Trastorno de ansiedad

1.- Es un trastorno de ansiedad, caracterizado por crisis de ansiedad agudas episódicas (o periodos de terror) o miedo intenso persistente, que puede tener una duración desde segundos hasta horas, con síntomas como la disnea, irregularidades en la frecuencia cardiaca, sensación de irrealidad, debilidad y otros síntomas neurovegetativos.

2.- Las benzodiacepinas actúan sobre los receptores GABAA que se encuentran en la amígdala, disminuyendo la activación de ésta. Pfleiderer y cols. (2007) observaron el aumento de actividad de la amígdala de un sujeto al que le estaban practicando una resonancia magnética funcional, al sufrir una crisis de pánico mientras le hacían la prueba. Dos años antes, Phan y cols. estudiaron a pacientes con trastorno de ansiedad social y observaron el aumento que se producía en la amígdala y en la ínsula cuando los pacientes miraban caras con expresiones de enfado, miedo o repugnancia. Por otra parte, Paulus y cols. descubrieron que las benzodiacepinas disminuía la activación tanto de la amígdala como de la ínsula en sujetos que observaban diferentes caras que expresaban diferentes emociones. Quedó demostrado que las benzodiacepinas se podían utilizar para aliviar o disminuir una crisis de ansiedad, al disminuir la actividad de la amígdala y, según parece, también de la ínsula.

3.- Las regiones del cerebro relacionadas con la comunicación e interpretación de estímulos sociales, se desarrollan más rápidamente durante los primeros años de vida en el cerebro autista, pero luego su crecimiento es escaso o nulo. Un estudio de Schultz en 2005 encontró, mediante RMf, una escasa o nula actividad en el área facial fusiforme mientras el paciente autista miraba rostros humanos. Los autistas reconocen mal las expresiones faciales o la dirección de la mirada de las personas porque dedican muy poco tiempo al reconocimiento facial de otra persona, y por ello no adquiere la experiencia que adquirimos los demás en desarrollarnos con la relación con otras personas. En 2006, Iacoboni y Dapretto sugieren que las carencias sociales que se observa en el autismo puede ser consecuencia de un desarrollo anómalo del sistema de las neuronas especulares, implicado en entender las emociones o motivaciones de los demás. Dapretto encontró una activación insuficiente de este sistema, en un estudio de neuroimagen a un paciente con autismo, y Hadjikhani, en una resonancia magnética estructural, observó que la corteza cerebral relacionada con el sistema de neuronas especulares tenía un espesor inferior a la media en los casos de autismo.

4.- Estudios de neuroimagen funcional revelan diferencias funcionales en la corteza prefrontal y en el estriado en pacientes con TDAH que en los que no padecen este trastorno. Se observa un déficit en la acción inhibitoria de ciertos neurotrasmisores, como la dopamina o la norepinefrina, a nivel de la corteza prefrontal y cuerpo estriado; la serotonina

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