LA BAILARINA MARINA QUE NUNCA SE RENDÍA

                                  LA BAILARINA MARINA QUE NUNCA SE RENDÍA

 Había una joven llamada Marina que sentía pasión por la danza y practicaba sin cesar, soñando con que un día se convertiría en una gran profesional. Cada día anhelaba tener la oportunidad de mostrar su habilidad ante alguien que pudiera cambiar su destino.

 Un día , al mediodía ,Marina, se enteró de que el joven director del prestigioso ballet de un país con larga tradición  es este arte, se encontraba en su ciudad, en busca de nuevos talentos. Sin pensarlo mucho , la joven se apuntó con enorme ilusión para bailar ante tan distinguido visitante.

 Llegado el día, se puso sus zapatillas y, llena de entusiasmo, dió varios pasos de baile en su presencia, que la observaba detenidamente.

Cuando terminó, contenta por su actuación, para la que había ensayando durante varios meses, le preguntó al director del ballet: 

-¿Qué le ha parecido? ¿Cree que tengo talento para convertirme en una estrella de la danza?

El director la miró a los ojos, y muy  tajante  le dijo:

-Lo siento, tú no tienes ningún talento para la danza.

La joven se alejó llorando y tiró sus zapatillas de baile a un cubo de basura en su camino de vuelta a casa. Pero estuvo varias semanas reflexionando, y  al final ,se dió cuenta que no merece la pena tirar la toalla, decidió luchar por su futuro y ganarse un hueco en  el mundo del ballet,de esta manera se fue a la tienda , se compró unas zapatillas nuevas y comenzó de nuevo a ensayar.

Pasaron los  años y ella siguió practicando sin parar, aunque eso implicara mucho más esfuerzo y constancia.

Llegaron las navidades, en su ciudad hicieron diversas pruebas  para  conseguir uno de los papeles importantes en una  obra muy importante y de gran  prestigio , necesitaban una bailarina  de ballet profesional.

 Marina se presentó y al final  consiguió el papel de la obra,tuvo su recompensa después de años practicando. Durante los meses siguientes, ella se hizo famosa , recorrió el mundo, salió en diversos periódicos y programas de televisión. Incluso tuvo su propia película.

Al poco tiempo,  Marina escuchó en la radio   a aquel director  que la rechazó en su primer casting,  este se presentó con su prestigioso ballet para dar una función en su ciudad. Ella acudió entusiasmada y se emocionó al ver la belleza y elegancia con la que se movían las bailarinas. Al finalizar la función , pudo acercarse a saludar al director.

-Buenas noches, usted no se acordará de mí, pero hace muchos años vino usted a esta ciudad en busca de jóvenes talentos.

-Sí, me acuerdo perfectamente- contestó el director.
-Yo quería ser una gran bailarina, pero me dijo que no tenía talento.
-Sí, eso se lo digo a todos.
-¡Cómo que se lo dice a todos! Casi renuncié a mi carrera de bailarina porque creí lo que me decía , pero menos mal que no le hice caso y logré mis sueños.

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