Estudios sobre Apologética Misionera

Introducción

La Apologética Misionera es la ciencia de dar una defensa de la fe cristiana. Siempre han existido escépticos que dudan de la existencia de Dios y atacan la creencia del Dios de la Biblia. También encontramos críticos que atacan la inspiración y origen de la Biblia. A lo largo de la historia y hasta el dia de hoy hay muchos falsos maestros que promueven doctrinas falsas y niegan las verdades de la fe cristiana. El propósito de la Apologética Misionera es combatir estos movimientos, y promover al Dios de la Biblia y la verdad cristiana.

        La Apologética en teología y literatura consiste en la defensa sistemática de una posición o punto de vista.^[1] La palabra apologética viene del griego Apologetikos, la cual a su vez proviene de la palabra apología. Esta palabra designa la posición de defensa militar contra un ataque.^[2] También podemos decir que es la defensa de una idea, de una doctrina o de un argumento. La Biblia nos enseña  como aplicar la apologética en una manera lógica y razonable para comunicar el verdadero mensaje del evangelio a las masas. Un ejemplo de los muchos que se encuentran en la Biblia está en 1ra de Pedro; “y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”. ^[3] Esto es un texto clave que nos llama para prepararnos para defender lo que creemos.

        La mayoría de los cristianos no tienen conocimiento básico de lo que es la apologética misionera. No saben defender porque creen lo que creen, y al responder mal a las preguntas que reciben sobre la fe, con frecuencia terminan haciendo daño y ridiculizando el evangelio. Hay tres puntos importantes que debemos estudiar, entender y ser parte de lo que predicamos; quien es Dios, como es la salvación y que autoridad tiene la Biblia. El propósito final de la apologética es

presentar el evangelio con estos tres puntos de una manera sencilla, lógica y con la verdad absoluta.

Contenido

        En ocasiones la confusión de lo que la Biblia enseña procede de una mala traducción de la Biblia. A menudo la confusión es el resultado de descuidados métodos de estudio entre creyentes y las doctrinas de falsos maestros, profetas y escritores.^[4] Estos falsos profetas aun usando las traducciones apropiadas tuercen y distorsionan la Palabra de Dios para promover sus propios intereses o apelar a la lógica del mundo. No debemos depender de otros para que nos enseñen la Palabra de Dios. Debemos de estudiar la Palabra de Dios y depender del Espíritu Santo.

        La confusión letal es la confusión relativa a la verdad del Evangelio. Mientras que la Escritura enseña que Jesucristo es el único camino, la única verdad y la única vida, muchos de los que se llaman a sí mismos cristianos, creen que el cielo puede ser ganado de otras formas y en otras religiones. Dios nos ha dado Su Espíritu y la orden de predicar la verdad de la Biblia (la verdad absoluta), con humildad y paciencia y estudiarla para presentarnos como obreros aprobados quienes usan correctamente la palabra de verdad.^[5] La Biblia dice que conocemos la verdad a través de Jesús y la verdad nos hace libre.^[6] Jesucristo nos hace libres de la esclavitud del pecado, de las necesidades creadas por el mundo y de los afanes o preocupaciones de la

vida.^[7] Él nos da la paz que sobrepasa todo entendimiento. Como lo afirma su Palabra en Filipenses, “la paz que el mundo no puede dar.”^[8]

La segunda Epístola del Apóstol Pedro parece como si fuera escrita para nosotros. Las palabras de este libro son tan pertinentes, tan contemporáneas y llenas de consejos prácticos para nuestro tiempo. Confirman dos verdades; 1) la Biblia es relevante, fresca y vital. Nunca se vuelve anticuada. 2) La historia ha dado un círculo completo; vivimos en días que afrontó la iglesia primitiva. Pedro nos enseña en su segunda Epístola a como mantener la fe ante la falsedad; como detectar el error, como evitar la trampa del engaño, como saber y hacer lo correcto en un mundo que actúa inmoralmente. También vemos el ejemplo del Apóstol Pablo en el libro de los Hechos capítulo 17, donde permaneció en el Areópago, plaza pública de Atenas y en su discurso a estas ilustres y personas religiosas practicó la apologética ofreciendo una explicación y defendiendo la fe cristiana. Aquí Pablo utilizó la razón, los ejemplos culturales de un altar en Atenas y un poema griego.^[9] Explicó las verdades bíblicas acerca de Dios, su carácter y nuestra necesidad de su misericordia. El propósito de Pablo era comunicar a los paganos que creían en muchos dioses las buenas noticias del único Dios verdadero que se convirtió en hombre; Jesús. Así como lo hizo Pablo el creyente es llamado a estar preparado para “militar”, desafiando las enseñanzas anti bíblicas que se opongan a la verdad sobre la persona y obra de Jesús. También Judas, el hermanastro de Jesús nos describe en forma apologética como encarar a los falsos profetas y maestros. Así como estos apologistas a través de la historia, han surgidos muchos mas en defensa del evangelio. La iglesia primitiva estuvo marcada por una época de doctrina cristiana misionera, distintiva de las creencias paganas.

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