Un clavado a tu cerebro

CAPÍTULO 1

Amor y cerebro 

ENAMORAMIENTO: UN VIAJE QUÍMICO TRANSITORIO DEL CEREBRO

El enamorarse comienza con una mirada, una mirada que al ser correspondida  puede resultar en una relación donde ambas partes terminen en una relación formal que dure años. Incluso pueden ser relaciones para toda la vida. Pero detrás de esa mirada existen una serie de procesos químicos, que si bien ser consciente de ello ayuda a tomar decisiones de manera más fría.

Todo tiene un comienzo feliz  cuando el cerebro recibe la mirada directa de alguien que le atrae hay la liberación de dopamina, la sustancia que produce una dosis de placer. Son diversos estudios los que afirman que son 12 áreas involucradas en el enamoramiento, las cuales pueden llegar a ser 19, todo depende de la emoción esperada, la edad y el lugar.

El ser joven nos hace ver el amor, como un acto espiritual, conocer a la persona amada llega ser esencial para algunas personas (una meta en la vida). En nuestra vida  la sensación de estar enamorado es cuestión de química cerebral en un 99.9%. Una química cerebral en la que actúan las endorfinas, los endocannabinoides, la vasopresina, la oxitocina, las hormonas sexuales, el óxido nítrico, serotonina y factores de crecimiento neuronal. Donde participan diversos elementos que nos producen demasiada alegría.

 Participan alrededor de 15 elementos, entre neurotransmisores, hormonas y sustancias endógenas; pero sin dopamina no hay amor, sin dopamina no se anexa la otra secuencia de neuroquímicos. La dopamina es un neurotransmisor o sustancia que secretan las neuronas. Está involucrada en el deseo, la felicidad, el enojo y la sensación de placer. Cuando alguien está enamorado, la dopamina se libera lentamente en grandes concentraciones. Entre más dopamina liberamos, más se activa nuestro sistema límbico, y entonces las sensaciones del enamoramiento predominan. Uno se vuelve más ilógico y menos reflexivo, porque entre más se activa nuestro sistema límbico, más se inhibe nuestra corteza prefrontal, la encargada del razonamiento. “La dopamina cambia la excitabilidad de las neuronas, por eso nos sentimos diferentes ante la cercanía del ser amado. Nuestra motivación aumenta, el corazón nos palpita con más fuerza, nos invade el nerviosismo… somos felices.”

El proceso de enamoramiento, definido como un proceso químico con fecha de caducidad, pues es a partir de este punto los eventos dan un giro de 180 grados. La dopamina tiene una historia triste: su concentración en el cerebro disminuye conforme avanza el enamoramiento. El enamoramiento es un estado químico cerebral, transitorio, que elimina la objetividad de la conducta. Termina, por necesidad y fisiología neuronal. El amor  un proceso que el ser humano puede realizar siete veces en su vida. Estar enamorado no está mal, cuando tienes las capacidades cerebrales de aceptar y ver que es un proceso que no durara toda la vida.

Después de tres años de estar por completo enamorado, el cerebro humano toma decisiones importantes: o busca otra pareja que sea fuente para liberar una vez más dopamina o, defiende la idea de no separarse de la persona que le da amor y estabilidad. Es este uno de los procesos más fríos que el cerebro debe tomar ya que estas tomando la decisión si la pareja actual es con quien quieres pasar el resto de tus días. Además de que aquí se es puesto en prueba el valor de una persona, al terminar la relación o en búsqueda de una aventura que ayudara a la liberación nuevamente de las sustancias que ya se creían perdidas.

“El amor compasivo o el amor verdadero, llega después de un enamoramiento, como una consecuencia congruente con la fisiología y psicología. Este amor se debe a un cambio de organización y conexión de áreas de nuestro cerebro, que modifica la actividad en instancias anatómicas relacionadas con la memoria y toma de decisiones: el amor migra de estar en la amígdala cerebral y el área CA3 del hipocampo a la corteza prefrontal, giro del cíngulo, ganglios basales; sucede gradualmente, con recuerdos mezclados y evaluaciones mejor realizadas. “El amor verdadero logra del cerebro uno de los procesos más evolucionados en el humano: ser objetivo y al mismo tiempo solidario.”  (A diferencia del enamoramiento, el amor compasivo es reflexivo, racional, congruente, pensante. Otorga a cambio de nada. No condiciona, no demerita. Si ofende pide disculpas y perdona por el bien de la pareja.)

Después del proceso ya mencionado es en este punto donde el cerebro toma en consideración diversos aspectos. Hay una evaluación de tres aspectos en general los cuales son: Apreciación. La persona que amas te debe gustar. Al cerebro humano le gusta la simetría de la cara.

Inteligencia Ambos sexos tienden a admirar al ser amado. El amor sin admiración es prácticamente inexistente.

Reconocimiento social Nuestra pareja nos parece atractiva cuando tiene un entorno social en el que es admirado por otras personas.

Hasta este punto se han expuesto puntos muy importantes en el proceso de estar enamorado y las decisiones que se toma cuando este proceso termina y se llega a conocer el “amor compasivo”. Pero dentro de todo este proceso existen puntos muy importantes como lo es la monogamia y la fidelidad del individuo. Ya que por instinto una mujer es más leal a su persona amada, de lo que es un hombre además que el ser fiel o no serlo, también es expuesto como una conducta de herencia genética. El presentimiento de la infidelidad desemboca diversos aspectos muy interesantes, ya sea el deseo sexual o el dilema de amar a dos personas.

La neurobiología del sex appeal

El sex appeal es uno de los elementos que hace trabajar a nuestro cerebro. El amor a primera vista tiene elementos de activación inmediata en el sistema nervioso central, la conexión en serie del hipocampo, el sistema límbico, los ganglios basales y la corteza cerebral son fundamentales para evaluar al ser amado.

En la evolución de la humanidad, las normas sociales han modificado la capacidad de liberar dopamina por nuestro cerebro. Pues es nuestro cerebro el que nos ayuda a identificar estos aspectos de forma más evidente. Ya que son los estereotipos sociales los que nos ayudan a ir formulando nuestro ser amado ideal. El conjunto de diversos aspectos físicos,  lo apto para afrontar los problemas de la vida cotidiana, la creatividad que puede ser un factor que ayude a crear interés por relacionarse.

En todo lo antes visto también se encuentra un aspecto muy importante para una relación amorosa que es el sexo, que si bien no todo el sexo es por amor, existen diversos pasos que llevan a los seres humanos que consumar el acto. Ya que el sexo activa diversas estructuras cerebrales y libera factores neuroquímicos.  Que pueden culminar en un orgasmo para ambas partes, que si bien es más difícil que esto suceda en una mujer, todo está presente.

Enamorarse es un proceso muy complejo y con una fecha de caducidad, que no está destinada al fracaso pero detrás de ella existen demasiados elementos que influyen. Sin embargo el cerebro siempre nos dará una recomendación: Enamórate y sé feliz, tienes un cerebro maravilloso para hacerlo. Sin embargo, toma en consideración que el proceso de enamoramiento no es para siempre.

...