RENOVANDONOS COMO AL PRINCIPIO
Enviado por Jacil Ocoro • 14 de Septiembre de 2018 • Apuntes • 694 Palabras (3 Páginas) • 659 Visitas
RENOVANDONOS COMO AL PRINCIPIO.
SALMOS 103:1-5.
OBJETIVO: Terminado el sermón los oyentes se esforzaran por ser renovados en el Señor.
La palabra renovar según el diccionario Larousse significa hacer una cosa de nuevo o sustituirla con otra igual.
En términos teológicos es hacer joven o nuevo.
Podemos ver en el libro de Lamentaciones como el profeta Jeremías compara al pueblo de Sión con el oro puro 4:2, pero en el v.1, habla de que ese oro se ha ennegrecido, ha perdido su brillo.
Esto lo hace porque el pueblo dejó al Señor de la gloria, dejó sus caminos, estatutos y mandamientos. El llamamiento que Dios les había hecho era especial Éxodo 19:5-6. No por haber sido ellos mejores que otros Deut. 7:6-8.
En Lamentaciones 5:21, el profeta hace un clamor y dice: Vuélvenos, oh Jehová, a ti, y nos volveremos; Renueva nuestros días como al principio. El esplendor el brillo del pueblo sólo es cuando el hombre está en el señor.
Los días, las semanas, los años pasan y muchas veces nos vamos envejeciendo espiritualmente, ya no somos los mismos que llegábamos temprano al templo a orar, ya no oramos con fervor como al principio, ya no hay ayunos, vigilias, no hay tiempo para la lectura de la palabra de Dios, cuando nos reunimos en un hogar entre varios hermanos no es para exaltar al Señor Jesús sino para banquetes, hablar de todo menos del Señor.
Isaías en 40:31 nos compara con las águilas.
Miremos como el águila se renueva.
El águila es uno de los animales que vive más años sobre la tierra, aproximadamente son setenta (70) años, pero cuando llega a los cuarenta su pico se ha encorvado de modo que ya no puede desgarrar a sus presas, sus garras también se han encorvado no pudiendo agarrar su presa, sus plumas para este tiempo se han envejecido. El águila tiene entonces dos alternativas: una renovarse cuyo periodo es largo (de unos 150 días) y doloroso o segundo dejarse morir.
Lo más precioso es que nunca toma la segunda opción, no se deja morir sino que se va a un lugar muy elevado para arrancarse el pico comienza a golpear fuerte sobre una roca hasta que se cae, cuando le ha salido el pico nuevo con este comienza a arrancarse las garras, cuando estas salen nuevas se lanza sobre las peñas una y otra vez hasta que el plumaje viejo es arrancado, una vez ha sido renovada vuelve y sale para vivir otros treinta años más.
El pico viejo lo podemos comparar con nuestra boca que después de mucho tiempo ya no salen palabras de adoración a Dios, ya no se le habla a alguien de Dios.
Las garras viejas lo podemos comparar con las manos que después de mucho tiempo ya no pueden agarrar los tratados para dárselos a una persona que no ha conocido a Dios como su salvador personal.
Las plumas viejas la podemos comparar con ese escudo de la fe, el cual evitaba que los dardos de fuego del maligno nos llegaran.
Hoy terminando el año 2010 nos toca tomar una determinación, quedarnos como estamos y morir sin dejar huellas en este camino, o renovarnos como lo hacen las águilas, y creo que al igual que ellas nosotros tomamos la segunda opción, aunque va a doler pero el Espíritu Santo está aquí para ayudarnos en ese proceso.
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