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LA EVOLUCION DE LAS TRADICIONES DESDE LA ORAL A LA ESCRITA


Enviado por   •  27 de Noviembre de 2015  •  Tarea  •  3.149 Palabras (13 Páginas)  •  230 Visitas

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EVOLUCION DE LAS TRADICIONES DESDE LA ORAL A LA ESCRITA

Jack Goody enfatiza mucho que en el texto podemos encontrar mucho más que alfabetización; tiene claro que las prácticas que realiza el autor afecta al texto, no sólo el desarrollo de los individuos y sus modos de pensar, sino que también las actividades que realiza dentro de la comunidad. La cultura proporciona los significados de los hechos, y esto significados son dados por las intervenciones e interpretaciones de los miembros de la comunidad. Esa alfabetización afecta a la cultura y la sociedad tales como la memoria colectiva, la imagen hacia los demás, la participación que tiene el individuo, el repertorio cultural.

Las teorías y puntos de vista habituales sobre las diferencias en el modo de pensamiento de las distintas sociedades humanas dependen enormemente de la constante dicotomía entre “avanzado” y “primitivo”, “abierto” y “cerrado”, “doméstico” y “salvaje”, “oral” y “escrito” o lo que es lo mismo, entre cualquiera de las distinciones que la gama «nosotros-ellos» puede abarcar.

 Además de estudiar la participación social en el interior de la cultura lo cual es ahí en el seno de la comunidad donde el lenguaje toma su forma única.

A partir de estos interesantes estudios sobre las consecuencias de la escritura en la vida social sabemos de la lentitud de su implantación en el medio escolar. Goody, resalta las funciones cognitivas de la cultura alfabética. Siguiendo con esta línea, indica que la escritura, como ningún otro medio, da vigor a la conciencia: para vivir y comprender totalmente, no necesitamos sólo la proximidad sino también la distancia que hace que permite el uso escrito.

Este enfoque, llamado sociocognitista favorecen explicaciones orientadas más hacia los procesos de producción; al mismo tiempo, tienen en cuenta el contexto real de producción y los procesos cognitivos adecuados a esos contextos, permitiendo una visión más realista de las exigencias que implica enseñar la escritura reflexiva. La habilidad para escribir constituye un campo específico de conocimiento que se adquiere en sociedades industrializadas y en ambientes académicas. Las instituciones educativas suelen ser responsables de promover esta actividad reflexiva, a través de la enseñanza de estrategias de escritura para realizar diferentes actividades dentro del ámbito escolar, así, como promover la adquisición de estrategias que sirva como herramienta para que el alumno desarrolle su propio pensamiento y transforme el conocimiento, sin embargo, es la escuela misma la que hace que el conocimiento se vuelva individual y ese pensamiento sea cognitivo , aislado de toda realidad y sobre todo único.

La escritura, que trasciende a través del tiempo y el espacio ha permitido que la civilización pueda tener mayor consolidación y permea en la sociedad para poder tener control social a través de ella, de ahí que las instituciones dispongan de reglas y reglamentos que permiten tener un control de los grupos sociales, como son en la iglesia como a través de los libros sagrados que tienen logran mantener su dominación en el grupo social al que pertenece.

Así, la escritura representa un paso decisivo del homo sapiens, pues es la “adquisición de un vínculo entre pensamiento y símbolos materiales; por primera vez el género humano establecía una relación simbólica entre operaciones mentales y símbolos exteriores deliberadamente realizados” (Cardona 1994:61).
Pero recordemos que la escritura, en tanto invención humana, es una tecnología, es el “…sistema codificado de signos visibles por medio del cual un escritor podía determinar las palabras exactas que el lector generaría a partir del texto” (Ong) . De esta manera, “traslada el habla del mundo oral y auditivo a un nuevo mundo sensorio, el de la vista, transforma el habla y también el pensamiento” (Ong) . La escritura constituye así un nivel superior de la palabra hablada, a la que reconstituye “en el espacio visual y [con] la impresión la incrustó más categóricamente en el espacio” (Ong) .

La conquista de la escritura supone una nueva actitud intelectual, expresa Jack Goody. Es decir, es un producto cultural que surge en una sociedad que contiene ciertas características. En efecto, poner en signos de escritura lo que la boca pronuncia no es un acto sencillo, sino que requiere que la sociedad haya alcanzado algunas condiciones mínimas y necesarias para que ello ocurra. El paso de la oralidad a la escritura es un cambio que está relacionado con otros aspectos, como los psíquicos y sociales, con la producción alimenticia, el comercio, la religión, la tecnología, etcétera. Pero sobre todo, la escritura “intensifica el sentido del yo”, “eleva la conciencia” (Ong) . “La dinámica de la oralidad y la escritura forman parte integral de la evolución moderna de la conciencia hacia una mayor interiorización y una mayor apertura” (Ong) .

Por otro lado Goody, en la dicotomía “oral y escrito” nos hace ver que tanto en las sociedades orales (tradicionales), como en las sociedades con escritura (moderna), se producen cambios en todos los ámbitos de la evolución de cada sociedad y que estos son trasladados con el paso del tiempo a los textos e historias orales.

  Para un estudioso del comportamiento humano (por ejemplo, para un antropólogo, como Evans-Pritchard) lo más importante de la religión no es su definición, sino su función. No tanto qué es, sino para qué sirve y cómo se desarrolla de acuerdo con las necesidades humanas.

La religión contribuye a la cohesión social y da confianza a los hombres en sí mismos. Para el antropólogo lo más importante es cómo las creencias y prácticas religiosas afectan en cualquier sociedad al espíritu, a los sentimientos, las vidas y las relaciones mutuas. Para el antropólogo, la religión es lo que la religión hace.

   Así pues, la religión cumple una función social al transmitir determinados estados emocionales que caracterizan el carácter de un pueblo, todo ello con la finalidad de favorecer su cohesión. Pero ¿cómo opera este poderoso sistema ideológico en el individuo?

   Uno de los fundamentos psicológicos de la religión es la eliminación de uno mismo, la negación de la individualidad, desprovista de sentido o incluso de existencia salvo en cuanto parte de algo superior al yo y distinto de él. En general, se considera que en la religión hay dos elementos indisociables: el ritual, la costumbre, la acción colectiva, y el mito o la teología, representación del estado afectivo de la colectividad, de la consciencia colectiva.

Esto nos puede dar un comienzo acerca del objeto de este libro: las teorías acerca de la religión. Tras el reconocimiento de la religión cómo fenómeno trascendente del ser humano universal, no será hasta el siglo XIX que comience, con la antropología, el estudio científico de su naturaleza y origen.

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