El Equipo soñado por Dios
Enviado por byronina • 18 de Mayo de 2017 • Resumen • 1.756 Palabras (8 Páginas) • 1.694 Visitas
El EQUIO SOÑADO POR DIOS
Jesús era un Soñador que murió en la cruz para convertir su sueño en realidad. Dios sueña con una Iglesia en la cual la unidad sea la regla y no la excepción, sueña con un tiempo cuando todos seamos uno solo junto con Él y toda la humanidad. Sin embargo hay un obstáculo y dificultad y es la voluntad nuestra, No es posible realizar su sueño y su voluntad, hasta que nosotros nos rindamos a su voluntad.
En realidad la Iglesia ha sufrido unas cuantas palizas en el juego de la vida, porque c concedemos más atención a nuestra guerra civil de las iglesias, que a nuestro adversario el diablo que ya fue derrotado, y esto es porque el Señor no ha colocado al mejor equipo en la cancha, porque nos cuesta someternos y obedecer.
Jesús desea que seamos unidos y la definió al compararla con la unidad que existe entre él y el Padre. Dios sueña con una Iglesia con personas que actúen juntos en unidad. Jesús entendió el principio del liderazgo en función de servicio.
Otra razón por la cual la unidad no fluye en la Iglesia como debería, es que muchos de nosotros procuramos hacer valer o imponer nuestra propia voluntad sobre el Cuerpo de Cristo. Como servidores no deberíamos tener planes propios. Nuestro objetivo principal debe ser llevar a cabo el programa del Maestro y hacer su voluntad y rendirnos a Él.
De la misma manera como Dios utiliza la unidad para atraer a la gente hacia sí mismo, el enemigo utiliza la desunión y la división para apartarla de Dios y de la Iglesia. Debemos aprender que para aprender a estar unidos debemos someter nuestra voluntad a la del Padre y permitirle el pleno control de nuestro corazón, nuestra vida y nuestra iglesia. Cuando batallamos peleas inútiles como negarnos hacer la voluntad de Dios, tendremos pelas apestosas es por eso que necesitamos con desesperación la ayuda de Dios, necesitamos ser bautizados en el Espíritu de amor y sumergirnos en él, quien es el único que crea la verdadera unidad.
La desunión y la división y la contienda son armas del enemigo que utiliza para destruir el sueño de Dios,
Hay 4 resultados de la falta de unidad
1. Si una iglesia ha muerto, mostrará que la enfermedad que la mató fue la división. Los templos de algunas iglesias no son otra cosa que ataúdes de hasta 100 años de antigüedad,
2. Si la iglesia no ha muerto todavía, va en camino. La mayoría ha tenido un conflicto y otro ya se está madurando.
3. En una iglesia en donde el pastor es un dictador y se hace lo que él dice, sin importa importar lo que Dios y la gente digan, o donde los laicos imponen su voluntad sin importar lo que el Señor y el pastor digan, en estos ambientes en donde reina la voluntad humana, no se manifiesta la voluntad de Dios. Su Iglesia Soñada es una visión distante, cada vez más pequeña en el horizonte de los reinos humanos, en donde los hombres se sirven a sí mismos. Y a medida que esa visión muere, perecen también el evangelismo y el avivamiento.
4. En todas las iglesias, de todas las denominaciones, en toda la Cristiandad, ministros, pastores, ancianos y santos heridos y lastimados. Personas lastimadas que llenan iglesias al igual heridas y lastimadas, en las cuales parece no existir cura o remedio a la mano. ¿Cuál es la razón? La división es una enfermedad traicionera que carcome de dentro hacia fuera. Sufren de hemorragia espiritual que las llevará a la muerte por causa de las rivalidades y las disensiones, y a menudo sufren por heridas que les han infligido en el Nombre de Cristo. He visto iglesias en donde sólo hablan de sus problemas, y se puede identificar a cada cual por su divisionismo o bien colocan su cara alegre y rehúsan reconocer que existe un problema. Su orgullo y renuencia a enfrentar la realidad de la situación, se convierten en instrumentos de su auto-destrucción
La cura para estos males es dejar de lado nuestra propia voluntad, nuestras preferencias personales y nuestros planes secretos y someternos por completo a su voluntad.
La desunión hace morir a la Iglesia; La muerte de la carne hace nacer la unidad. Voluntad.
Debemos aprender a comprender que aunque la Constitución declara que todos los hombres son creados iguales, esto no significa que todos somos idénticos. Somos hermanos y hermanas, hijos del Padre Celestial. Debemos aprender a aceptar nuestras diferencias, sin formar conflictos por nuestros desacuerdos menores.
Todos han sido llamados para viajar por el mismo sendero y en la misma dirección.
La verdadera unidad no se alcanza con esconder nuestras diferencias, sino al tratar de manejarlas en forma abierta con la misericordia de Cristo, Dios sólo usa siervos para hacer nacer la unidad, su capacidad de promover la unidad estará directamente relacionada con su capacidad de servir. Sólo aquellos que poseen un corazón dispuesto a servir, consiguen que nazca la unidad. El servicio es el seno materno en el cual la unidad se puede desarrollar; la arrogancia es donde nace la división.
Dios no necesita personas que luchen por él; necesita siervos. Los principios de su reino se defenderán solos. El espíritu de un siervo es lo que creará unidad; un siervo no busca sobresalir, sino el fomento del Reino de Dios.
La unidad contiene
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