A.A. Y RELIGIÓN

Alcohólicos Anónimos y la Religión Cristiana

El Cristianismo y AA

Desde un punto de vista cristiano, hay varios peligros asociados con Alcohólicos Anónimos y grupos parecidos, que usan un programa de doce pasos para superación personal. Para una crítica más detallada se puede consultar un artículo de R. Scott Clark. Yo quisiera mencionar tres peligros profundos y fundamentales. Hay que entender que estos peligros no solamente nacen cuando el programa de AA no funciona –cuando los doce pasos no llevan a la superación personal. De hecho, son más aplicables a los que tienen éxito por medio de este programa.

I. En primer lugar existe el peligro de quedar satisfecho con una transformación incompleta, un cambio parcial.

Alcohólicos, drogadictos, neuróticos van a AA o NA o al grupo correspondiente para vencer un problema. Y nadie va a decir que dejar de ser borracho o lo que sea es algo malo. Es algo bueno. Pero no es suficiente. Desde un punto de vista cristiano, a final de cuentas, no me sirve haber dejado la droga o el alcohol si no dejo de ser pecador.

Si no me emborracho o si no soy enojón, de todos modos soy pecador. Santiago nos manifiesta que un cambio parcial no basta. Dice: Porque cualquiera que guardare la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho transgresor de la ley (Santiago 2:10,11).

Si dejo de ser adúltero (o si nunca lo fui) pero soy homicida, de todas maneras soy transgresor. No es necesario cometer todos los pecados que uno pueda cometer para haber ofendido a Dios. El mismo Dios que nos manda no emborracharnos (Efesios 5:18), también me manda no mentir (Efesios 4:25). Ahora bien, si no tomo, pero miento, sigo ofendiendo a Dios.

La enseñanza de la Biblia es que por naturaleza, por nacimiento, somos muertos en delitos y pecados (Efesios 2:1,5). Para Dios, en lo espiritual, somos difuntos. Pero para el pecado somos vivos –de hecho, somos siervos del pecado (Romanos 6:20).

Entonces lo que se necesita no es superación personal. Por más que yo pinte a un cadáver, sigue siendo cadáver. Por más que yo altere mi comportamiento, sigo siendo muerto para Dios y siervo del pecado. Entonces lo que necesitamos es morir al pecado y vivir para Dios –necesitamos morir y resucitar con Cristo Jesús (Romanos 6:2-4). Dios no nos enseña a que cambiemos al viejo hombre, a la naturaleza pecaminosa con la cual nacimos: nos manda matarlo (Colosenses 3:5-11). Si no hay en nosotros una muerte para el pecado y resurrección para con Dios, es como voltear a un cadáver en el ataúd. Se ve diferente; pero sigue siendo muerto.

(Ahora, obviamente, solo Dios puede resucitar a los muertos: la enseñanza de la Biblia es que esto es precisamente lo que Dios hace en la salvación, Efesios 2:1-6).

Poner maquillaje en un cadáver no es un cambio adecuado. Esto no basta, no alcanza; no es suficiente.

Y el segundo peligro es parecido

II. En segundo lugar, existe el peligro de quedar satisfecho con un propósito inadecuado.

¿Por qué es que la gente acude a AA y grupos parecidos? Bueno, quieren vencer un hábito malo. Pero ¿por qué? Pues para estar bien. La idea detrás de grupos de ayuda mutua es que estemos bien. Pero si ese es mi propósito en la vida, estoy fallando. No estoy alcanzando al propósito verdadero de mi existencia. La enseñanza de la Biblia es que nosotros fuimos creados para glorificar a Dios. Apocalipsis 4:11 dice: Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.

Dios recibe la gloria por la creación. En la redención, el propósito igualmente es que Dios reciba la gloria (Romanos 15:5-12; 1a de Corintios 6:20). Todo el servicio que se hace para Dios se hace para glorificarlo (1a de Pedro 4:7-11): y de hecho, nos manda hacer todo lo que hagamos para la gloria de Dios (1a de Corintios

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