LA FAMILIA FELIZ ES LA QUE PONE A DIOS EN PRIMER LUGAR

LA FAMILIA FELIZ ES LA QUE PONE A DION EN PRIMER LUGAR

 Al pie del cerro de la memoria se hallan un hombre y una mujer. Él está en el lado norte y ella en el sur, y los separa una distancia considerable. Pero los dos inician al mismo tiempo el ascenso. ¿Qué ocurre? Que la separación se reduce a medida que suben hacia la cúspide. ¿Cómo puede animarnos este ejemplo?

 Pues bien, el ascenso a la montaña representa el esfuerzo que hacemos los cristianos por servir a Jehová con toda el alma. Seguramente usted y su cónyuge aman a Jehová y están poniendo todo su empeño en la escalada. Pero si se encuentran distanciados, es como si estuvieran subiendo por laderas opuestas. ¿Qué ocurrirá si continúan avanzando hacia la cumbre? Aunque al principio haya un gran espacio entre los dos, cuanto más se esfuercen por ascender —es decir, por acercarse a Dios—, más cerca estarán el uno del otro. No hay duda: la clave para reducir las distancias entre marido y mujer es acercarse a Dios. Pero ¿cómo se logra ese objetivo?

Bueno para empezar debemos tener claro que la familia es una institución creada por Jehová y él dio origen al matrimonio, celebrando la primera boda.

La cual se formaba por la unión de un hombre y una mujer como esposos, según la norma de Dios. Y el propósito fundamental del matrimonio era la multiplicación del género humano.

Jehová, el Creador del hombre y de la mujer, decretó que esta multiplicación se efectuara por medio del matrimonio según Gén 1:27, 28, efectuándose así la primera boda humana (Gé 2:22-24 leer). Así el matrimonio formaría un vínculo permanente entre el hombre y la mujer, de modo que pudieran ayudarse mutuamente. Al vivir juntos en amor y confianza, podrían disfrutar de gran felicidad pero no así distanciados. Jehová creó a la mujer como una compañera del hombre, y formándola de la costilla de este. Como Jesús comentó, no fue Adán, sino Dios, quien dijo: “Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre y se adherirá a su esposa, y los dos serán una sola carne”. (Mateo 19:4-6; leer)

El propósito de Dios era que esta pareja casada aumentara por la producción de hijos. Entonces, cuando los hijos crecieran, éstos habrían de casarse y formar sus propias familias. El propósito de Dios era que, con el tiempo, familias felices vivieran en todas partes de la Tierra. Ellas convertirían la Tierra en un hermoso paraíso por todas partes.

Hermanos como vimos al inicio, la procreación era la comisión principal en aquella época pero hoy día ¿cual será? LA PREDICACION        ya que la comisión inicial ya se cumplió ahora nuestro enfoque debe ser la predicación del reino.

Es por eso que Jehová muestra constante interés en la familia, al suministrar consejo a esposos, esposas e hijos cristianos, interesándose así en la vida familiar de sus adoradores en la actualidad

 Por eso nosotros como cristianos DEBEMOS PONER A DIOS EN PRIMER LUGAR EN LA VIDA FAMILIAR

y ¿como lo podemos hacer? Bueno los invito a leer Eclesiastés 4:12, como ven si se separan las hebras de una cuerda triple, cada una de ellas puede romperse en seguida. No obstante, cuando están trenzadas formando una “cuerda triple”, no pueden romperse en dos con facilidad. Del mismo modo, cuando los matrimonios cristianos están, por decirlo así, entrelazados en unidad de criterio y propósito con Jehová, tienen mayor fuerza espiritual, como la que se necesita para ser un matrimonio feliz. Es por eso que Jehová nos invita a formar una cuerda triple con él dentro de nuestro matrimonio.

Y ¿que hay sobre las familias donde falta uno de los padres?

Bueno Pensemos en el caso de una hermana cuyo esposo incrédulo la abandonó, dejándola con cinco hijos. Tuvo que obtener un empleo para mantenerlos, pero ¿descuidó el bienestar espiritual de ellos por estar agobiada? Ella recuerda: “Estudiaba diligentemente la Biblia y las publicaciones basadas en ella, y procuraba aplicar lo que leía. No dejé de llevarme a los niños a las reuniones y a la predicación de casa en casa. ¿Cuáles fueron los resultados? Los cinco están bautizados”. Participar al máximo en el ministerio también puede ser de gran beneficio al criar a los hijos “en la disciplina y regulación mental de Jehová”

Cuando ponemos a Dios en primer lugar obtenemos muchas bendiciones como lo hizo la hermana que se menciona y notamos que Jehová realmente se interesa por el bienestar de las familias cuando falta uno de los padres.

¿QUE HAY DEL ESPOSO?

La jefatura del esposo coloca sobre él una seria responsabilidad. Aunque es dueño de su esposa, tiene que reconocer que ella es de gran valor a los ojos de Dios, sobre todo si es cristiana. Ha de amarla como se ama a sí mismo, pues ambos forman “una sola carne”.

Los esposos tienen que tratar a sus esposas con el mismo cuidado amoroso que Cristo trata a la congregación. Deben reconocer que la esposa es el “vaso más débil”, y asignarle honra, tomando en consideración su naturaleza física y emocional. Esto es especialmente importante si la pareja es cristiana,

la Biblia dice: “Los esposos deben estar amando a sus esposas como a sus propios cuerpos.” (Efesios 5:28-30 leer) Vez tras vez la experiencia ha probado que para que las esposas sean felices tienen que sentirse amadas. Es decir que hay muchas maneras de demostrar cariño aparte de decirle “Te quiero”. Esto significa que el esposo debe dar a su esposa atención especial, lo cual incluiría ternura, comprensión y afirmaciones repetidas de aprecio, detalles que no se olviden, mostrarle agradecimiento por el trabajo que hace ella, anteponer los intereses de ella a los suyos, de esta manera le estaría asignándole  honra,’ como dice la Biblia.

ESPOSA

A la esposa se les ordena que estén en sujeción a sus esposos, tanto si ellos son creyentes como si no. A las esposas se les aconseja que su principal adorno sea la persona secreta del corazón y que produzcan el fruto del espíritu, a fin de que por medio de su conducta el esposo incrédulo pueda ser atraído al cristianismo.

Pero no es solo eso si también tiene muchas otras ocupaciones, ¿Cómo cuales?

Por ejemplo, la esposa es una persona espiritual, teme a Dios y le adora con profundo respeto y temor reverencial, asimismo colabora con su esposo en educar a sus hijos a proceder igual.

...