Ensayo sobre Gaudium Et Spes

Ensayo

Gaudium et Spes

Mario Castellón

En mi punto de vista la constitución apostólica Gaudium et Spes ha tenido y sigue teniendo mucho de qué hablar con respecto al juzgar y actuar de la iglesia con el mundo moderno, tratando de verlo de una manera objetiva el documento escrito en la década de los 60s aun tiene mucho que enseñarnos en la actualidad puesto que a pesar de que ya han pasado más de cincuenta años de su publicación, aun no se ha llegado a una vivencia de todo lo que la reflexión acertada de los obispos nos ofrece.

        Ciertamente a pesar de la antigüedad del documento las comisiones que lo elaboraron tuvieron un acierto en las miradas que hacían en vistas al futuro, este documento nos habla de una realidad que sigue siendo actual, pero que por el incremente sobre acelerado de la sociedad se está quedando corto, los cambios tecnológicos han ocasionado grandes cambios sociales y estos a su vez están afectando no solo a los individuos sino también a las comunidades y a todo el mundo.

En una sociedad en la cual el valor de la persona se ve cada vez mas disminuido la Iglesia como cuerpo de Cristo no se debe de quedar callada, a pesar de que el documento aporta un apartado a la antología, y de manera muy especial a la dignidad humana, dicho apartado se ha visto opacado por la creciente deformación del concepto de persona, la iglesia no ha sabido cómo establecer su lugar en el mundo moderno, aunque ha habido grandes avances con respecto a la visión del mundo hacia la Iglesia estos progresos se han visto de una manera muy lenta y precaria, pareciera que la ventana que el concilio quería abrir se estuviera atascando por la falta de adaptación de la jerarquía de la Iglesia.

El documento en su totalidad nos habla de cómo tiene que ser el actuar de la iglesia en el mundo actual, el cómo se debe de inmiscuir no solo en lo que le compete como religión sino también en todos los asuntos que competan al bien común y al cuidado de la persona, por su forma de hablar y el basto contenido de temas que toca esta constitución pareciera que la Iglesia pudiera tomar un papel muy importante en la decisiones y políticas internacionales, tal vez no como un juez que se centre en el aspecto moral y legal, sino más bien como una mediadora, consejera y corregidora.

La Iglesia en el mundo experimenta la misma situación terrena y por su capacidad de entender los signos de los tiempos es como esta debería de convertirse en un punto de encuentro y de cooperación si de verdad queremos que la misión de Cristo llegue a todos los hombres debemos de unificarnos verdaderamente como el cuerpo de Cristo, como una sola Iglesia aquella luz que ilumine el caminar de los hombres de todas las naciones. La Iglesia no está ligada a ningún sistema político, económico o social, pero aun así su misión en vistas a la preocupación de las realidades terrenas y ahí ha de ser envuelta en el espíritu cristiano que se muestra a través del ejemplo. Jesús nos llamó hijos de Dios para que nos amaramos como hermanos, como punto de unión de los hombres debe ser unida y esta unidad es en vistas al perfeccionamiento del individuo y de la sociedad depende del esfuerzo de cada uno, el verdadero bien común se logra con la cooperación de todos.

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