Ciudadanos amantes de la paz de nuestra villa global
Enviado por kwon2207 • 25 de Mayo de 2021 • Informe • 8.987 Palabras (36 Páginas) • 146 Visitas
Prólogo
Ciudadanos amantes de la paz de nuestra villa global.
He aquí en este libro la introducción de una parte de los históricos y providenciales mensajes del cielo del Rev. Sun Myung Moon, quien recibió el llamado del cielo a la temprana edad de 16 años y se volcó al camino de la salvación de la humanidad. Él ha manifestado y enseñado su mensaje ante la humanidad por los 90 años de vida.
Las enseñanzas del Re. Moon ya han sido publicadas en más de 100 libros de discursos. Este libro contiene el primer capítulo de “”Vida en la Tierra y en el mundo Espiritual” el tercer, cuarto y quinto capítulos de la “Verdadera Familia” del “Cheon Seong Gyeong” (lecturas del cielo en coreano) uno de sus libros de discursos.
Aparte de las muchas enseñanzas impartidas en las últimas décadas, el contenido de este folleto perfila el amor como fue creado originalmente, esto es el amor entre un hombre y una mujer verdaderos centrado en el amor verdadero, el estándar de la verdadera familia, el valor de una vida verdadera y demás. Esta es una colección de sus palabras dadas desde la década de 1950 y hablando sobre el mismo tema es un tanto repetitivo y al lector podría parecerle que las mismas se dan una y otra y otra vez.
Sin embargo, un lector profundo descubrirá la esencia de las palabras en cada una de las ocasiones que las lea siendo capaz de entender que son las palabras de una profunda verdad y que cada una de las palabras rebosan de profundo y abstruso significado. Es porque que nos son palabras pensadas en la cabeza de un ser humano, sino la verdad del cielo declarada por medio de la boca del Rev. Moon. Esto puede ser comparado al hecho de que aunque la primavera viene cada año nunca hay dos primaveras iguales.
Es mi esperanza que no se perderán la gran gracia del Rev. Moon al permitir que este folleto fuera publicado especialmente para iluminar el rampante oscuro futuro de la humanidad. El Rev. Moon ha recibido el sello celestial como Padre Verdadero de la humanidad con el corazón de un padre. Es mi deseo que los lectores lean este folleto cuidadosamente hasta su conclusión, y que les sirva como indicador en sus vidas futuras. Todos los que deseen aprender más pueden comprar y estudiar el “Pyeong Hwa Shin Gyeong”, “Cheon Seong Gyeong” y “El libro de discursos del Rev. Sun Myung Moon” para la iluminación de una verdad aún mayor.
Que la gracia del Cielo este con ustedes sus familias y sus naciones.
Editor.
Capítulo Uno
LA EXITENCIA DE LOS SERES HUMANOS EN EL MUNDO FISICO Y EN EL MUNDO ESPIRITUAL
El Curso de Nuestra Vida
Sección 1. Oraciones relacionadas al curso de la vida.
“Amado Padre Celestial, Te agradezco por Tu gracia. Por haberme protegido en mis luchas desde mi niñez hasta el día de hoy. Durante todos estos años he sido muy cuidadoso de cualquier forma de humillación o vergüenza que haga sufrir al Cielo. Por sobre todas las cosas sobre la faz de la tierra, no hay nada tan precioso que conectarse a Tu corazón original. Una vez que lo sabemos, debemos infinitamente aspirar a alcanzar esta relación. Hay que tener en que todos aquellos que experimenten Tu amor nunca lo lamentaran aunque eso signifique olvidarse de las cosas de este mundo. Ahora tenemos que buscar el mundo ideal, la patria original en donde vivimos por tu amor. Hay que prepararnos hoy en la tierra para el día del nacimiento como hijos libres, investigados con la autoridad de la liberación en nuestra tercera vida.
Sabemos que así como necesitamos estar saludables en el vientre para nacer a una vida saludable en la tierra, necesitamos una sana vida terrenal para igualmente adquirir una vida sana en el Cielo. Mientras el mundo de hoy es un mundo de conflicto bajo el dominio del mal, debemos determinarnos a luchar hasta la muerte para ser bendecidos con la cooperación del cielo y la tierra y mantenernos a tono con la dinámica fortuna del universo. Debemos tomar la resolución de que nuestro descendientes nunca sean colocados en el mismo lugar en que nosotros hemos estado”. (49-308.1972.10.17)
“Querido Padre, cuando pensamos de cómo Tú existes y has entregado irremisiblemente a la bienvenida de una nueva primavera, debemos convertirnos a tu infinita gracia y gozo. Lamentamos como hijos e hijas el hecho de que aún nos falta ofrendar nuestra vida y amor enteros a Ti. En nuestra relación predestinada contigo, nuestras vidas deben armonizarse completamente en Ti y por Ti, para que nosotros también, podamos saludar la nueva primavera.
Tenemos que darnos cuenta que a menos que saludemos a esa primera primavera es cuando las flores florecen al fin por primera vez. Porque asi como una flor pasa por el verano y el otoño antes de florecer y dar frutos, nosotros tenemos que pasar por un proceso similar para dar frutos también.
Para que un árbol de fruto, primero absorbe los elementos vitales por medio de las raíces, el tronco y los ramos durante el verano, concentrando una fuerza de vida perfecta para dar paso a una segunda vida. De igual manera, debemos convertirnos en hijos e hijas que introspectivamente nos determinemos a tener una fuerza de vida que brote en nuestros corazones- que sea capaz de renacer a una nueva vida en un nuevo mundo aunque nuestros cuerpos tengan que fallecer.
Sin importar cuanto vuele el tiempo, sin importar la inclemente furia de las tormentas, nuestra fuerza de vida interior debe soportar los embates del ambiente y perseverar persistentemente la senda del crecimiento. Solo de esta manera podremos acoger la nueva primavera y convertirnos en semilla, la fuente original de una segunda vida, lista para ser plantada de nuevo.
No importa cuán patéticos nos veamos externamente, si mantenemos nuestro valor como esencias originales que pueden expandir fuerza espiritual de vida y como semillas que pueden ser plantadas en el infinito mundo, ya nunca más seremos miserables aunque podamos pensar que lo somos. Por favor permítenos darnos cuenta que cuanto más miserables parezcamos externamente, más se garantiza y se perfecciona nuestro valor interno.” (32-36, 1970.6.14)
“Padre, nos damos cuenta que sin el deseo de servir e inclinarnos humildemente ante Ti no tendremos ninguna relación contigo en el mundo de la eternidad. Abre las puertas de nuestros corazones para llenarlos de Tu corazón y oír tu voz emergiendo de las profundidades de nuestros corazones, guíanos hoy para reconquistar nuestros cuerpos perdidos. Ayúdanos a apreciar Tu curso histórico de tenacidad y lucha por encontrar a cada uno de nosotros, para que podamos con humildad inclinar nuestros corazones rostros ante Ti”. (4-280, 1958.9.14)
Sección 2. El Propósito que la Gente Desea
Dios no tiene un cuerpo. Por lo tanto para manifestar Su
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