Animación Salesiana
Enviado por nbelsun • 11 de Junio de 2012 • 1.756 Palabras (8 Páginas) • 494 Visitas
La Amistad con Cristo en la Espiritualidad Salesiana
Lo más profundo: descubrir la Encarnación.
• En Jesucristo, el Verbo encarnado, Dios ha tomado los rasgos de nuestro rostro y ha hecho de nuestra historia su propio camino.
• Nosotros, siguiendo la inspiración de Don Bosco, somos más sensibles para descubrir a un Dios que se hace cercano a nuestra vida concreta, acogedor y lleno de amor para sus hijos, sobre todo para los más pequeños y pobres: es el Dios revelado en Jesús.
• Ciertamente el rostro de Dios es siempre misterioso y nadie puede describirlo como es en realidad. Algunos evidencian con más claridad los rasgos de la cercanía de Dios (así nos ha enseñado Don Bosco); otros resaltan su condición de trascendente, inmenso, omnipotente...
La encarnación: cercanía de Dios
Cuando los creyentes hablan de encarnación se refieren ante todo a un hecho concreto de la vida de Jesús: Dios para salvar a la humanidad se ha hecho uno de nosotros, se hizo hombre en María Virgen, en una franja concreta de espacio y tiempo.
Los doctores de la Ley juzgaban a Jesús de acuerdo a la idea que ellos tenían de Dios. Jesús, por el contrario les aseguraba que sólo podían conocer a Dios por medio suyo: en la humanidad que María le dio El mostraba el rostro de Dios. En Jesús el Dios inaccesible y misterioso, inefable y trascendente se ha hecho rostro y ha llegado a ser palabra. En El descubrimos quién es Dios para nosotros y quiénes somos nosotros para Dios.
El rostro de Dios revelado por Jesús.
• El Evangelio manifiesta en todas sus páginas el rostro de un Dios cercano a los hombres, apasionado por la vida de las personas, comprometido en hacernos felices. Jesús no exige elegir entre Dios y la felicidad humana. El enseña que la gloria de Dios está en que el hombre viva plenamente y sea feliz. El Dios exigente y justiciero se transforma en un Dios Amor.
Curando a los enfermos y perdonando a los pecado-
res Jesús muestra que quiere poner en pie a todos los que viven plegados bajo el peso de cualquier opresión (Le. 13, 10-13). Realizando signos de vida en medio de tantos signos de muerte El nos explica quien es el Dios verdadero.
El Buen Pastor (Jn. 10, 7-18)
• Don Bosco quedó impresionado por la figura de Jesús Buen Pastor. Leyendo el Evangelio era particularmente sensible a esta imagen de Jesús. Así lo dicen sus palabras y sus obras: "he prometido a Dios que hasta mi último aliento será para mis queridos jóvenes".
Con la figura del Buen Pastor Jesús describe su autorretrato. Muestra la actitud fundamental de Dios hacia sus hijos y nos enseña a obrar de la misma manera. Este es el elemento central de la espiritualidad salesiana: la caridad pastoral, el amor de Jesús Buen Pastor que se manifiesta en Don Bosco y en sus amigos.
La imagen de Jesús Buen Pastor ha impactado a los cristianos de todos los siglos. La han pintado en las catacumbas para dar esperanza a los cristianos que debían dar la vida por ser fieles a Jesús; la han representado en las grandes catedrales para recordar a todos
un estilo que hay que continuar... Los sdb la llevan en la cruz de su Profesión perpetua junto con las palabras de Don Bosco: "Procura hacerte amar".
Dios camina con nosotros
• La persona de Jesús revela el rostro de Dios. Bastaría comprender esto para alabar y dar gracias. Esto nos hace descubrir la dignidad nuestra y de cada persona: nosotros, marcados por la pobreza y la fragilidad de ser criaturas, por la traición, el pecado y la mediocridad, hemos podido ofrecer a Dios un rostro y una palabra humana. Nuestra humanidad es la misma de Jesús.
Aunque de un modo imperfecto, limitados, somos el lugar de la presencia y de la cercanía de Dios.
Esta imagen de Dios revelado en Jesús es la que Don Bosco enseñó a sus chicos y nos enseña a nosotros.
Encuentro personal y comunitario con Jesús,
• Don Bosco, al escribir las biografías de sus chicos, Domingo Savio, Miguel Magone, Francisco Besucco, nos quiere mostrar el camino de la amistad con Jesucristo. Desde diversas situaciones cada uno puede recorrer esa senda. "Amigo",
"Maestro", "Salvador" son los términos que usa Don Bosco cuando describe la centralidad de la persona de Jesucristo en la vida de los jóvenes y en la vida de la comunidad del Oratorio. "Jesús es mi amigo y compañero" dice Francisco Besucco; y Domingo Savio decía: "mis amigos serán Jesús y María", "Quien tiene a Jesús como amigo y compañero no tiene nada que temer, ni siquiera la muerte"; y Miguel Magone: "Después de comulgar me parece hablar personalmente con el mismo Jesús".
• Esta relación personal de amistad con Jesús llevará a cada joven a conocer la totalidad del misterio de Cristo, entregado por nosotros, muerto y resucitado: su misterio pascual.
• Para Don Bosco no basta con un primer encuentro, ni con un impacto pasajero, ni con la simpatía hacia el Señor. Se trata de ahondar en su conocimiento, adherir el corazón a su persona, compartir la causa del Evangelio. Se busca una respuesta concreta a su amor mediante el compromiso y la generosidad. Cuando un chico, en la casa de Don Bosco, llega a esta relación con Jesús el Señor, El va tocando toda la vida: las palabras y los pensamientos, las opciones y las acciones, la inteligencia y la voluntad, las relaciones
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