Informe de lectura: "Laudato sí", capitulo IV, Papa Francisco: "Una ecología Integral"

1. Informe de lectura

Informe de lectura: “Laudato Si” (2015), Papa Francisco. Capítulo cuarto: “Una ecología integral”.

El Papa Francisco, cuyo nombre real es Jorge Mario Bergoglio, nacido en Buenos Aires el 17 de Diciembre de 1936, es el actual Papa de la Iglesia Católica desde el año 2013.
“Laudato Si”, es el título de su segunda encíclica, que se centra en el Planeta Tierra como lugar donde viven las personas y defiende la naturaleza a lo largo de sus seis capítulos. El núcleo del capítulo cuarto de dicha encíclica, que es el que interesa analizar, es la propuesta de una ecología integral como nuevo paradigma de justicia.

Francisco, comienza el capítulo cuarto de su encíclica, planteando que el problema ecológico está fuertemente relacionado con otros problemas actuales, como pretender una visión ecológica completa mirando un único aspecto. A partir de esto, centra su relato, en una visión ecológica integral, que tome en cuenta tanto dimensiones humanas como sociales.

Insiste fuertemente en que todo está conectado y afirma que los conocimientos parciales y aislados no permiten una visión amplia y completa de la realidad. A partir de esta postura, expresa que los seres humanos, están incluidos en la naturaleza, son parte de ella  y que por esta misma razón, ante un problema ambiental, resulta necesario analizar a la sociedad, a su economía y comportamiento, para obtener soluciones integrales y eliminar toda posibilidad de pensar en crisis separadas.

En su afán de demostrar que “el todo es superior a la parte”, sugiere que la ecología integral, que hasta el momento suponía solo tres aspectos, los ambientales, económicos y sociales, comprenda también los culturales al momento de analizar cuestiones relacionadas con el medio ambiente, con el fin de que se ocupe del cuidado de las riquezas culturales de la humanidad ya que considera de alta gravedad la perdida de las mismas.

Pero, los cuatro aspectos nombrados hasta el momento, no son los únicos, considera necesario también el desarrollo de una ecología de la vida cotidiana, ya que, según él, la calidad de vida influye fuertemente en los comportamientos humanos.

Tampoco se permitió dejar fuera de su visión de ecología integral, un aspecto según el inseparable que debe por obligación ser defendido y promovido por la Sociedad, la noción del bien común, un principio que presupone el respeto a la persona humana, la aplicación del principio de subsidiaridad, reclama el bienestar social y requiere la paz social, es decir, un cierto orden. No pierde oportunidad para recalcar que cada vez son más las personas privadas de estos derechos humanos básicos, y que en consecuencia a ello este principio se convierte en un llamado a la solidaridad y en una opción preferencial por los más pobres,

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