Winnicott y la función materna

Psicología Evolutiva: Niñez

Winnicott y la función materna

Winnicott  consideró la relación madre-hijo inicial como rectora de la génesis del sujeto. Esta  primera relación es básicamente sensorial y corporal y la función del padre del bebé es sostener a la madre para que ella pueda cumplir esta función.

En  Winnicott  la madre debe operar con su presencia real, apuntalando la ilusión y colmando la necesidad.

La elaboración de la representación de la ausencia del objeto se efectúa en presencia de este. Solo una madre viviente y presente puede inscribir la representación de su ausencia. Si esta representación se efectúa sobre el fondo de su pérdida, el sujeto no podrá desarrollar la  capacidad de estar a solas en presencia de otro; paradoja, que según, Winniccott debe ser respetada y no resuelta.

Winnicott  trabaja lo materno en distintos conceptos: devoción materna, posición y función materna, misión materna como un poder  conferido por la sociedad, el nuevo termino teórico que incluye y que ha tenido repercusión en todo el pensamiento psicoanalítico es el de “madre suficientemente buena”.

Es  a partir  de su propia experiencia real e imaginada  como  niña con su madre,  desde donde la madre puede prestarle el self a su bebé en esos primeros tiempos de la vida.

Llama a esos tiempos: Preocupación maternal primaria, estado de ánimo de la madre unas semanas antes y después del parto. La madre posterga  otras preocupaciones en función de su bebé, esto creará un ambiente de sostén. Winnicott considera las madres como personas reales, con sus propios conflictos y no solo como imagos, producto de la fantasía del bebé.

La  madre suficientemente buena  está sintonizada con el  niño, y éste se apuntala en ella. El apoyo yoico de la madre lo convierte en real y verdadero. Si el apoyo  de la madre es inestable el niño se somete a la exigencia ambiental más que a sus propias necesidades internas.

Winnicott   sostiene que el bebé posee una actividad propia, su “gesto espontáneo”. La  madre suficientemente buena hace real ese impulso creativo del niño. Le da satisfacción a la omnipotencia del infante y en alguna medida también le da sentido. En la repetición de esta actitud  empieza a tener vida el self verdadero. Cuando no es suficientemente buena, falla en dar satisfacción al gesto de la criatura, en lugar de ello lo reemplaza por su propio gesto que  llevará a la  sumisión del infante. Esta sumisión es la etapa más temprana del self falso.

El self verdadero se constituye como resultado del éxito repetido de la madre en dar satisfacción al gesto espontáneo o a la alucinación sensorial del infante. De esta forma el bebé puede ir reconociendo y aceptando la realidad exterior a través del juego ilusión-desilusión e ir renunciando gradualmente a la omnipotencia, manteniendo la espontaneidad y desarrollando cierto control sobre el exterior.

Madre suficientemente buena no es madre perfecta, sin fallas, es madre capaz de realizar un holding, handling y presentación de objetos.

El holding, sostén, es la forma en que la madre toma en brazos a su bebé,  está relacionada con su capacidad de identificarse con él. La falla puede llevar a:

Sensación de desintegrarse, sensación de caer interminablemente,

sentimiento de que la realidad externa no puede usarse como reaseguro y otras ansiedades descriptas como psicóticas.

Winnicott denomina handling, a la adecuada manipulación del cuerpo del niño  que le permite desarrollar una asociación psicosomática y percibir lo real como contrario a lo irreal. La manipulación deficiente afecta el desarrollo del tono muscular,   la coordinación y  la capacidad de disfrutar la experiencia corporal y la de ser.

...