ENSAYO EXEGÉTICO PERÍCOPA DEL LIBRO DEL EXODO CAPITULO 33, 7-11

UNIVERSIDAD CATÓLIC LUMEN YENTIUM

Materia: Pentateuco y libros históricos                                                

PENTATEUCO Y LIBROS HISTÓRICOS            Profesor: Sergio González Sánches

Presenta: Martínes Nuñez Valeria, primer semestre de Teología en línea                    

ENSAYO EXEGÉTICO PERÍCOPA DEL LIBRO DEL EXODO CAPITULO 33, 7-11

7. Tomó Moisés la Tienda y la plantó a cierta distancia fuera del campamento; la llamó Tienda del Encuentro. De modo que todo el que tenía que consultar a Yahveh salía hacia la Tienda del Encuentro, que estaba fuera del campamento. 8. Cuando salía Moisés hacia la Tienda, todo el pueblo se levantaba y se quedaba de pie a la puerta de su tienda, siguiendo con la vista a Moisés hasta que entraba en la Tienda. 9. Y una vez entrado Moisés en la tienda, bajaba la columna de nube y se detenía a la puerta de la Tienda, mientras Yahveh hablaba con Moisés. 10. Todo el pueblo veía la columna de nube detenida a la puerta de la Tienda y se levantaba el pueblo, y cada cual se postraba junto a la puerta de su tienda. 11. Yahveh hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo. Luego volvía Moisés al campamento, pero su ayudante, el joven Josué, hijo de Nun, no se apartaba del interior de la Tienda.

INVESTIGACIÓN

Generalmente se reconoce que los w. 7-11 forman una unidad, que no está en estrecha conexión ni con lo que precede ni con lo que sigue. La teoría, parece ser que propuesta por primera vez por Knobel y defendida posteriormente por Wellhausen, Dillmann y Eissfeldt, trataba de explicar así el inesperado comienzo del pasaje (nótese el ló del v. 7) afirmando que

 se había suprimido la construcción del arca para hacer sitio al relato sacerdotal (cf. 25,10-32). Sin embargo, a pesar de tener continuos seguidores (von Rad, Beyerlin, etc.), la teoría tiene sus dificultades. En el mejor de los casos, persiste como un argumento exsilentio. Los datos de que disponemos no parecen poder resolver la cuestión de manera decisiva. Los investigadores siguen estando ampliamente divididos a la hora de asignar estos versículos a una fuente. Más importante es el hecho de que se ha incorporado en el marco narrativo del capítulo un fragmento antiguo, de una tradición independiente, referido a la tienda. Después

esta sección, básicamente unitaria, no tiene ninguna conexión clara con lo que precede ni con lo que sigue. Por lo que respecta a su contenido, parece interrumpir el tema de la negativa de Dios a acompañar a Israel, que se retoma en el v. 12. Además, el estilo de los w. 7ss es marcadamente diferente. La forma de los verbos hebreos es frecuentativa e indica una actividad continua, no un único suceso histórico. Los comentaristas precríticos se sintieron siempre muy obligados a explicar esta tienda que se describe como el lugar de encuentro con Dios «fuera del campamento». La dificultad surge porque «la tienda se identifica de manera explícita con la «tienda del encuentro», que, de acuerdo con la secuencia cronológica del libro del Éxodo (40,16ss), no había sido erigida todavía en ese momento. Además, la descripción de esta «tienda del encuentro» es muy distinta de la tienda de Ex 33 y tiene una función diferente (cf. Nm 3, lss). El modo habitual de evitar el problema era inventarse la teoría de que dicha tienda era la tienda privada de Moisés o de que era una estructura provisional, o de que era un antiguo santuario que los Israelitas habían poseído precedentemente. Sin embargo, todas estas teorías no sólo carecen de fundamento en el texto bíblico, sino que no logran explicar los datos que existen.

Otros pasajes del Pentateuco dejan claro que existió otra tradición en Israel sobre la «tienda del encuentro» (cf. Nm ll,6.24.26ss; 12,4.10; Dt 31,15). La tienda es mucho más simple que la presentada en la descripción sacerdotal de Ex 25-31. No estaba en el centro del campamento (Nm 2,17), sino fuera de él (Nm ll,26ss). En lugar del grupo de levitas que se ocupaban de ella (Nm 3,5ss), parece haber sido atendida por una sola persona, Josué. Por otra parte, esta tradición anterior de la tienda del encuentro concibe la función de la tienda como un lugar que Dios visita de manera periódica para dar a conocer a Moisés su voluntad. La nube desciende sobre la entrada de la tienda y no permanece eternamente presente en el Santo de los Santos. Por último, no se dice que sea un lugar para guardar el arca.

¿Qué se puede decir sobre la función de los w. 7-11 dentro del capítulo? En primer lugar, no hay conexiones literarias evidentes añadidas por el redactor al material más antiguo para adecuarlo más a su nueva composición. No ofrece un marco redaccional, con una nueva introducción o conclusión. Tampoco parece haber alterado de forma importante el cuerpo de la unidad. Ha conservado el estilo de la tradición más antigua incluso con sus formas verbales no habituales. Por tanto, si el redactor del capítulo ha hecho en su composición un uso intencionado de estos versículos, su nueva función debe presentarse teniendo en cuenta su cometido en el modelo narrativo general. Naturalmente, y teniendo en cuenta su historia anterior, hay que mantener abierta la posibilidad de que estos versículos encontraran un sitio en el capítulo por pura casualidad.

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