Cautivante
Enviado por Jenliod • 10 de Julio de 2015 • 541 Palabras (3 Páginas) • 268 Visitas
Invisible, No Buscada e Incierta
No soy suficiente y soy demasiado al mismo tiempo.
Nos sentimos invisibles, aun para aquellos que estan mas cerca de nosotras. Nos sentimos poco importantes; es decir nadie la pasión o el valor para ir tras nosotras, para ir más allá de nuestro desorden hasta encontrar a la mujer que está en lo profundo.
Anhelamos y ansiamos ser la bella de alguna gran historia.
El corazon de una mujer:
Hemos perdido el corazón de mujer. “Por sobre todas las cosas cuida t ucorazón, porque de él mana la vida.” (Proverbios 4:23, NVI). Sobre toda cosa. ¿Por qué? Porque Dios sabe que nuestro corazón es la médula de lo que somos. Es la fuente de toda nuestra creatividad, nuestro valor y nuestras convicciones. Es el manantial de nuestra fe, nuestra esperanza, y claro está, nuestro amor. Este «manantial de vida» dentro de nosotras es la esencia misma de nuestra existencia, el centro de nuestro ser. Tu corazón de mujer es lo más importante sobre ti.
Genesis 1:27
Sea lo que sea que signifique llevar la imagen de Dios, tú lo haces como mujer. Tu corazón femenino ha sido creado con el mayor de todos los honores: como un reflejo del propio corazón de Dios.
La travesía mas importante de tu vida empieza en tu corazón.
Toda mujer anhela tres cosas en su corazón: que la enamoren, jugar un rol irremplazable en una gran aventura y revelar belleza. Esto es lo que hace que una mujer cobre vida.
Que la enamoren:
Te encontraré. No importa el tiempo que tome, no importa cúan lejos… te econtraré. –NATANIEL A CORA EN “EL ÚLTIMO DE LOS MOHICANOS”
Ser la bella, secuestrada por los chicos malos, peleada por y rescatada por un héroe. Alguna versión de esto ocurre en todos nuestros sueños. Como la bella Durmiente, como la Cenicienta…
“Sencillamente me encanta sentirme deseada y digna de que peleen por mí”. Este deseo está muy arraigado en lo profundo del corazón de cada niña… y cada mujer.
Las niñitas desean romance, que alguien las vea y desee, que peleen por ellas.
Cuando somos jóvenes, queremos ser preciosas para alguien… especialmente papá. Cuando vamos creciendo, el deseo madura hasta convertirse en un ahelo de que vayan tras nosotras, nos deseen como mujer.
En algún lugar, tal vez muy en lo profundo del interior o enterrado en su corazón, toda mujer desea que alguien se percate de ella, la desee y vaya tras de ella. Queremos que nos enamoren.
Un Rol irremplazable en una gran aventura:
En lo profundo de mi alma anhelaba formar parte de algo grande y bueno; algo que requiriera todo de mí; algo peligroso y por lo que valiera la pena morir.
Hay algo feroz en el corazón de una mujer.
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