las situaciones educativas que siempre están cambiando y que enfrentara ante un grupo de alumnos los cuales tendrán poca relación entre sí ya que existirá  una gran diferencia entre sus gustos y sobre todo en la manera de aprender.

El profesor está siempre sometido al reto de dar una forma positiva a situaciones imprevistas que lo sorprenden durante la sesión. Deberá tener la  capacidad de ver las posibilidades pedagógicas en los incidentes ordinarios, y convertir aparentemente los incidentes sin importancia en significación pedagógica, ya que a partir de ellos el docente adquiere el conocimiento real, pues es vivencial, parte de una realidad y será permanente.

Si el docente logra hacer lo correcto se dice que está en un momento pedagógico pues acertó en la forma de orientar al  niño y llevarlo al proceso de asimilación y fijación del conocimiento.

En nuestra convivencia con los niños, nunca, o muy rara vez, es posible llevar a cabo una acción con precisión técnica o mecánica. Más bien en la convivencia pedagógica con niños primero actuamos y luego confiamos en haber actuado de manera acertada guiándonos por nuestro instinto el cual se basa en las experiencias adquiridas a lo largo de la formación docente

El profesor deberá de tener una enorme empatía, estar en el lugar del niño imaginarse que él es quien recibe la clase, todo ello para no alejarse y permanecer en una esfera aparte de la realidad del niño, que de no hacerlo provocara una ausencia de pedagogía ya que no se basara el diseño instruccional en lo que el niño necesita, lo que demanda el siglo XXI.

El enfoque del docente deberá ser el niño en todo su contexto, porque a partir del alumno  partirá la pedagogía que se debe utilizar, de su contexto que es el auxiliar más importante en el proceso de enseñanza aprendizaje.

¿Cómo se manifiesta el tacto Pedagógico?

El tacto pedagógico se manifiesta principalmente como una orientación consciente en cuanto a la forma de ser y actuar con los niños. Existen varias maneras de describir cómo se manifiesta el tacto en nuestra forma pedagógica de ser y actuar, como se puede poner en evidencia.

En muchas ocasiones como maestros nos damos cuenta que nuestros alumnos no entienden o comprenden ciertos conceptos o carecen de ciertas habilidades, no intervenimos, dándonos por igual que aprendan o no, seguimos avanzando con nuestro programa no interviniendo, ni preocupándonos en hacer algo para evitar esta situación, creemos que con pararnos en frente ya estamos enseñando a nuestros alumnos.

Es muy común que como maestros le reprochamos al alumno la falta de cumplimiento dentro del aula, la falta de interés, pero realmente no nos involucramos a investigar el porqué de esa situación, el de ir más allá, nos cerramos a la manifestación o a la experiencia que está viviendo el estudiante en ese momento, les negamos la amistad y la confianza para que ellos expresen lo que sientes o simplemente los problemas que tienen en casa, por lo que es importante que como docentes tengamos la atención necesaria hacia esos alumnos.

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