UNA VISION CIENTÍFICA DE LA EDUCACIÓN Y DE LA PEDAGOGÍA
Enviado por • 12 de Mayo de 2014 • 4.033 Palabras (17 Páginas) • 194 Visitas
UNA VISION CIENTÍFICA DE LA EDUCACIÓN Y DE LA PEDAGOGÍA
Este trabajo es un resumen de la exposición que sobre el mismo tema abordamos en el evento pedagógico organizado por la UGEL de la Provincia de 2 de Mayo, en su capital La Unión, Región de Huanuco. Las dos referencias básicas que hemos tenido en cuenta son, el primer lugar, el libro de UNESCO, "La educación encierra un tesoro" (Barcelona, 2005) y, en segundo lugar, "Los sistemas educativos europeos, ¿crisis o transformación?", editado por Fundación La Caixa (Barcelona, 2005). A diferencia de ambos textos, hemos tratado de establecer las diferencias correspondientes que existen entre los problemas educativos de Europa y los de América Latina, pero también dejar sentadas las características comunes de lo que se denomina la "crisis mundial de la educación".
INTRODUCCIÓN: UNA VISION CIENTÍFICA DE LA EDUCACIÓN Y DE LA PEDAGOGÍA
La educación es uno de los grandes fenómenos sociales que el desarrollo histórico de la humanidad ha hecho posible. Como todo hecho social y humano, es una realidad compleja que ha merecido múltiples enfoques, que han derivado en tantas concepciones que muchas veces devienen en puntos de vista contradictorios sobre el mismo fenómeno. Así, la más generalizada concepción de la educación la relaciona con el deseo "innato" de las personas a perfeccionarse permanentemente, casi como una tendencia impuesta por fuerzas desconocidas o divinas, misteriosas. Desde esta concepción, la educación consigue su dinamismo y su orientación superior en los mandatos religiosos, o por menos en la relación que debe existir entre Dios y los hombres, llevando a configurar una pedagogía subordinada a la moral religiosa. No es muy urgente señalar que esta concepción haya tenido más fuerza en aquellos momentos históricos que, como la Edad Media, han elevado a la religión a la cima de los valores culturales que la historia ha producido.
La concepción científica que se ha venido construyendo sobre la educación se relaciona con las etapas del desarrollo de la humanidad, desde la época primitiva o del "comunismo primitivo" o simplemente "comunidad primitiva, hasta las épocas de las sociedades clasistas, desde el esclavismo hasta el capitalismo, con algunas formaciones económico –sociales intermedias o de transición de una formación social a otra en proceso de desarrollo. Es ésta una concepción que toma como base la historia humana, las condiciones económicas y sociales que el hombre ha creado en su proceso de desarrollo de lo primitivo a lo civilizatorio. Las condiciones económicas y sociales constituyen la base de toda sociedad que hacen posible relaciones entre los hombres en las sociedades clasistas. A esas condiciones económicas y sociales se las denomina la base económica de la sociedad, o la infraestructura social, de donde derivan ciertas y determinadas relaciones de producción o de propiedad, como las relaciones de cooperación en la sociedad sin clases o de la comunidad primitiva, o de desigualdad o explotación en las sociedades clasistas.
Sobre la base económica de la sociedad, se eleva la superestructura de ésta, constituida por el conjunto de ideas, creencias, costumbres, formas de pensamiento científico y religioso, la ética y la moral, el arte, la cultura y la educación. Estas manifestaciones superestructurales aparecen como si brotaran de otros mundos, como formas que nada tienen que ver con la producción económica con la circulación de la riqueza. Pero rápidamente podemos darnos cuenta de que, por ejemplo, para dedicarse al arte exclusivamente, necesitamos que de alguna manera se nos garantice nuestra supervivencia, es decir, ciertas condiciones económicas que nos permitan subsistir sin mayores problemas, sin morirnos de hambre; en este sentido, un artista plástico no podría continuar con su trabajo artístico si no logra vender sus obras. Todo esto vale también para la ciencia, para la política, para el derecho, etc. Los elementos de la superestructura se desarrollan en relación estrecha con la formación económica de la sociedad. A un determinado tipo de economía, corresponde un determinado tipo de pensamiento filosófico, pedagógico, científico, aplicando también la relación a las costumbres y las religiones, las normas éticas y los comportamientos morales.
La educación, como manifestación específica de la base económica de la sociedad, es decir como parte de la superestructura, le corresponde configurarse como parte de cada formación económica y social, siendo diferente en cada etapa, por ejemplo, una educación correspondiente a la época primitiva, otra diferente para el la del esclavismo, siguiendo con la época del medioevo y, naturalmente, diferente a la educación y a la pedagogía que deriva del capitalismo. En cada época histórica la educación ha tenido su propio contenido, sus propios fines y hasta su propio proceso didáctico, y ha correspondido también a los objetivos de las clases que han dominado la sociedad, desde el Estado y desde el poder económico. Esta relación de subordinación de la educación respecto de la economía, conduce a señalar que la educación no es un fenómeno independiente, sino un epifenómeno, cuya naturaleza depende de la base económica y social de la cual emana y a la cual corresponde. Esta dependencia no impide que la educación influya sobre la base a través de su capacidad de generar nuevos elementos culturales en contradicción con las viejas manifestaciones del sistema imperante, como ocurrió durante los siglos XVII y XVIII en Europa, cuando las nuevas ideas científicas y filosóficas se convirtieron en elementos de la educación moderna que se enfrentaba a la decadente educación feudal, convirtiéndose la nueva educación en instrumento de propagando y agitación de las revoluciones europeas, particularmente de la revolución francesa. A esta capacidad que tiene la educación de influir sobre la base se denomina autonomía relativa de la superestructura, en este caso, autonomía relativa de la educación. La relación de dependencia de la educación respecto de la base económica no es, pues, mecánica, sino dialéctica: es determinada por la base pero revierte su acción sobre ésta. En esta relación mutual radica la importancia de la educación para influir en los procesos de cambio y transformación de las sociedades.
La educación como fenómeno social es también objeto de estudio, es decir de reflexión sobre ella, buscando su perfeccionamiento, su desarrollo científico para que cada día se perfeccione más el acto de educar. Para eso ha surgido la Pedagogía, ciencia de la educación que es una creación del mundo moderno, antecedida por la educación
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