Beata María de Jesús Deluil-Martiny
Enviado por saycab • 4 de Marzo de 2013 • Tesis • 874 Palabras (4 Páginas) • 523 Visitas
Cada latido de nuestro corazón debería ser un acto de ofrenda de Jesús y de unión a su Sacrificio perpetuo para gloria del Padre. Escondidos, perdidos en Jesucristo, de tal manera unidos a Jesucristo que su vida sea nuestra vida"
Beata María de Jesús Deluil-Martiny
fundadora de las Hijas del Corazón de Jesús
y primera celadora de la Guardia de Honor del Corazón de Jesús
María Deluil-Martiny nace en Marsella el 28 de mayo de 1841. Sobrina biznieta de la venerable Ana Magdalena Remuzat, la visitandina que, durante la peste de 1720, había conseguido que Marsella se consagrara al Corazón de Jesús. Así, la devoción al Sagrado Corazón era considerada algo así como "patrimonio familiar".
María recibe la primera educación en el pensionado de la Visitación de Marsella; prosigue su formación en Lyon con las religiosas del Sagrado Corazón. Al final de sus estudios hace un retiro en el que decide entregarse sin reservas al Corazón de Jesús. Seguirá un largo período de espera.
La Guardia de Honor 1864. María tiene 22 años. Providencialmente cae en sus manos un sencillo folleto procedente de la Visitación de Bourg-en-Bresse, titulado: Guardia de honor del Sagrado Corazón: fin de la obra. La joven lee y relee esas líneas que parecen dirigidas a su alma de fuego. El 7 de febrero escribe al Monasterio de Bourg solicitando ser inscrita en el Cuadrante y ofreciéndose llena de entusiasmo para trabajar por la obra. Comienza entonces una activa correspondencia con Hna. María del Sagrado Corazón Bernaud. María consigue su primer éxito haciendo llegar la Guardia de Honor hasta la misma santa Sofía Barat, que se inscribe con todas las religiosas del Sagrado Corazón fundadas por ella.
Pero aún es mayor el que obtiene en junio de1864; el Cardenal de Villecourt y el Cardenal Pitra más 20 obispos se inscriben en la Guardia de Honor y le dan su apoyo. Este resultado no hace más que redoblar el ardor de la joven marsellesa que se encarga de imprimir y propagar los "billetes celadores" destinados a los seglares, que había escrito Hna. María del Sagrado Corazón y las medallas de la asociación, contando siempre y en todo con la aprobación de la Visitación.
Su carta nos revela el estado en que se encontraba la Guardia de Honor a comienzos de 1866:
"La Providencia ha extendido esta obra en tres años de una forma que testimonia cuánto le agrada esta piadosa asociación: 78 obispos inscritos, ricas indulgencias, erección canónica en 25 diócesis, el número de asociados de este segundo año se eleva a 98.000, frutos consoladores en numerosas parroquias y en una multitud de comunidades religiosas, todo eso es una prueba de que Dios bendice la Guardia de Honor y de que el mismo Corazón de Jesús la dirige". Un año más tarde, la composición del Manual de la Guardia de Honor,
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