Sermón del altar del Holocausto

El altar del holocausto

 (Aceptar la muerte sustitutiva de Cristo)

Inmediatamente después de entrar por la puerta del patio se encontraba el altar de bronce de los holocaustos. El altar estaba hecho de madera de acacia y recubierto de bronce.

(Éxodo 27: 1-6) También llamado "Altar del Sacrificio" (Éxodo 28: 43; 29: 12), fue hecho de madera y bronce

Estaba ubicado en el atrio, o patio exterior del tabernáculo. La sangre de los animales que allí se derramaba representaba la expiación del pecado por medio del sacrificio de Cristo en la cruz.

El altar del sacrificio era una representación directa de la cruz del calvario.

Al atravesar la primera puerta, la del atrio, el mueble con el que nos enfrentamos es el Alta del Holocausto

Se lo llamo “Altar” que significa lugar de sacrificio y también se le denomina “altar de los holocaustos” porque comunica la idea de entrega total y sin reservas en olor suave a Dios, quien a su vez acepta la ofrenda de consagración en “olor suave” a Dios, quien a su vez acepta la ofrenda de consagración envían su “fuego divino” para consumirla. Levíticos 9:24

En el altar podemos ver la bondad de Dios hacia nosotros los pecadores, y la severidad del pecado sobre la victima que lleva nuestras cargas. Romanos 11:22

 En el podemos comprender que las demandas divinas y los derechos irrenunciables del creador deben ir primero antes que como pecadores podamos gozar de la comunión con Dios.

Su posición como primer mueble que encontramos al entrar al santuario sugiere que solo por medio del sacrificio sustitutivo de Cristo podemos llegar al Padre.

El altar anticipa simbólicamente el mensaje evangélico de que Jesús es “EL CAMINO LA VERDAD Y LA VIDA Y QUE NADIE VIENE AL PADRE SI NO ES POR EL”. Juan 14:6

En el altar Por medio del sufrimiento del cordero el pecador discernía el alto precio que tiene el pecado. Allí el hombre podría verse como pecador, pero también reflejaba un mensaje de reconciliación entre Dios y el hombre, aunque el hombre merece la muerte por el pecado Dios está dispuesto a redimirlo dando su vida por este. Juan 3:16. Así lograba entender la enormidad del precio pagado por su salvación.

Por esto mismo el altar estaba hecho en madera de acacia recubierto en bronce, lo cual representa a Cristo vestido de sufrimiento para darnos la vida eterna. Igualmente sin el bronce, la estructura de madera habría sido consumida por el fuego durante la quema de las ofrendas, al igual que nosotros seremos consumidos por el lago de fuego si no creemos que la gracia de Jesús debe eclipsar nuestras buenas obras.

El pecador tenía que entrar al Santuario, confesar sus pecados y luego matar al animal, luego este era quemado en el altar del holocausto. En el plan de salvación de Dios tenemos que confesar nuestros pecados, abandonarlos y por fe aceptar que Cristo los perdona al haber muerto en nuestro lugar “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu” (1 Pe. 3:18).

No es suficiente con oír la voz de Jesús, tenemos que aceptar su sacrificio expiatorio para poder ser salvos. En el altar del holocausto se sacrificaban animales para perdonar los pecados (ver Levítico 1) esto es un símbolo de la muerte de Cristo.

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