Pensamiento critico en el precepto religioso

Pensamiento crítico en el precepto religioso

Maria Fernanda Lopez Higuita

Química

25/09

Maria.lopezh1@udea.edu.co

Luz Bibiana Diaz Martínez

En cada acción humana es indispensable ejercitar el pensamiento crítico como una parte fundamental del progreso individual y social. En esta medida, es necesario reflexionar en la importancia que rige el pensamiento crítico frente a una creencia infundada o asumida de manera acrítica cuya fuente es de subjetivismo, de dogmatismo y de fanatismo, las cuales deben ser evitadas. Se parte de la premisa de que todo mandato o precepto religioso conlleva actitudes y comportamientos concretos influenciados por líderes provocando una educación de las creencias, con el fin de distraer de la sociedad compleja en que vive el ser humano asignada por todo un conjunto de información producto del avance de la ciencia y de la tecnología, situación que invita a replantear procesos de búsqueda, selección y procesamiento crítico de la información que con el tiempo configuran nuevas formas de pensar y de actuar en el mundo.

Una creencia religiosa asumida de manera acrítica trae consigo conductas sumisas que diluyen al sujeto que la experimenta. Si se parte de la idea de que todo mandato o precepto religioso conlleva actitudes y comportamientos concretos que exigen una revisión crítica de las consecuencias que trae consigo el asumir una creencia en general y una creencia religiosa en particular, una creencia religiosa asumida de manera crítica conduce hacia pensamientos y comportamientos activos, constructivos y coherentes. (contraste)

A través de la historia se ha comprobado que el progreso del ser humano pertenece a quienes piensan por sí mismos, quienes validan y respaldan sus ideas. Tales como Charles Darwin, al replantear la teoría de la evolución fundada por la iglesia como herética, por implicar que la Tierra no había sido creada perfectamente. O como Isaac Newton quien descubrió la Ley de la gravitación universal y la Ley de la dinámica a pesar de ser acusado por contribuir al declive de la "religión natural".

Los negocios y privilegios de la religión además de ser evidentes tienen una razón histórica, ya que han habido grandes entidades religiosas que movían a sus siervos a dar y dar solo para lucrarse. Incluso se justificaron construcciones de grandes iglesias; sabemos de las alianzas político-religiosas que se han visto con estados totalitarios. Y ahora más recientemente, tenemos ejemplos como el de un país de África en donde miles de personas asisten a los servicios religiosos de un predicador. En su enorme iglesia, vende mercancías de todo tipo desde “aceite milagroso” hasta toallas y camisetas con su foto. Mientras que la mayoría de sus seguidores son pobres, él es tremendamente rico. En China, además, dos de las cuatro montañas sagradas del budismo son empresas registradas en la bolsa de valores. (ejemplificación)

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