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4 Montes – La Presencia de Dios


Enviado por   •  22 de Septiembre de 2021  •  Ensayo  •  1.813 Palabras (8 Páginas)  •  827 Visitas

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Isaías 2:3 Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.

4 Montes – La Presencia de Dios

Debemos entender que como hijos de Dios, estamos llamados a estar en la presencia de ÉL.
Bíblicamente 
el monte representa la presencia de Dios.
Y hoy quiero compartir con ustedes cuatro montes que debemos subir en nuestra vida constantemente para poder conocer y disfrutar de nuestro Dios.

Mucha gente quiere subir al monte pero sin pagar ningún tipo de precio, muchísimas personas quieren disfrutar de las vistas que ofrecen las cimas de los montes, pero tienen pereza de caminar y escalar en algunas ocasiones.
No les queda más opción que conformarse con lo que los demás cuentan de esta experiencia y terminan haciendo preguntas como:
¿Qué se ve desde arriba?, ¿Es bonito?, ¿Qué tal es la experiencia?

Así mismo pasa con la presencia de Dios, muchos quieren disfrutar de la presencia de Dios, pero pocos están dispuestos a pagar el precio para poder entrar y disfrutar de esa presencia.
Es por eso que quiero que tengamos en cuenta el día de hoy cuatro montes que debemos aprender a subir constantemente en nuestra vida y así poder disfrutar de los beneficios de Dios en nosotros.

  • El monte del llamamiento – Monte Sinaí o Monte Horeb

Éxodo 3:1-6 «Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob.
Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.»

En este Monte llamado Sinaí o también conocido como Monte Horeb, Moisés tuvo una experiencia que transformó su vida, fue el lugar y el momento en que Dios lo llamo para decirle claramente que tenía un propósito con el.
Desde ese momento en varios capítulos del libro del Éxodo leemos que Moisés cada vez que necesitaba o quería ir a la presencia de Dios, tenia que subir al monte para tener ese encuentro con Dios.
Moisés entendió que Dios tenía un propósito con su vida y tuvo claro el llamamiento que Dios le hizo en ese preciso instante, llamamiento único para sacar a su pueblo de la esclavitud del imperio Egipcio, hacia una libertad y en búsqueda de la tierra prometida.

En el Versículo 4 vemos que cuando la zarza ardiendo le llamo por su nombre: “Moisés, Moisés”, este hombre no salió corriendo, simplemente respondió: “Heme aquí“.
Si nosotros nos ponemos en la situación y nos encontramos solos en una montaña y de repente nos encontramos con un árbol o planta ardiendo en fuego y nos llama por nuestro nombre, muy dudablemente nos quedemos allí esperando a que nos va a decir dicha planta en fuego, lo mas probable es que saldríamos corriendo por la situación tan extraña!

Este monte es importante tenerlo claro en nuestra vida, debemos comprender la importancia de subir todos los días al monte del llamamiento de mi vida.
Nosotros como hijos de Dios no podemos olvidar algo tan importante como lo es 
“El llamado de Dios en mi vida”
Lamentablemente muchos hijos de Dios, por circunstancias, por pruebas, por dificultades, por el pecado o por el enemigo, terminan olvidando el llamado de Dios para sus vidas.
Terminan ignorando aquellas promesas que Dios les dio, promesas de bendición, promesas de respaldo, promesas de sanidad, promesas de unción, etc.


Hoy te estoy haciendo un llamado a qué subas constantemente al 
Monte del llamamiento y le digas cómo Moisés: “Heme aquí“. “Aquí estoy Dios, No olvido tu llamado y entiendo que soy un ungido tuyo, por lo cual quiero vivir como tal, apartado para tu firme propósito en mi vida”.

  • El Monte del Sacrificio – Monte Moriah

Génesis 22:1-5
1 Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: 
Heme aquí. 2 Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. 3 Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo. 4 Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos. 5 Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros.

El monte del sacrificio nos recuerda, que para ser ese siervo de Dios, debemos pagar un precio.
Debemos sacrificar cosas como lo son horas de sueño, horas mal invertidas en las Redes sociales, en Netflix, en YouTube, entre otras cosas.
Aquí Dios le habla a Abraham para probarlo y la respuesta de Abraham fue la misma que la de Moisés: 
“Heme aquí” Y le pide que sacrifique a su hijo Isaac, su tan anhelado y esperado hijo, el hijo de la promesa.
Este monte nos recuerda, que nosotros debemos tener claro que Dios es mi prioridad total y que debemos demostrárselo constantemente, así como Abraham estaba dispuesto a entregarle a su hijo amado, nosotros debemos pagar el precio para ser siervos de Dios, para ser 
discípulos de Jesucristo.

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