Antropología de las religiones. Devoción a Juan Soldado

Universidad Autónoma del Estado de Morelos

Facultad de Humanidades

Antropología de las religiones

Dra. Liliana Rivera

Devoción a Juan Soldado

Por Quetzaly A. Noriega Carmona

En los últimos treinta años, en la frontera norte comenzaron a aparecer un sinfín de devociones populares en la tradición religiosa mexicana. Culto a personas contemporáneas que fueron revestidas de santidad y sujetas a devoción. Se comenzó quizá con Pedrito Jaramillo que llego a Texas proveniente de Jalisco, el cual sanaba gente en los ranchos cercanos; y concluyo en 1938 con la muerte natural del Niño Fidencio y el fusilamiento de Juan Soldado. Devociones que han traspasado la frontera.

El origen de la devoción a Juan Soldado está vinculada con un serie de situaciones y tenciones sociales en ambos lados de la frontera. Juan Soldado nació en 1914, en medio de la revolución de 1910, llegando muy joven al regimiento en Tijuana siendo soldado.

 En 1930 Tijuana sufrió el impacto económico del fin de la Ley Seca en el país que se hizo más complicado al cierre del Casino Agua Caliente. A raíz de la Guerra Cristera, la Iglesia Católica dejó apenas un sacerdote en Baja California, en Mexicali para ser más exactos, que acudía una vez al año a oficiar misa a Tijuana. No había santos patronos ni imágenes intercesoras para solicitar ayuda y agradecer favores. (Vanderwood, 2004).1

En 1889 Tijuana era una pequeña población que apenas comenzaba a establecerse como un pueblo, dejando de ser la ranchería Tía Juana para pasar a ser Tijuana. Con aproximadamente 250 habitantes, era natural que la población se reconociera entre sí.

La vida tranquila de Tijuana comenzó a ser afectada por los ciudadanos estadounidenses aficionados al juego, bebidas y mujeres. Estos vieron a Tijuana como un sitio de escape para sus vicios, trayendo muchos extranjeros al pueblo.

Con la Ley Seca en los años 20, la población de Tijuana comenzó a convivir más con la población norteamericana. El auge económico comenzó a incrementarse ya que en la región se instalaron muchas empresas (la mayoría de estadounidenses). A partir de ese momento Tijuana comenzó a ser concurrida por personas que tenían altos recursos económicos, desde estrellas de cine hasta líderes de mafias importantes.

Durante ése año, el 13 de Febrero ocurrió la muerte y violación de la niña Olga Camacho de ocho años. La niña desapareció ése día, después de ir a la tienda, su madre comenzó a buscarla y al no encontrarla avisó a la policía. La búsqueda se inició pero no se encontraron evidencias de la pequeña.

El día siguiente fue encontrado el cuerpo de la niña y las averiguaciones señalaron a Juan Castillo como sospechoso, poco después Castillo confesó su crimen. Al ser una pequeña población, como lo mencione antes, donde casi todos se conocían, quisieron lincharlo ya que los provocó en ira.

Se hicieron muchas protestas  para pedir castigo y demandar la entrega del presunto asesino el soldado Juan Castillo Morales, diversas organizaciones sociales, en especial sindicatos, organizaron las protestas, quemaron la Comandia Municipal y el Palacio de Gobierno ocasionando daños a la Ciudad. Las protestas terminaron en la acusación de Juan Castillo Morales, fue inmediatamente apresado, acusado, juzgado y condenado a muerte por el asesinato y violación de la niña.

La sentencia se hizo de manera pública, algo muy inusual en México para ése tiempo, ya que esta medida era ilegal y se hacía generalmente en lugares aislados y sin público, pero en el caso de Juan Soldado no fue así, fue fusilado en la mañana para que asistieran los que quieran presenciar el acontecimiento. Posiblemente las medidas fueron tomadas de esta manera para que se restableciera el orden, ya que Tijuana estaba saliéndose de los límites de la autoridad. Fue así que el día 17 de Febrero de 1938 se le aplicó la Ley Fuga en el Panteón Número Uno. A partir de este acto se inició la leyenda de Juan Soldado, se decía que era inocente y que en realidad el que había cometido el asesinato era un General o alguien de mayor rango y que al ser descubierto inculpo al soldado para librarse del castigo.

El mismo día de la muerte de Juan Soldado, comenzaron a acudir los curiosos a su tumba, y al poco tiempo ya corría la versión de que allí salía sangre y que el alma de Castillo se declaraba inocente y pedía que se castigara al verdadero culpable (Vanderwood 2004).

Juan Soldado había comenzado a ser redimido por la gente de Tijuana (Valenzuela, 1992). La leyenda comenzaba y se decía que era realmente inocente, que sólo había sido hecho culpable para cubrir a un militar de rango superior que era el verdadero violador y asesino de la pequeña (Valenzuela, 1992).

En la tradición católica se dice que los que mueren de manera repentina y sin miedo están cerca de Dios, por ende Juan Soldado podía ser un intermediario con la divinidad.

La transformación de Juan a un ser al que se le rendía devoción, sucedió el mismo año de su muerte. Considerado como víctima y un inocente.

Juan Soldado se ha convertido en coleccionista de pequeñas historias en las que ha ocurrido un milagro. La fe puesta en él, según sus devotos ayuda a conseguir empleos, otorga salud, regresa a los hijos ausentes, cura enfermedades que no tienen cura. De un tiempo para acá se le pide para que ayude a los indocumentados a cruzar la frontera.

A diferencia de muchos otros seres a los que se les rinde devoción, Juan Soldado en vida careció de los dones curativos, así como una vida altruista o una vida mística de gracia; fue solo la muerte la que le permitió tener un sitio de devoción santificada.

¿Cómo podría un individuo con una conducta anomica ser venerado?

Una de las funciones principales de la religión es generar orden social. Toda religión tiene una dimensión moral (Durkheim).

La mayoría de los santos fueron un ejemplo de vida, un modelo a seguir. Con Juan Soldado ocurre prácticamente lo contrario, fue condenado por ser supuestamente un violador y asesino. Y ahora se le encomiendan todo tipo de peticiones y algunas de tipo anomicas (fuera del orden social). Como lo es el paso de los indocumentados al extranjero, Una conducta que no es aceptada, y que genera un desorden social.

Herbert McClosky (1965) sostiene:

”… la anomia es un estado mental, un conjunto de actitudes, creencias y sentimientos en las mentes individuales. La anomia no existe como tal en el contexto social, sino que es la situación personal la que hace sentir al individuo que la sociedad es anómica. Tanto las normas como los sentimientos de anomia son aprendidos, y serán fortalecidos si el individuo por razones particulares no puede aprender y comprender el porqué de las normas existentes en su sociedad. Si esta situación se presenta, el individuo terminará por sentirse como un extraño para el cual la realidad es confusa y estresante, en suma, anómica.

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