San Agustín: Un santo de la Iglesia Católica
Enviado por Álvaro Guerra Ramírez • 12 de Abril de 2016 • Biografía • 1.025 Palabras (5 Páginas) • 400 Visitas
Álvaro Guerra Ramírez
10moA
Profesor: Cárdenas Medina, Marco
San Agustín: Un santo de la Iglesia Católica
354 – 430
San Agustín, no fue cristiano toda su vida; fue un gran buscador de la felicidad y de la paz en el hombre. Siendo del norte de África, la vida lo llevó a Roma y a Milán y vivió sus últimos años como obispo en la ciudad de Hipona. Vive el cristianismo integrando todo su aprendizaje de las distintas corrientes filosóficas, basándose especialmente en el “Neoplatonismo”. Para San Agustín el vivir significa que el hombre busque su “felicidad” cerca de Dios, que disponga del “libre albedrío” teniendo la capacidad de elegir bien y por último, “el mal”, que se presenta cuando en la vida del hombre hay ausencia de Dios. Es así como deja una literatura sobre “La Ciudad de Dios” y “ La Ciudad terrena” donde expresa la lucha entre ellas.
Personalmente estoy seguro de que uno no encuentra paz en su corazón cuando se convierte en una persona miedosa, insatisfecha, que vive en confusiones. El mundo es un reflejo de una gran parte de seres humanos que por distintas razones han perdido la fe en Dios o nunca la tuvieron, quizás decidieron fortalecerse para sentirse importantes, teniendo la necesidad de adquirir cosas materiales, sentir el poder político, todo lo que te lleva a una vida desordena. La paz, según San Agustín, está en cada paso y debe vivirse tomando las decisiones por el camino del bien. ¿No sería maravilloso que los hombres trataran de llegar a la sabiduría a través de la razón? De igual modo ¿Qué pasaría si los hombres tuvieran el valor de expresarse libremente con firmeza y voluntad?
La ética de todo filósofo se basa en buscar lo verdadero, lo bello y lo bueno y en ese vivir, actuar en la vida tomando decisiones que lo ayuden a sentirse feliz y hacer feliz a los que lo rodean. Que cada decisión sea un motivo de ser cada vez mejor. San Agustín siente que cada hombre es un misterio divino, por ser parte de una existencia. ¿Cómo no pensar así? Para mi Dios nos creó y somos parte de esa existencia, por eso sería bueno para la humanidad que aprendamos a querernos a nosotros mismos, a respetarnos como somos y respetar al resto, porque todos somos diferentes y al mismo tiempo perfectos en la creación de Dios.
En mi opinión las distintas experiencias filosóficas y el cristianismo vividas por San Agustín de Hipona, lo llevó a cultivar la idea de que Dios iluminará nuestra alma, viviendo en forma ordenada. Eso lo supo porque durante los largos años que fue parte de las distintas corrientes filosóficas como los Maniqueos, Estoicos y el Neoplatonismo no encontraba la paz; y solo la encontró cuando se convirtió al cristianismo.
Vivir en confusión es desviarse de la obra de Dios y eso actualmente lo vemos entre los hombres en los distintos aspectos de sus vidas. Pues existen conflictos constantes en las familias, en las profesiones, sociedad y solo por sentirse “importantes” y querer destacar, compitiendo unos con otros ya sea por dinero, por tener la razón o por un mejor trabajo. Entonces, como no pensar que la presencia de Dios alimenta el espíritu, entendiendo mejor las cosas, cultivando la fe, la paciencia y la generosidad entre los hombres y que actuando coherentemente, nos sentimos felices de contribuir en el plan divino.
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