El poder divino para Servir” “Dones Espirituales (1ra Parte)

LECCIÓN N° 4

“El poder divino para Servir” “Dones Espirituales” (1ra Parte)

DEVOCIONAL

Texto: Mateo 28:18-20 “Jesús se acercó y les habló diciendo: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.  Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado.  Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.

Durante todo el tiempo que Jesucristo estuvo en la tierra enseñó sobre amar al prójimo; su gran preocupación era el bienestar de las personas; sanó enfermos, levantó paralíticos, restauró de la vida de una mujer pecadora, resucitó a un hombre que era todo el sustento para el hogar que compartía con sus hermanas; siempre miró con compasión a las multitudes y procuró saciar sus necesidades.  Pareciera que la misión de Jesús sólo era el bienestar de las personas y es así, pero no un bienestar temporal sino ese que perdura y que es para siempre.  Verdaderamente lo que Jesús quiso enseñar fue la única manera en que los hombres podían estar sanos, aceptándole a EL e invitándole a vivir en sus vidas; por eso luego que Jesús padeció todo el escarnio de la cruz, resucitó y se apareció a los doce y les entregó la medicina para el mundo: “la gran comisión”

EL  quien  tiene  todo  el  poder  y  la  autoridad  hoy  nos  comisiona  a  nosotros, indicándonos que podemos servir y ser útiles para su reino.

¿Quiere usted servir a la obra del Señor?. Le animamos a que obedezca nuestro texto devocional:

1)  ID: Estar  dispuesto en  todo  momento para  trabajar en  lo  que  Dios  quiera encomendarnos.

2)  HACED: Hable de Cristo a todas las personas que le rodean; cuente su testimonio, recuerde que lo que más impactará su mundo es el cambio que ha  realizado el Espíritu Santo en usted.

3)  ENSEÑARLES: Su  servicio no  es  solo  hablar de  Jesucristo, también hay  que enseñarles sobre EL.

NO TEMA CUMPLIR LA MISIÓN DEL SEÑOR EN SU VIDA, EL ES FIEL Y SU PROMESA ES QUE “estará con nosotros hasta el fin del mundo” v.20b

 TEMA CENTRAL

“El poder divino para Servir”

El creyente luego de abrir su corazón a Cristo e invitarle a vivir en su vida recibe una llenura especial, algo que transforma radicalmente su vida.  Este cambio se evidencia de diversas maneras, pero principalmente recibe un poder que lo capacita para edificar el reino de Dios en la tierra.

¿Cuál es este poder?

EL ESPÍRITU SANTO

Es posible recibir el Espíritu Santo en nuestra vida, pero es necesario cumplir algunas condiciones para recibirlo; debe haber en nosotros:

1)  ARREPENTIMIENTO

Es el primer paso que damos para recibir la salvación que Dios nos ofrece a través de Su Hijo Jesucristo. Es un cambio de pensamiento y actitud hacia Dios y hacia el pecado. (Mateo 21: 28-29 Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña. Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue) Significa dar la espalda a la rebelión contra Dios y voltearse hacia Dios. El hijo Pródigo es un ejemplo. (Lucas 15:17-20 Y volviendo en sí, dijo: !!Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.  Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó) (Proverbios 28:13 El que encubre sus pecados no prosperará;  Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia)

2)  FE

Fe, del latín fidere, "confiar", es en la terminología religiosa, "el asentimiento firme de la voluntad a una verdad basada sola y únicamente en la revelación divina". (Royston, E. Diccionario de religiones). La Biblia dice en Hebreos 11:6 que "sin fe es imposible agradar a Dios". Entonces vemos la importancia de la fe en la vida humana. Sin ella no hay salvación. Tampoco puede el cristiano recibir contestaciones de sus oraciones. (Marcos 11:24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá). Las promesas de la Biblia quedan nulas y no hay victoria en la vida del cristiano si no hay fe. (I Juan 5:4 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.).

¿De dónde viene la fe? La fe es un don de Dios. (Efesios 2:8-9). Dios nos da la habilidad de creer en Cristo. Esa habilidad viene después de escuchar la Palabra de Dios: (Romanos 10:13-17).

3)  SUMISIÓN

Todo nuestro ser rendido al Señor

Luego que el Espíritu habita en nosotros, nuestra vida goza de algunos privilegios:(Propósitos)

1)  Nos da fortaleza para ser testigos de Cristo

2)  Nos da poder para cumplir con la gran comisión

3)  Nos da protección personal

 4)  Es una puerta de acceso a riquezas espirituales

¿Qué sucede cuando somos gobernados por el Espíritu Santo?

1)  Ocurren manifestaciones sobrenaturales

2)  Se unifica la voluntad humana y el espíritu

3)  Los resultados son sorprendentes

EVIDENCIAS DE UNA VIDA LLENA DEL ESPÍRITU SANTO

1)  Vivimos dedicándonos al Señor. (Efesios 5:19 hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones)

2)  Un espíritu de agradecimiento (Efesios 5:20 dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo)

3)  Sumisión con humildad

4)  Obediencia al Espíritu Santo

5)  Consagración cada día

6)  Manifestación del fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.)

MINISTRACIÓN

Gracias al Espíritu Santo y su guía, el cristiano tiene la fuerza necesaria para luchar contra todo lo que se opone a la voluntad de Dios.        No es por nuestros méritos ni por fuerza humana, es el Espíritu Santo el que nos capacita y nos PODER para SERVIR en los distintos ministerios que dejó para la edificación de su iglesia.

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