LA INTELIGENCIA EN LA VIDA AFECTIVA Y SACERDOTAL
Enviado por Juan Da • 7 de Septiembre de 2015 • Trabajo • 896 Palabras (4 Páginas) • 191 Visitas
LA INTELIGENCIA EN LA VIDA AFECTIVA Y SACERDOTAL
Cuando hablamos de inteligencia afectiva hacemos referencia como dice Goleman a la “capacidad para reconocer sentimientos en sí mismo y en otros, siendo hábil para administrarlos al trabajar con otros”.
Resulta de suprema importancia el reconocer nuestros propios sentimientos para poder gobernarlos y que ellos no nos gobiernen a nosotros, para tener la capacidad de expresarlos en su justa medida, de forma que acrecienten el calor y las relaciones humanas y no las destruyan con malas interpretaciones sentimentales o en el peor de los casos desviaciones del sentimiento de una forma sana a una forma destructiva del propio proyecto de vida y hasta de la propia personalidad.
Aplicando este término: inteligencia en la vida afectiva al ministerio sacerdotal, resulta de vital importancia pues de la madurez, depende el buen manejo de los sentimientos y de este manejo va a pender la felicidad o infelicidad en el desarrollo del ministerio; y es que hoy vemos tres prototipos en los cuales no se aplica ni un poco la inteligencia en la vida afectiva y sentimental, el primer prototipo es el sacerdote aislado, regañón y amargado que hace que la comunidad decrezca, y en su ensimismamiento se va convirtiendo en un ser anti-social, el cual termina en una depresión, por su falta de relaciones calorosas con los que convive a diario; el segundo prototipo es el sacerdote que se pasa de cariñoso y hace con sus acciones, que los que lo rodean mal interpreten ese cariño y por sus actos pone en peligro incluso su propio ministerio, puesto que no mide sus demostraciones de afecto y con ellas ilusiona a quienes se enamoran de su figura y termina por su imprudencia, enredado con quienes debe cuidar; el tercer prototipo es el sacerdote que le da miedo relacionarse y solo escoge un pequeño grupo de amigos para inter-actuar, pensando que es lo mejor que puede hacer para cultivar su castidad y celibato, sin darse cuenta que está cerrando el corazón de pastor por un miedo fundado en sus propias inseguridades afectiva.
Para no caer en estos prototipos y ser imagen del buen pastor que a todos ama y por todos da la vida es muy importante tener en cuenta la inteligencia sentimental, para medir y ser prudentes a la hora de relacionarnos con quienes están a nuestro cuidado, siendo ejemplo de equilibrio y santidad en medio de las comunidades; por este motivo es muy importante aplicar los principios de la inteligencia emocional que nos presenta Goleman:
- Recepción
- Retención
- Análisis
- Emisión
- Control
Si analizamos a fondo estos cinco principios se refuerzan el uno al otro desde el momento que se recibe la demostración de afecto hasta el momento en que madura dicha demostración e inicia el propio control ante el sentimiento, teniendo en cuenta que más que seres instintivos que responden a estímulos incluso afectivos, somos seres racionales que podemos encausar nuestros sentimientos y afectos para construir la propia personalidad y el propio proyecto de vida.
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