Una conversación con el universo
Enviado por jhoak03 • 2 de Abril de 2015 • Síntesis • 2.543 Palabras (11 Páginas) • 195 Visitas
Una conversación con el universo
Después de varias semanas mirando y hablándole al cielo, pidiéndole al Universo que me escuchara y me dijera la forma de obtener mucho dinero y hacerme rico, me sentía decepcionado por su ausencia. El no aparecía en mi vida para escucharme y brindarme su ayuda. El crepúsculo me acusaba por mi soledad.
Se marchaba el añejo sábado y llegaba el joven domingo. Esa resplandecida noche, a la una de la madrugada, el Universo se apareció ante mí, en mi propia casa, en mi propia habitación.
- ¡Universo!, ¿Qué haces aquí? - exclamé admirado.
- Vine a escucharte, amigo - me dijo con dúctil y sosegada voz, al parecer salida de una afligida nube -. ¿No eres tú quien me ha estado llamando durante todos estos días?
- ¿Y por qué tardaste tanto en venir? - le reclamé encolerizado -, ¡pensé que ya no vendrías!
- Pues, heme aquí - objetó.
- Además, jamás imaginé que te presentarías en mi propia casa, en mi propia habitación - le dije incrédulo. ¿Por dónde entraste?, la puerta está cerrada. ¿Alguien te vio llegar? - le pregunté un poco enojado por su tardanza y a la vez atónito por su impresionante presencia ante mí.
- No te preocupes amigo - me dijo para tranquilizarme - , nadie me vio entrar y nadie me verá. Te lo aseguro. - Él estaba seguro que sólo yo tenía en ese maravilloso momento el privilegio de verlo y conversar con Él -. ¿Qué necesitas de mí? - me dijo complaciente y con espíritu de servidor.
- Quiero que me muestres el camino para obtener mucho dinero - manifesté al instante y sin hacer ninguna pausa, quizá por la ansiedad que me invadía.
- ¿Y para qué quieres mucho dinero? - me preguntó extrañado. Quien busca la plata, jamás estará satisfecho con ella.
- Para ser rico. Quiero ser rico - le dije mostrando una extraordinaria convicción en mis deseos y aspiraciones de hacerme rico.
- ¿Y para qué quieres ser rico? - preguntó otra vez muy extrañado.
- Para tener mucho dinero - respondí.
- ¿….?
El Universo hizo un gesto de asombro y confusión a la vez, que me dejó un poco preocupado con lo que me dijo:
- No me agradan tus pensamientos, amigo.
- Pero, ¿por qué Universo?, ¿qué tiene de malo poseer mucho dinero?, ¿qué tiene de malo desear ser rico y ser feliz con mi dinero? - repliqué confundido por su actitud.
- No te esfuerces en hacerte rico, amigo mío, deja de preocuparte por eso - me dijo con una increíble tranquilidad -, si te fijas bien, verás que en realidad no existen las riquezas; de pronto se van volando, como águilas, como si les hubieran salido alas. Y además, los mejores placeres son gratis.
A pesar de sus argumentos yo insistí con la fuerza de mis deseos, y al ver mi intransigencia me argumentó con una fuerza en sus palabras que las paredes de la habitación se estremecieron cual montaña sumergida en un peligroso volcán.
Seguidamente, sin esperar apenas a que Él hiciera su segunda reflexión, le lancé una ráfaga de preguntas que engalanaron de incertidumbre su adorable alma.
- ¿Entonces si soy rico soy una mala persona? ¿Todos los millonarios son malas personas? ¿No podré nunca jamás en mi vida ser exitoso y tener mucho dinero?
- ¡Cuánta confusión hay en tu mente, amigo mío! - me dijo con rostro de preocupación. No es lo mismo tener dinero, ser millonario, ser rico y ser exitoso. Una persona puede ser rica sin tener mucho dinero, alguien puede tener mucho dinero y no tener éxito en su vida.
- ¿Quiere eso decir que una persona puede ser exitosa sin ser millonaria?, ¿Se puede ser millonario sin tener mucho dinero? - le dije manifestando interés en el tema.
- Así es, amigo mío, todo depende de tus pensamientos, de tu mente, de las ideas que tengas acerca de la riqueza y del éxito. Tener dinero no es una condición para alcanzar el éxito - puntualizó. Las cosas materiales de la vida no son las que te definen como una persona exitosa - añadió -, si miras a tu alrededor te darás cuenta que los mayores placeres de la vida son gratis: el amor, los amigos, los hijos, los nietos, el amanecer, el anochecer, el viento, el mar, la luz, los árboles, una puesta de sol, la luna, las estrellas, los niños, el gusto, el tacto, el olfato, la vista, el oído, el sexo, la salud, las flores, la lluvia, e incluso la propia vida es gratis.
Mientras Él exponía sus argumentos, yo fruncía el ceño cual niño privado de un delicioso helado o de su juguete preferido.
- La verdadera riqueza no está en el dinero, sino en estar desprendido de lo material, en renunciar voluntariamente al dominio sobre las cosas. Por eso hay pobres que realmente son ricos y al revés, ricos en dinero que no son exitosos ni felices, son pobres en amor y espiritualidad. Si no eres egoísta, pon tu empeño en no priorizar las riquezas materiales, con el mismo empeño que ponen la mayoría de las personas del mundo en poseerlas, ostentarlas y priorizarlas en su vida.
Cuando terminó de hablar le repliqué diciendo:
- ¿Y de qué manera se puede ser exitoso y feliz sin tener dinero? ¿Cómo puedo convertirme en millonario sin tener dinero?
- A eso precisamente vine, amigo, a aclararte esa confusión que tienes en tu mente.
- ¿Entonces me convertirás en un millonario? - le pregunté mostrando más regocijo que las flores cuando saborean la lluvia.
- Eso no es posible, amigo - me dijo con firmeza.
- ¿Cómo que no es posible? - le dije extrañado por su afirmación tan inequívoca -, quiero una maravilla de ti y tú sí puedes concedérmelo, quiero ser millonario.
- Eso no es posible, amigo - repitió con una fuerza en sus palabras, capaz de arrancar de raíz un árbol frondoso.
- Oh, Universo, con tu grandeza, posees la luz, el día y la noche, el cielo, la tierra, los ríos y el mar, el sol, la luna y las estrellas, los animales, tú todo lo posees, Universo, para ti no hay nada imposible. ¿Cómo es posible que no puedas convertirme en millonario? Tu palabra es fuerza, es energía, y tu voluntad es realidad, si lo deseas y lo dices, entonces yo seré rico y millonario - le dije con la convicción de que accedería a mi petición.
- No es lo mismo ser rico o millonario, que tener bienestar, abundancia y riqueza en tu vida. ¿Sabes qué es la riqueza? - me preguntó insinuando mi ignorancia al respecto -, antes de querer ser rico y millonario debes saber primero qué es la riqueza - acentuó para demostrarme que yo quería algo sobre lo que no sabía ni su definición.
- No - respondí apesadumbrado.
- Antes de averiguar cómo convertirte en millonario, debes analizar qué es la riqueza - dijo enojado -, porque si no sabes qué es la riqueza, es difícil saber qué
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