El propósito de Dios.

El propósito de Dios

 Muchas veces se generan preguntas como ¿para qué se está en la tierra?, ¿cuál será el propósito?, ¿qué  hacer en la vida?, ¿se está yendo por el camino correcto?; pero muy pocos obtienen las respuestas, algo si es seguro y es que cada uno ya tiene un plan y propósito para su vida, uno perfecto, donde sin duda alguna alcanzará la felicidad completamente, uno que aunque hayan problemas o circunstancias difíciles el corazón estará tan saciado que todo lo que importaba un tiempo atrás no importará más, cuando se habla de este plan y propósito refiere al que Dios tiene para cada uno, la verdadera razón por la que se está aquí, la única forma donde se sentirán completos y llenos, tanto así que ni lo que el mundo ofrece podrá satisfacer por completo el corazón humano, aunque a simple vista parezca que se lleva una vida buena con lujos, comodidades, dinero  aún habrán vacíos en el corazón, vacíos que solo nuestro Señor y Creador podrá llenar.

Aunque vivir conforme al propósito de Dios es lo mejor que el hombre puede hacer, muchos ni lo toman en cuenta porque no es fácil, dejar nuestra vida completamente en manos de Dios es un reto de valientes, valientes dispuestos a creer y confiar plenamente, en ser fieles hasta el último momento, pues muchas veces lo que se quiere no es lo que Dios tiene para cada uno, habrán circunstancias que dolerán pero tan solo es el proceso por el que se debe pasar, habrán cosas que no se entenderán pero solo será una prueba más que al final tendrá la mejor recompensa que cualquiera pudiera tener.

Se sabrá de ese propósito cuando se tenga una relación íntima con Dios, es allí donde se empieza a reconocer y por fin darle valor al acto de amor más grande de toda la humanidad, un amor inimaginable que se apropia de nuestra vida. A medida que se le permita a Dios entrar al corazón empezará a moldear y quebrantar, sanará heridas, mostrará por donde caminar y que vida hay que llevar, es ahí donde se empiezan a experimentar y vivir cosas sobrenaturales, que ni el mismo hombre podrá entender ni explicar solo se verá reflejado el amor, la gracia, la bondad, la misericordia y la fidelidad de aquél que envió a su único hijo a morir por los pecados de la humanidad.

Todo esto en una decisión, si decidir aceptar a Dios en el corazón y empezar a cumplir su propósito o dejar que el mundo guie la vida hacia la perdición.

                                                                         Laura Juliana Galíndez Duque

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