Beraka
Enviado por YolandaMorales • 19 de Agosto de 2014 • Informe • 332 Palabras (2 Páginas) • 241 Visitas
Por: Rosa Yolanda Morales Oramas
B E R A K A
INTRODUCCION:
La palabra BERAKA significa bendecido o bendición, prosperidad, don o regalo de Dios, dar una bendición en abundancia, transferir el poder o unción de Dios, algo que Dios deposita sobre nuestra vida.
Cuando decidimos aceptar a Cristo en nuestro corazón recibimos una promesa de bendición, prosperidad en nuestra familia, hijos, trabajo, pero al recibirla tenemos que actuar conforme a dicha promesa, pues Dios quiere que se vuelva real.
VERSICULOS CLAVE:
Proverbio 10:6 Salmos 40:1-2
Mateo 25 Salmos 37:23
Mateo 28: 20 Lucas 15:17-23
Hebreos 6:13-15
DESARROLLO DEL TEMA:
En Proverbios 10:6 dice: Hay bendiciones sobre la cabeza del justo; Pero violencia cubrirá la boca de los impíos.
Dios nos regala bendiciones sobre nuestra cabeza que cuando nosotros ministramos y ponemos nuestras manos sobre sus cabezas también les traspasamos esa bendición de prosperidad, sanidad y unción. Sobre el hombre justo hay bendición, aunque no son perfectos, justos son aquellos quienes hemos recibido a Cristo como nuestro único salvador y hemos sido justificados. Tenemos que aprender a esperar en Jesús, pero debemos hacerlo trabajando para Él, hablando de su palabra a toda criatura, confiar y actuar como seres bendecidos, escogidos por Él, que la gente note ese reflejo de Jesús en nuestras vidas que los haga seguirlo también.
Promesa es la expresión con que uno se obliga a dar o hacer una cosa por o para alguien, por voluntad propia. Tenemos que trabajar y esforzarnos para tratar que la promesa que Dios tiene para con nosotros se vuelva realidad, pues Él siempre nos observa y mira nuestro esfuerzo, recordemos que Abraham recibió lo prometido con paciencia y fe, así se activa la promesa.
Conclusión:
Cada nuevo día es una promesa de Dios, quiere decir que está conmigo siempre y no me dejara sola, y lo único que debo hacer es confiar plenamente en Él y esperar con fe y paciencia, prepararme para recibir a manos llenas sus promesas, pero también dedicarle mi tiempo, trabajar ganando almas para Él, no permitiendo que se sigan perdiendo.
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