Transtornos Psicoterapeuticos
Enviado por martca • 17 de Septiembre de 2013 • 2.012 Palabras (9 Páginas) • 335 Visitas
TRATAMIENTO PSICOTERAPÉUTICO
EN LOS TRASTORNOS DE PERSONALIDAD
1. Resumen
La Asociación Americana de Psiquiatría define en el DSMIV-TR los Trastornos de la personalidad como «un patrón persistente de formas de pensar, sentir y comportarse que es relativamente estable a lo largo del tiempo» y que «provoca malestar, déficit o dificultades significativas en las principales áreas de funcionamiento del individuo, familiar, laboral o social».
Estos trastornos son clasificados en tres grupos: Grupo A
(Paranoide, Esquizoide y Esquizotípico).
– Grupo B (Antisocial, Histriónico, Límite y
– Narcisista).
– Grupo C (Dependiente, Evitativos y
– Obsesivo-compulsivo).
–En este trabajo nos proponemos abordar qué objetivos terapéuticos, en la intervención psicológica, debemos proponernos para cada uno de los tipos de Trastorno de
Personalidad, de tal modo que sea óptimo el rendimiento terapéutico.
TRATAMIENTO PSICOTERAPÉUTICO
EN LOS TRASTORNOS DE PERSONALIDAD La prevalencia de los trastornos de la personalidad no es fácil determinar. Podría estar en un 10 % de la población general.
Pero como según su gravedad se clasifican en leves, moderados y graves, los casos leves pueden pasar desapercibidos entre la población normal. Entre los pacientes con trastornos psiquiátricos la prevalencia se estima en torno al 50 %.
La personalidad es el resultado de la interacción de factores biológicos, psicológicos y sociales. La parte biológica de la personalidad recibe el nombre de temperamento y la parte psicosocial carácter. El temperamento puede representar el 50 % de la personalidad y el carácter el otro 50 %. La relación entre el temperamento y el carácter es compleja y dinámica. El temperamento fija los límites del individuo y condiciona la experiencia que es capaz de asimilar. El carácter refleja los aspectos psicológicos del individuo, sociales y culturales. El tratamiento de los trastornos de la personalidad influye sobre el temperamento con los psicofármacos y sobre el carácter con la psicoterapia.
La Asociación Americana de Psiquiatría define en el DSMIV-TR los Trastornos de la personalidad como «un patrón persistente de formas de pensar, sentir y comportarse que es relativamente estable a lo largo del tiempo» y que «provoca malestar, déficit o dificultades significativas en las principales áreas de funcionamiento del individuo, familiar, laboral o social».
Estos trastornos son clasificados en tres grupos: Grupo A
(Paranoide, Esquizoide, Esquizotípico), Grupo B (Antisocial,
Histriónico, Límite y Narcisista),
Grupo C (Dependiente, Evitativos y Obsesivo-compulsivo).
A continuación se abordará qué objetivos terapéuticos, en la intervención psicológica, conviene proponer para cada uno de los tipos de Trastorno de Personalidad, de tal modo que sea óptimo el rendimiento terapéutico. GRUPO A: individuos excéntricos
TRASTORNO PARANOIDE
Tiene la frecuente sensación de que los demás intentan explotarle, dañarle o perjudicarle. Recuerda frases hirientes durante largo tiempo. Controla la información que da por temor a que sea utilizada en su contra. Al más pequeño desprecio o trato frío reacciona con ira desusada y contraataca con facilidad. Culpa a los demás de sus propios problemas, teniendo poca conciencia de qué dificultades acarrea su conducta. Necesita independencia y control de la relación. Desprecio acusado por el débil y dificultad para expresar ternura.
El tratamiento no suele solicitarlo el paciente, que tiende a aferrarse a sus convicciones. La mayoría de las veces el tratamiento se inicia a partir de la aparición de comorbilidad o del desencadenamiento de conflictos que desbordan las posibilidades de tolerancia del entorno.
El primer objetivo terapéutico es conseguir que el paciente se convenza de que el terapeuta quiere ahorrarle sufrimientos y ayudarle a que se adapte mejor a sus circunstancias, que pueda confiar en él. Para esto hay que empezar permitiéndole desconfiar, conviene demostrar mediante la realización de un objetivo inicial la confiabilidad del terapeuta.
El segundo objetivo terapéutico es reducir la rigidez y la inflexibilidad del paciente.
Hay que recurrir a estrategias indirectas, evitar las discusiones conceptuales, sugerir la conveniencia de probar modos menos racionales de vivir y entender la experiencia, cuestionar los principios de que los demás son potenciales enemigos, aceptar la ambigüedad. Se les debe enseñar a resolver problemas interpersonales, a aceptar sin hostilidad la crítica de los demás, a que expresen su enfado de manera socialmente apropiada y manifiesten sin reservas sus estos paciente están indicadas las técnicas de relajación, el entrenamiento en asertividad y las técnicas cognitivas de retribución.
TRASTORNO ESQUIZOIDE
Se caracteriza por la tendencia a actividades solitarias y a rehuir las relaciones estrechas, excepto del grupo familiar más próximo recela hacer amigos. La vida de estas personas se desarrolla al azar, sin objetivos definidos. Su emotividad es bastante plana. Manifiestan frialdad en las expresiones afectivas corrientes. Se muestran indiferentes a los gustos y emociones de los demás. Les gusta más observar que participar. Su inadecuación social es la causa de su aislamiento.
El principal objetivo terapéutico es incrementar las relaciones interpersonales empezando por su relación con el terapeuta como puente de acercamiento social. Pueden ayudar las técnicas de entrenamiento en habilidades sociales y las de rol-playing. Simultáneamente es necesaria la reestructuración cognitiva para promover la introspección y corregir las convicciones erróneas.
El segundo objetivo terapéutico es promover la actividad y evitar la apatía. Conviene ayudar al paciente a que se cuestione la funcionalidad del aislamiento. También es importante que perciba diferencias emocionales. Se puede llevar a cabo un plan de conductas incentivadas en las que hay que conseguir que el paciente realice una introspección y discrimine sus propias respuestas emocionales.
Existen pocos estudios controlados sobre el tratamiento psicológico del paciente esquizoide porque el porcentaje que accede a la clínica es bajo y porque el abandono terapéutico es importante en los estudios de seguimiento porque no acaba nunca de entrar en una verdadera relación o lo hace de una forma bastante apática.
TRASTORNO ESQUIZOTÍPICO
Existe un acusado déficit de socialización y dificultades para la relación interpersonal, a lo que se añaden conductas excéntricas , actitud suspicaz, interpretaciones autorreferenciales, pensamiento mágico, experiencias perceptivas inhabituales
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