Trastornos Disociativos Y Somatoformes
Enviado por jarmi • 2 de Diciembre de 2014 • 3.397 Palabras (14 Páginas) • 245 Visitas
TRASTORNOS DISOCIATIVOS Y SOMATOFORMES
TRASTORNOS SOMATOFORMES
Los trastornos somatomorfos o somatoformes son un grupo de trastornos caracterizados por molestias diversas, en mayor o menor grado difusas, que aquejan al paciente pero que no pueden ser explicadas por la existencia de una enfermedad orgánica, o al menos no de manera suficiente y concluyente.
Alteraciones psíquicas cuyo aspecto esencial es la presencia de síntomas que sugieren un trastorno físico. Con el objeto de establecer el diagnóstico de cualquiera de los trastornos somatoformes no debe haber datos físicos demostrables o mecanismos fisiológicos conocidos que expliquen los síntomas y deben existir pruebas positivas o por lo menos presuntivas poderosas de que los síntomas tienen origen psicológico.
Los pacientes suelen insistir en la presencia de síntomas físicos como dolor, inflamación, náuseas, vértigo, debilidad o lesiones, pero niegan tener problemas psiquiátricos, acompañado de demandas persistentes de reexaminaciones y pruebas diagnósticas a pesar de que los hallazgos continuamente resultan negativos y de la garantía de los tratantes que los síntomas no tienen justificación orgánica. La sensación física reportada por los pacientes con trastornos somatomorfos no es ficticia o inventada, es sintomatología real que no tiene explicación o causa física.
Tipos de trastornos somatoformes
• Trastorno dismórfico corporal (antes dismorfofobia)
Es la preocupación por algún defecto imaginario en el aspecto físico o apariencia de un individuo aparentemente normal. Si existe una leve deformación, la preocupación es claramente excesiva.
Ejemplos serían la preocupación por alteraciones faciales como granos, forma de la nariz, boca, mandíbula, etc., quejas por alteraciones en los pies, manos, pechos y en general por cualquier parte del cuerpo.
• Trastorno por somatización
Se trata de la presencia de un patrón de síntomas somáticos recurrentes y múltiples que suceden a lo largo de prolongado periodo de tiempo para los que se ha buscado ayuda médica pero que en apariencia no hay ningún trastorno somático. Generalmente empieza antes de los 30 años.
• Hipocondría
Consiste en la preocupación, miedo o creencia de tener una enfermedad grave a partir de la interpretación personal de los signos o sensaciones físicas que se consideran pruebas de ella. Los exámenes médicos adecuados no dan ninguna prueba en apoyo de la creencia y esta persiste independientemente de las explicaciones médicas. No obstante su naturaleza no es delirante ya que el sujeto es consciente de la posibilidad de que exagera la magnitud de sus problemas.
• Trastorno de conversión (antigua neurosis histérica de conversión)
Es la presencia de síntomas o déficit no deliberados que afectan al funcionamiento motor voluntario o sensorial que lleva a pensar que existe una condición médica. La disfunción somática sugerente de trastorno físico parece ser la expresión de un conflicto o necesidad psicológica. Los síntomas no son producidos de forma intencional.
Ejemplos de estos síntomas pueden ser:
Cefaleas, continuas enfermedades, ceguera, parálisis, anestesia, afonía, ataques, inconsciencia, sordera, amnesia, fatiga, debilidad, bolo faríngeo, dificultad respiratoria, palpitaciones, crisis de ansiedad, pérdida de peso, nauseas, hinchazón abdominal, intolerancia alimentaria, diarrea o estreñimiento, vómitos, menstruación dolorosa o irregular, dificultades sexuales, dolores, miedos, llanto, etc.
• Trastorno de dolor (antes dolor somatoforme)
Esencialmente consiste en un dolor en una o más partes del cuerpo con nivel de gravedad suficiente como para buscar asistencia médica sin ningún hallazgo físico que explique su presencia o intensidad.
Cuadro clínico
Los trastornos somatomorfos pueden presentarse bajo una variedad de síntomas, por ejemplo:
Respiratorios: el paciente puede referir un sentimiento de asfixia o dificultad respiratoria, sensación de presión cardiovascular y sensación de ansiedad en el pecho.
Tracto gastrointestinal: estómago irritable y síndrome de intestino irritable, con náuseas, hinchazón, dolor abdominal, heces irregulares.
Ginecológicos: dolor pélvico crónico, dolor abdominal bajo incluyendo el sacro.
Urológicos: vejiga, próstata y/o uretra irritable, aumento en la frecuencia de las micciones, dolor al orinar, sensación de dificultad para orinar.
Dolor persistente, sin correlacionar con los hallazgos de la exploración física
Los pacientes a menudo refieren síntomas que indican una fuerte excitación del sistema nervioso autónomo, temblores o trastornos endocrinos. Adicionalmente, hay pacientes con otros trastornos psiquiátricos añadidos, en particular los trastornos depresivos, trastornos de ansiedad y trastorno de personalidad.
La influencia del trastorno somatomorfos en la calidad de vida del paciente es enorme: estos pacientes indican que pasan de 5 a 7 días al mes en cama, comparado con otros pacientes con problemas médicos importantes que pasan 1 día o menos al mes en cama. Los pacientes con trastornos somatomorfos suelen permanecer más días en el hospital que el promedio de hospitalización.
Diagnóstico
Se sospecha un trastorno somatomorfos en pacientes con síntomas físicos como fatiga, pérdida de apetito o cualquier otro trastorno gastrointestinales, de la sensación, de la función y del comportamiento y que, tras un adecuado examen físico dichos síntomas no pueden explicarse por la presencia de una enfermedad médica o por los efectos directos de una sustancia o droga. En pacientes con enfermedades conocidas, los síntomas, deterioro social o laboral son excesivos en comparación con lo que se espera por los hallazgos médicos. La duración de los síntomas ha de ser al menos seis meses y no son síntomas producidos intencionalmente ni son simulados.
Tratamiento
A pesar de que no se conoce una cura para el trastorno somatomorfos, éste puede manejarse ayudando a la persona a vivir una vida lo más normal posible, a pesar de que él o ella pueda aún tener algo de dolor u otros síntomas.
El paciente con trastornos somatomórficos debe ser manejado por un médico de familia con interconsulta psiquiátrica para
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