Transtorno Negativista
Enviado por DavidJCL • 11 de Enero de 2012 • 949 Palabras (4 Páginas) • 519 Visitas
Trastorno pasivo-agresivo de la personalidad
(Trastorno negativista de la personalidad)
Historia
Este trastorno está considerado dentro del “trastorno de la personalidad no especificado” ya que “el patrón de personalidad del sujeto cumple el criterio general para un trastorno de la personalidad, pero se considera que el individuo tiene un trastorno de la personalidad que no está incluido en la clasificación.
Todo lo relacionado a este trastorno por el momento es muy limitado, actualmente se encuentra en el Apéndice del DSM IV de “Criterios y ejes propuestos para estudios posteriores”, y sólo nos incluye una base para el estudio e identificación de este trastorno.
Características diagnósticas
La característica esencial de este trastorno es un cuadro permanente de actitudes de oposición y resistencia pasiva ante las demandas adecuadas de rendimiento social y laboral, que se inicia al principio de la edad adulta y se refleja en multitud de contextos. Este patrón de comportamiento no aparece exclusivamente en el transcurso de episodios depresivos mayores y no se explica mejor por la presencia de un trastorno distímico. Estos individuos acostumbran a mostrarse resentidos, llevan la contraria y se resisten a cumplir las expectativas de rendimiento que los demás depositan en ellos. Esta actitud de oposición suele ponerse de manifiesto en el trabajo, aunque también aparece en las relaciones sociales. Esta actitud de resistencia se traduce en aplazamientos, descuidos, obstinación e ineficiencia intencionada, sobre todo como respuesta a las tareas que sus jefes les encomiendan. Estos individuos sabotean los esfuerzos de los demás, ya que no cumplen su parte del trabajo. Por ejemplo, un ejecutivo tiene una reunión al día siguiente, para lo cual encarga la revisión de cierto material a uno de sus subordinados. Éste extraviará o archivará incorrectamente el material en vez de aducir que no ha tenido el tiempo suficiente para revisarlo. Las personas que presentan este trastorno suelen sentirse estafados, despreciados e incomprendidos, y se pasan todo el día quejándose de los demás. Cuando surge algún problema, lo achacan a los defectos de quienes les rodean. Algunos se muestran huraños, irritables, impacientes, cínicos, escépticos, siempre dados a discutir y a llevar la contraria. Las figuras de autoridad (p. ej., cargos superiores en el trabajo, profesores de escuela, padres o el miembro de la pareja que encarna el papel de padre) suelen convertirse en el origen de su descontento. Debido a su propensión a llevar la contraria y a exteriorizar abiertamente sus críticas y acusaciones, a la mínima provocación estos individuos hacen una demostración pública de su hostilidad hacia las figuras de autoridad.
También se muestran envidiosos y resentidos hacia los compañeros de trabajo que triunfan o están bien considerados por los altos cargos, y suelen quejarse abiertamente de su mala fortuna. Su visión del futuro es negativa y suelen hacer comentarios del tipo «no vale la pena ser bueno» y «las cosas buenas no duran para siempre». Estos individuos pueden moverse entre dos extremos: o bien lanzan amenazas hostiles hacia quienes consideran el origen de sus problemas, o bien intentan apaciguar los ánimos de estas personas pidiéndoles excusas o asegurándoles que en el futuro trabajarán mejor.
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