Biografías De Santos
Enviado por micover13 • 28 de Septiembre de 2014 • 674 Palabras (3 Páginas) • 182 Visitas
LAURA VICUÑA PINO, nació un 5 de abril de 1891, en el seño de una familia en que se contrastaban muchos elementos. Su padre, Don José Domingo Vicuña, pertenecía a una familia de la aristocracia criolla chilena, de gran influencia política y alto nivel social. Su madre en cambio, Doña Mercedes del Pino, era de una familia más bien pobre. Esta diferencia social, no fue nunca bien aceptada, sobre todo por la familia Vicuña., lo cual fue un motivo de tensión y conflicto dentro del cual se desarrolló la primera etapa de la infancia de la niña.
tras los conflictos políticos por el poder y la guerra civil, los Vicuña, una familia integrada ahora por los esposos, Laura y una nueva hermana llamada Amanda debe huir de la capital. Luego de un tiempo en este forzado "relegamiento" en Temuco, el padre de la familia, sumido en el cansancio y la desesperación muere.
Debido a la muerte del padre, la madre debe buscar los medios para mantener a las niñas. Pero gracias a la falta de apoyo en Chile y las bajas posibilidades de encontrar trabajo la madre toma a sus dos niñas y emprende el viaje hacia la vecina República Argentina, al poblado de Neuquén. La situación no cambia mucho el primer tiempo. Mercedes hace grandes esfuerzos para ganar un poco de dinero en forma honrada, apareciendo ante esto un primer rasgo característico de la pequeña Laura. La firmeza para enfrentar los momentos de necesidad, transformándose en el apoyo y consuelo de la madre y de su pequeña hermana, sumándose a esto la gratitud y el reconocimiento que en todo momento expresaba ante el esfuerzo que veía en la madre.
Fue en este momento cuando aparece la figura de Manuel Mora. El era dueño de un gran fundo ubicado en las afueras del pueblo de Junin de los andes, en Argentina. Ocurrió que repentinamemnte, la madre y sus dos niñas se mudaron al fundo "Quilquihué", y pasaron de la necesidad a una completa comodidad, con todo lo que necesitaban... ropa, alimentos, buenas habitaciones, y sobre todo el sentirse acogidas como si verdaderamente estuvieran en algo propio. Las dos niñas, pudieron ser matriculadas en un colegio abierto en el pueblo de Junín, por los Religiosos Salesianos y las Hijas de María Auxiliadora.
A pesar de continuar demostrando su gratitud en todo lo que podía, Laura, con sus nueve años ya veía con algo de extrañeza lo que estaba ocurriendo con su madre y con ellas mismas y el cambio de vida tan repentino. Había ya en esa niña algo que el enseñaba a ver más allá de las comodidades y los bienes materiales: que le mostraba que en estas cosas no está lo más importante de la vida, sino aquello se lleva dentro y se encuentra en otras coas y por otros caminos, precisamente algo de este elemento faltaba en la persona del "bienhechor".
La asistencia a las clases regulares, el apoyo y la amistad que encontró en ese colegio, fueron determinantes
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