Familias solidas con Dios

Familias sólidas con la ayuda de Dios

Salmo: 127:1-5 y 1 de Corintios: 13:1-6

Introducción

Las familias hoy enfrentan crisis que tiene múltiples factores desencadenantes, parte de la ausencia de principios y valores.

Algunos expertos coinciden en asegurar que en los países desarrollados y más aun en los que están en vías de desarrollo, hoy se puede afirmar que los hogares están enfermos y sufren un desequilibrio que amenaza la felicidad de todos, la paz social, la seguridad de las personas. Y aleja la esperanza de lograr un mundo mejor.

¿Hay salida al laberinto? Sin duda que sí.

Volver nuestras familias a Dios, permitirle que el ocupe el primer lugar, y nos permita edificar hogares sólidos; con pautas de la vida que le permitan a todos los componentes de la pareja alcanzar el pleno desarrollo personal y espiritual.

1. El propósito de Dios es edificar hogares sólidos a partir de matrimonios imperfectos.

1. Desde el comienzo de la creación un propósito indeclinable de Satanás ha sido la destrucción de la familia.

1. Satanás incide mediante una cultura plagada de anti valores.

1. Satanás estimula el orgullo, el resentimiento y la falta de perdón entre los integrantes de la familia

1. Los mayores grados de falta de perdón e intolerancia se viven en el interior de la familia.

1. En el interior de la familia hay crisis que podemos diferenciar en crisis favorables y  adversas:

1. Crisis favorables: llevan aumento de la calidad de vida y al bienestar. Se originan en conflictos que tienen un adecuado manejo y nos permiten aprender, para crecer.

Podemos mencionar las diferentes etapas en la relación de parejas: Las etapas de los hijos (infancia, adolescencia, juventud), así como circunstancias eventuales (una enfermedad o la pérdida de un ser querido).

1. Crisis adversas o desfavorables: se originan en crisis de valores, crisis de parejas o en la relación con los hijos, decaimiento de la relación que lleva al divorcio, pérdida del trabajo, dificultades económicas, entre otras.

El secreto está en el manejo que le demos a cada situación, podemos salir adelante o sumirnos en una relación irremediable.

1. En las escrituras nos enseña que Dios mismo es el padre de la familia. Efesios 3: 14-15

La familia es el espacio donde Dios quiere afirmar el amor, la tolerancia, el apoyo mutuo y el sentido de pertenencia.

El que más se interesa en destruir el núcleo familiar es el adversario Satanás. En esa dirección siembra disensión, falta de perdón y vivo deseo de acudir al divorcio como solución a los problemas.

Sí fallamos como cabeza del hogar, es necesario reconocerlo delante del señor y fortalecernos en El para sobreponernos en las dificultades y salir victoriosos (2 Corintios: 12:7-10).

La clave de las familias exitosas radica en permanecer unidas durante los conflictos y desarrollar la habilidad de identificar donde están fallando y reorganizarse en el camino correcto.

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