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Trastorno De La Conducta Y De La Persona


Enviado por   •  6 de Abril de 2014  •  2.793 Palabras (12 Páginas)  •  241 Visitas

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Trastornos de la conducta y de la personalidad

Trastornos de Conducta Más Comunes

Rojas los llama “trastornos de conducta de la personalidad”. Es decir, características que, por estar demasiado acentuadas, se vuelven patológicas. Según un estudio hecho en 1999 por k empresa Halles y Colaboradores, alrededor del 30 por ciento de la población padece alguno de estos trastornos. Y, como si fuera poco, este tipo de “desvío” se ve reforzado en países en crisis. “Detrás de la mayoría de estas alteraciones se esconde simplemente una forma de ser inmadura, entendiendo por madurez lo que nos permite con adecuados”, explica Rojas. “Y la madurez muchas veces la genera el hecho de trabajar. Cuando el trabajo, que es una de las patas del proyecto de vida, no existe o no es digno, como está ocurriendo, hay más propensión a perder el equilibrio”.

A continuación te contamos cuáles son los trastornos de conducta más comunes que podemos padecer todas, en mayor o menor medida, de acuerdo con el momento de nuestra vida que atravesemos; y te contamos cuándo tu “raye” pasa el límite de lo normal y requiere de ayuda profesional. La idea es que puedas vivir más plenamente y dejes de luchar constantemente con vos misma.

Siempre bajoneada ¿Quién no tuvo un bajón? Cuando un tipo te deja o cuando perdés un trabajo, es normal encerrarte y sólo salir de tu casa para sacar la basura. El bajón es algo abrupto y breve, que tarde o temprano pasa. El problema se presenta cuando la depresión se transforma en una forma de estar en el mundo. Ahí, pasas de tener una depre, a ser depresiva.

Tu vida gira en torno a una mirada melancólica y pesimista. Todo lo que ves en vos es horrible, todo lo que te pasa es tremendo y cualquier mirada sobre el pasado te hace llorar. Y ni hablemos del futuro: tu lema es “mañana será peor”.

Seguramente, esta sensación te resulta familiar. En este país, nena, ser optimista es una cualidad mágica. Cada vez nos cuesta más embarcarnos en proyectos, porque a priori tenemos la “certeza” de que todo saldrá mal. Nos transformamos en seres derrotistas y poco partícipatívos. Y tenemos lo que Rojas llama “anhedonia”: una incapacidad para sentir y buscar placer, como consecuencia de esa visión escéptíca de la vida.

El error frecuente es pensar que se trata de un simple bajón. Y un error todavía peor es tomar antidepresivos por cuenta propia. Si crees que tu tristeza se prolonga demasiado o las personas que te quieren te señalan tu bajón como un problema, presta atención. La depresión es un trastorno curable a corto plazo. “El tratamiento en los trastornos de conducta debe apuntar a que el pariente aprenda a no distorsionarla realidad y ser más lógico en la elaboración de ideas”, explica Rojas. Este trastorno es muy común. Pero, si crecer hacia afuera cuesta, entonces hay que intentar crecer hacia adentro y realizar actividades que puedan traer gratificaciones internas”.

Todos me persiguen Tu última relación se cortó porque él se fue con otra. Quedaste destruida, pasaste por una tremenda etapa depresiva, y ahora que volviste a las pistas, no podes evitar tu paranoia: cualquier tipo que conozcas es un potencial embaucador. Lees todos sus actos como signos de alerta. Si te da el número de su celular, pensás que está de trampa. Si te invita a comer a un lugar oscuro, supones que quiere esconderte. Y así hasta que tu resentimiento por la relación pasada termine de cicatrizar.

Esta historia, o cualquier otra que se le parezca, es normal. El trastorno surge cuando toda tu vida -emocional, laboral, familiar- se estructura sobre un pensamiento paranoico. Los perseguidos tienen tres rasgos muy fuertes: desconfianza, una elevadísima conciencia de sí mismos y la incapacidad de perdonar u olvidar pequeños incidentes (que a menudo se sobredimensionan).

En ese estado, cualquier cosa que te hagan o digan será malinterpretada. O sea: si alguien te dice “te quiero”, lo primero que pensás es: “Seguro que me está por dar una mala noticia “.Y como el mundo te resulta tan hostil, terminas aislándote de todo. Claro que la soledad no colabora: conforme pasas más tiempo encerrada, más paranoica te volvés. ¿Conclusión? Te transformas en la versión 2002 de Robinson Crusoe.

Si éste es tu caso y te decidís a empezar por tus trastornos de conducta un tratamiento psicológico, lo ideal es buscar un terapeuta que realmente te caiga bien. No te conformes con el primero al que te derive tu obra social. Pedí cambio si el especialista no te va. Porque si no sentís confianza, desde el primer momento, tu terapia no va a avanzar.

2. Conductas Extrañas o Excéntricas.

Trastorno paranoide de la personalidad.

Las personas que padecen un trastorno paranoide de la personalidad presentan varias características notorias:

• Sentimientos injustificados de sospecha y desconfianza hacia otras personas.

• Hipersensibilidad.

• Expectativa, sin justificación suficiente de que otras personas explotaran y dañaran al individuo;

• Una tendencia a encontrar significados ocultos o mensajes amenazantes en conductas o sucesos inofensivos (por ejemplo, sospechar que un vecino saca la basura temprano para molestarlo).

Rasgos clínicos del trastorno de la personalidad de la personalidad paranoide. Una persona que tiene varias de estas características se puede considerar que padece un trastorno de la personalidad paranoide.

• Espera, sin bases suficientes, que los demás lo exploten o dañen.

• Pone en duda, sin justificación, la lealtad y confianza que puede tener en compañeros y colegas.

• Busca significados amenazantes en frases o sucesos inofensivos.

• Guarda rencores o no perdona insultos o descortesías.

• Se niega a confiar en otras personas por el temor infundado a que la información se emplee en su contra.

• Percibe ataques contra su carácter o reputación que no son aparentes para otras personas y reacciona en forma rápida con enojo o contraataca.

• Tiene sospechas recurrentes, sin justificación alguna, con respecto de la fidelidad de su cónyuge o pareja sexual.

Rasgos clínicos del trastorno de la personalidad esquizoide

• Una persona que tiene varias de estas características se puede considerar que padece un trastorno de la personalidad esquizoide.

• No desea ni disfruta las relaciones estrechas, incluyendo formar parte de una familia.

• Casi siempre elige actividades solitarias.

• Pocas actividades, si no es que ninguna, le provoca placer.

• Expresa poco, o ningún, deseo de tener experiencias sexuales con otra persona.

• Parece indiferente a la administración o critica por parte de los demás.

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