“Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sostiene y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas”. (Cantico a las criaturas)
Enviado por Rafapuello • 8 de Febrero de 2017 • Ensayo • 1.391 Palabras (6 Páginas) • 285 Visitas
Reporte: Capitulo 1- Laudato Sí.
Lo que está pasando a nuestra casa.
Elaborado por: Rafael Puello Medina
“Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sostiene y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas”. (Cantico a las criaturas)
“Laudato sí” (en dialecto umbro: Alabado seas, en español) es el título de la segunda encíclica del papa Francisco, firmada el 24 de mayo de 2015 y que fue presentada el 18 de junio del mismo año. El escrito en su capítulo primero “Lo que está pasando a nuestra casa”, es un reconocimiento del problema ambiental como algo que afecta a todos y cada uno de los seres vivos del planeta incluyendo por supuesto al hombre.
El sumo pontífice, comienza haciendo énfasis en la descoordinada relación que existe entre el hombre y los procesos biológicos, en donde: la velocidad que las acciones humanas le imponen hoy (refiriéndose a los sistemas biológicos complejos) contrasta con la natural lentitud de la evolución biológica (Laudato sí 18), es decir, el uso y abuso a que el hombre somete a los ecosistemas de la tierra va de forma tan acelerada, que estos no tienen tiempo de recuperarse de autogenerarse y por ello casi siempre colapsan. En el sentido de brindar luces para entender la dimensión de los procesos, la ciencia y tecnología actuales fallan, dado que, estudian muchas veces los fenómenos como hechos aislados, sin ninguna relación ó correlación con el hombre y sus actividades en el medio ambiente, es por ello que terminan resolviendo un problema generando otros. Unido a lo anterior, se están tomando decisiones para ocuparse de los problemas demasiado tarde, cuando se ha pasado el punto de no retorno y se han perdido para siempre especies, flora y fauna en regiones no visibilizadas del mundo, al parecer la tesis de Bacon[1] sobre exprimir la naturaleza hasta que entregue todo sigue como fundamento principal del modelo de desarrollo imperante.
El modelo de extracción, producción y consumo en que se basan las teorías de desarrollo impuestas por la occidentalización mundial, ha generado según la encíclica el fenómeno cultural del descarte (Laudato Sí 22), de lo desechable, de lo caduco, hoy las cosas y relaciones (sean estas personales o comerciales) rápidamente se convierten en basura. Con base al anterior precepto, y como la instrumentalización del individuo ha generado que los seres humanos sean tomados como objetos, las personas también son descartadas cuando estas ya no son útiles a los procesos. Es un problema fundamental del supuesto desarrollo económico, que no sigue “leyes naturales”, en la naturaleza todo sirve en un círculo virtuoso, nada se desperdicia, todo se reutiliza, en contravía al modelo económico neo liberal, que nos vende que: todo debe ser desechado para que las máquinas y hombres no vayan a paro, sin embargo, la preocupación real del asunto es que todo debe ser desechado para obtener mayor ganancia para los pocos que manejan el comercio mundial.
Cuando haba del clima, el papa Francisco lo cataloga como un bien común, pero no un bien común alejado cuyo cuidado y responsabilidad están solo asignados a los estados y mega empresas, para abordar en debida forma el futuro que no espera en este ámbito, la humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilos de vida, de producción y de consumo, para combatir este calentamiento o, al menos, las causas humanas que lo producen o acentúan (Laudato Sí, 23). Según lo anterior, es con acciones a todo nivel, personal, familiar, gremiales, empresariales y de políticas de estado, que lograremos luchar contra el cambio climático, debe partir del individuo, reconociéndose como parte del problema dado su estilo de vida que lo lleva a un consumo que satisface necesidades artificiales, necesidades no vitales que muchas veces están para saciar complejos o requerimientos arribistas de aparentar mejor status social, económico, cultural, etc. Las consecuencias del cambio climático hoy quizás son ajenas a muchas personas, ya que, las padecen la gente más pobre de los países de renta baja, son a ellos (tan ajenos y tan lejos a nosotros), a los que se le secan las fuentes de agua, se les acaban los peces, se les inundan sus tierras, los que no se mudan, si no, que son obligados a desplazarse, los que tienen el rio pero no acueducto, los que no tienen siquiera un estado que los ayude en esos momentos, dado que, el estado no hace políticas para ellos y si las hace no hay dinero para cumplirlas. Pero ese estado apocalíptico de cosas, se agrava aún más con la indiferencia de las personas, en búsqueda del gran desarrollo de la humanidad de la sobrevivencia del más apto, las sociedades ha regresado a las etapas en donde la circularidad del pensamiento mitológico[2] era predominante, si alguien la está pasando mal (en cualquier sentido) por algo será. El desarrollo meramente economicista y el afán de alcanzar un nivel de consumo que brinde estatus, ha vuelto insensible al hombre frente a la naturaleza y frente al mismo hombre.
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