Los Moravos y su impacto en las Misiones

Los Moravos y su impacto en las Misiones

Los Moravos

Jhon Rojas

Seminario Bíblico Centro Cristiano San Cristóbal

Es importante cuando hablábamos de la iglesia moderna, cuando hablamos del tema de los misiones, conocer primeramente sus orígenes, y es imprescindible, en este contexto, hablar del tema de Los Moravos. Como cristianos, como conocedores de nuestra historia, es importante que conozcamos entonces el origen de los moravos, su historia, sus raíces, sus características. El origen de esta gente se remonta a antes de la época de Martin Lutero, pero ellos afectaron importantemente el tema de las misiones. Los moravos pertenecían a un pueblo ubicado en Checoslovaquia, llamado Moravia. Esta agrupación cristiana fue muy perseguida por su credo, en ellos había comenzado un gran mover del Espíritu Santo y sus detractores, la iglesia católica, se oponía fuertemente a los que ellos tenían como convicción. Los Moravos se apegaban al legado que dejo en su tiempo el “General de Dios” Juan Huss, gran reformador que había vivido 100 años antes de Martin Lutero y que murió quemado en la hoguera el 6 de julio de 1415, la historia cuenta que al momento de ser quemado, Juan Huss hace una declaración  antes de morir, diciéndole a sus detractores, la iglesia católica, que en ese momento ellos estaban “asando un ganso, pero que de dentro de un siglo se iban a encontrar con un cisne que no podrían asar”. La historia, suele identificar el surgimiento de Martin Lutero y su legado con esta predicción de Juan Huss, ya que Lutero 102 años después clavo las 95 tesis en Wittemberg además de que en su escudo de armas figuraba la imagen de un cisne. Los Moravos entonces se consideran como alumnos de Juan Huss y en medio de su persecución y dirigidos por Christian David fueron llevados a Alemania, allí son refugiados y atendidos por una persona pudiente, el conde Nikolaus Ludwig von Zinzendorf. Este hombre además de ser un importante terrateniente, atesoraba la  doctrina  luterana  desde  joven. Participar  de  los  sacramentos  y  meditar  en  el sacrificio  de  Cristo  eran  especialmente  agradable  para  él.  Su lema  de  vida, era  “Tengo  una  pasión, es  Jesús, Jesús  solamente. La cual posteriormente se volvería famosa.  El  escribió: “Por muchos  años  me  he  relacionado con Jesús de  manera  infantil y conversado con El  como amigo por muchas horas”, mostrando de esta manera su denuedo por Jesús y su búsqueda constante de Él. Zinzendorf ayudo a los migrantes moravos cediéndoles amplios espacios de terreno para que se pudieran asentar en esa localidad.  Fueron aproximadamente unas 300 personas entonces las que allí fundaron lo que hoy se conoce como la comunidad de Hernnhut, que significa la “choza del Señor”, allí comenzaran a conformarse como comunidad y a construir las bases de sus movimiento. En su historia, una fecha muy importante para ellos es el 13 de agosto de 1717, algo importante para ellos ocurrió en esta fecha, allí fueron impactados por el Espíritu Santo de una manera sobrenatural. Para ellos esta fecha representa “la unión” entre ellos mismos, ya que antes de esta fecha ellos eran una comunidad en donde reinaba la desunión. Los Moravos, que además de compuestos por inmigrantes, se les habían sumado otros entusiastas  religiosos  como Pietistas  Alemanes,  Luteranos,  Reformados,  Separatistas,  Anabaptistas, tenían una gran diversidad  de  opiniones que provocaba discordia entre ellos, pero movidos por el Espíritu confesaron  su  lamento  por  divisiones  del pasado  y  juraron  vivir  en  amor  mutuo. Esta  unión dio  lugar  al  nacimiento  del  avivamiento en  Herrnhut  del  cual  creció  la  espiritualidad  Morava.  El  clímax  del  avivamiento  ocurrió  el siguiente  agosto.    Una  acción  extraordinaria  de  oración  organizada  lo  precedió.    El  miércoles  13  de agosto,  la  presencia  manifiesta  del  Espíritu  Santo  visitó  a  la  comunidad  de  manera  impresionante.  Esta  renovación  corporativa  fue  el  ímpetu  para  el  movimiento  de  oración  Morava  de  cien  años  sin cesar. Establecieron una especie de cadena de oración, compuesta por 24 hombres y 24 mujeres, orando 1 hora cada uno, lo que los hacia permanecer entonces en una constante vigilia para el Señor. A pesar de sus ocupaciones, su cadena de oración no se rompía y siempre había una persona orando que los estaba cubriendo espiritualmente a través de la oración. Cuenta la historia que de “manera literal” esta cadena de oración duro 100 años, cada día se fueron agregando más y más personas a esta cadena de oración. Claramente esta fue una estrategia de Dios para crear un avivamiento, a pesar de que los moravos no eran los más capacitados, no eran los más preparados, eran simplemente un grupo de refugiados de los que no se esperaba una gran elocuencia, pero este mover espiritual, impulsado por sus oraciones constantes les hizo el conocer el corazón de Dios y pudieron atender el llamado del Señor, ya que luego comenzarían a enviar misioneros a lugares apartados, a lugares paganos, a lugares donde las personas habían sido esclavizadas, a lugares donde no se conocía del Señor. Las comunidades moravas, con una congregación de aproximadamente 60 personas eran capaces de sostener el envío de un misionero para llevar el mensaje de salvación a las comunidades más necesitadas, esto muestra el compromiso que ellos tenían con las misiones. Algunos de estos misioneros a su vez, eran capaces de auto sostenerse por sus propios medios, a través de lo que le generaban sus propios trabajos. La historia de los Moravos cuenta que en una ocasión, dos jóvenes moravos tuvieron noticias de que en una isla en el mar del Caribe habían 40 mil africanos que estaban siendo esclavizados. A nadie le era permitido entrar a la isla a menos que fuera como esclavo. Estos dos jóvenes moravos fueron movidos a compasión por esos esclavos, ellos sabían que los esclavos perecerían en sus pecados si no iban a llevarles el evangelio. Así que, los dos jóvenes moravos se vendieron como esclavos, y fueron a la esclavitud a fin de alcanzar a los esclavos africanos. Su lema era: “Vamos a ganar para el cordero la recompensa de Su sacrificio”. Podemos notar entonces el nivel tal de compromiso que tenían los moravos para hacer misiones, para hacer llegar el mensaje de salvación a los más necesitados. Esto muestra claramente como ellos anclados a su compromiso, se convierten en esclavos de Jesucristo y así poder cumplir la gran comisión. La historia nos muestra que en 20 años los moravos enviaron más misioneros que el protestantismo en dos siglos. El paradigma de hacer misiones definitivamente fue transformado por los moravos.

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