Dios al encuentro del hombre Trabajo: Análisis “Dios y la sociedad actual”
Enviado por Genesis R. Arias • 28 de Febrero de 2017 • Ensayo • 1.150 Palabras (5 Páginas) • 327 Visitas
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Estudiantes: Valeria Ortega & Génesis Arias
Catedrático: Licenciado Carlos Romero
Asignatura: El hombre frente a la vida
Trabajo: Análisis “Dios y la sociedad actual”
Sección: 701
Fecha: 13/02/17
San Pedro Sula, Cortes
Dios y la Sociedad Actual
La sociedad actual, es una generación con muchos deseos de superación en todas las áreas de la vida, se observa un enorme esfuerzo por querer vencer grandes obstáculos, tales como la pobreza, la falta de conocimiento, la inseguridad, y el desempleo entre otros, así mismo se puede contemplar una lucha tenaz en querer resolver los grandes conflictos sociales que a través de la historia han estancado su desarrollo y que, por el contrario, incentivan la injusticia en una equitativa repartición de la riqueza, la desintegración familiar y una marcada indiferencia a las necesidades del prójimo.
Lamentablemente, en su afán por alcanzar la superación y desarrollo integral del ser humano, se ha convertido en una sociedad sumamente materialista, ha experimentado una profunda perdida de los buenos valores, y lo peor de todas las cosas, se ha alejado de Dios.
Hoy en día, para que una persona pueda ser considerada, valorada y reconocida dentro de la sociedad, es sumamente importante que posea mucho dinero, que sea famosa, que tenga un apellido de mucha influencia u ostente un cargo público o empresarial muy importante. En la mente de los seres humanos pesa un argumento muy poderoso que los impulsa a vivir de tal manera, que lo importante es impresionar a todos los que tienen la oportunidad, los que están a su alrededor y a todos aquellos de los cuales se puede obtener un beneficio.
Se vuelve sumamente imperativo cultivar y mantener una falsa imagen, de alguien con mucho éxito, que por ejemplo usa ropa de marca muy exclusiva, que posee los aparatos tecnológicos de actualidad, los más caros y que se encuentran al alcance solo de aquellos que pertenecen a determinado estrato social, el vivir en las mejores zonas residenciales o conducir los autos que puedan atraer la mirada de todos aquellos que se consideran menos afortunados.
El derroche de los recursos económicos, la discriminación y marginamiento de los menos favorecidos, financiera y académicamente, hacen más profundas las líneas divisorias que polarizan la sociedad y producen como consecuencia incremento en la inseguridad, mayor rivalidad e injusticia entre los diferentes sectores sociales.
Para no quedar fuera de los parámetros que producen aceptación y evitan el rechazo de la actual sociedad, el ser humano ha tenido que ceder, negociar y muchas veces renunciar a todos aquellos buenos valores, que públicamente y a través de la historia han marcado el camino de prosperidad, desarrollo integral y dignidad del hombre como tal, dando lugar a una vida de corrupción, injusticia descarada, aprovechamiento y abuso de autoridad, inmoralidad desenfrenada, indiferencia a la necesidad del prójimo, y un elevado irrespeto al derecho ajeno.
El acumular riqueza de forma rápida y sin esfuerzo, escapar de los sufrimientos que provocan la pobreza, el rechazo social y los paradigmas modernos que presionan para llevar una vida superficial, vana y encaminada al consumismo compulsivo hacen ver que los buenos valores, tales como la honestidad, el trabajo esforzado, el respeto hacia el semejante, la solidaridad y generosidad desinteresada parezcan anticuados, sin fruto y una total pérdida de tiempo.
El desenfreno moral llega a tal punto, que no se respeta la vida misma, la explotación del ser humano por otro, hace parecer que la esclavitud sigue vigente en pleno siglo XXI, y que los que tienen oportunidad, tiene la obligación de aprovecharse del menos favorecido, de lo contrario sufrirán las consecuencias de una sociedad excluyente que presume a los cuatro vientos pureza, balance e integridad, pero que manifiesta paradójicamente corrupción, desigualdad y doble vida.Si nos preguntamos porque actualmente nuestra sociedad está tan perdida, podríamos decir que la falta de Dios en nuestras vidas es la primera causa.
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