Winicott

• Ve a las fantasías inconscientes como la expresión mental de los instintos y señala que están presentes desde el inicio de la vida. Ósea que para cada pulsión hay una fantasía. vinculadas a un objeto.

• El yo está encargado de la formación de las fantasías inconscientes. La formación de estas fantasías contra arrestan la frustración del mundo externo. También constituye una defensa contra la realidad interna.

• Existe una gran relación entre estructura y fantasías inconscientes.

• Distingue dos periodos durante el primer año de vida. Posiciones esquizoparanoide y depresiva.

• Mecanismo con los que el yo lidia: proyección, introyección y escisión. Son también etapas progresivas del desarrollo.

• La escisión es lo que permite al yo emerger del caos y ordenar sus experiencias. Constituye la base de la capacidad de discriminar, la habilidad de prestar atención y la base de lo que llegara a ser la represión.

• La identificación proyectiva es la forma más temprana de empatía.

• Elabora una concepción de psique a partir de la existencia de dos principios: eros y tanatos

• Posición esquizoparanoide: Es llamada así ya que la ansiedad predominante es llamada paranoide y el estado del yo se caracteriza por la escisión. El eros y tanatos se encuentran separados, tienen existencias independientes y son vividos como dos fuerzas separadas. Coexisten impulsos opuestos. Hay suficiente yo al nacer como para establecer primitivas relaciones objétales entre fantasía y realidad. El yo el lábil, se haya en estado de constante influencia. Para que el bebé se desarrolle mejor durante esta etapa es esencial que las experiencias buenas predominen sobre las malas. El manejo exitoso de la ansiedad en este tiempo, lleva al bebe a organizar gradualmente su universo.

• Posición depresiva: fase del desarrollo en que el bebé un objeto total y se relaciona con él. Reconoce a su madre como un ser total, esto lo hace darse cuenta de que tan desamparado esta y cuantos celos le provocan los demás. Se da una integración del yo y se incrementan los procesos de introspección. Los instintos de vida y muerte se orientan hacia el mismo objeto y se presenta la ambivalencia. Durante esta etapa el bebé es consciente de sus impulsos destructivos. Lograr el control del objeto, es una manera de negar la dependencia que se tiene de él. En esta etapa la ansiedad proviene de la ambivalencia y el motivo principal es que sus propias pulsiones lleguen a destruir al objeto amado. Esta posición tiene dos categorías disponibles de defensa: reparación y defensa maniaca; estas últimas defienden al yo de la desesperación total. La defensa maniaca se relaciona con los objetos con una triada de sentimientos: control, triunfo y culpa.

También surgen los deseos de reparación relacionados a los objetos amados, empezando con la madre. El complejo

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