Como es la Participación homosexuales en la iglesia catolica
Enviado por Mildred Williamson Sandoval • 9 de Agosto de 2017 • Ensayo • 1.711 Palabras (7 Páginas) • 245 Visitas
El siguiente ensayo, “Participación de los homosexuales en las iglesias católicas del siglo XXI”, aborda aspectos sobre la participación de los homosexuales creyentes dentro de la Iglesia Católica. El propósito de este ensayo, consiste en profundizar sobre el tema de la homosexualidad que ha sido un tema controversial y de interés, que contiene diversidad de opiniones, sobre todo en el aspecto de la religión, ya que actualmente hay una mayor aceptación de estas personas en los distintos centros religiosos católicos, como un derecho natural que todos poseemos.
Es muy importante reconocer que la homosexualidad siempre ha estado presente en nuestra sociedad desde tiempos remotos, se han encontrado datos documentados desde la antigüedad , por lo tanto, no es algo actual que apareció a finales de la década de los 80 (siglo XX), solo porque estuviera de moda, la homosexualidad no es una enfermedad.
Homosexualidad, es un término que origina controversia y da lugar a prejuicios dentro de la sociedad. Se puede definir como la atracción entre dos personas del mismo sexo, por lo tanto es la orientación sexual de un individuo, ya que consiste en la identidad basada en simpatías, comportamiento y pertenencia a una comunidad con la que las comparte.
Existe un debate sobre el llamado “gen homosexual” que podría explicar si una persona con esta desviación sexual, ha nacido así o se mantiene la teoría de que a medida de su crecimiento hay factores que pudieron contribuir a que el individuo eligiera ser homosexual.
Desde nuestro punto de vista, en el mundo actual, podemos decir que las personas se hacen, ya sea por llamar la atención, por aprovecharse o por confusión, por comentarios desde temprana edad sobre su orientación y que los ha hecho dudar. Es decir, los comentarios ejercen influencia sobre la elección de ser homosexual, lo que los orilla a experimentar. Además, el ser humano no nace teniendo conciencia a que orientación sexual pertenece, esta situación se da en el transcurso de su crecimiento y el medio donde se desarrolla va definiendo su orientación.
En algunas sociedades donde existe tabú sobre el tema de la homosexualidad, los homosexuales son vistos como personas anormales, irrespetuosas y degeneradas, cuyas actitudes no son aceptadas, y el acto sexual, realizado entre dos personas de sexo iguales es considerado como un hecho aberrante y abominable.
A lo largo de la historia en las sociedades siempre ha existido la homosexualidad, en la actualidad sigue siendo un tema polémico, por su nivel de complejidad y aun en el siglo XXI no estamos preparados para aceptar esta condición, aun teniendo una mente liberal, ya que aceptamos, pero no vamos a estar de acuerdo, y es lo que sucede con los que dicen no juzgar, pero nunca apoyar, en esta parte existe un problema de moral, la cual es regida por la ideología religiosa que tengamos.
Un homosexual, es una persona normal, que posee los mismos derechos, los cuales son inherentes al ser humano, como toda persona se les debe de respetar, no deben ser discriminados, ni agredidos, debemos de ser tolerantes y a no juzgarlos por el simple hechos que se nos parezca diferente.
Ellos tienen derecho a elegir si creer o no en la existencia de Dios, al igual que todas las personas, sin embargo, muchos tenemos la percepción errada de que estas personas no creen en Dios por la elección de ser así , mucho menos moral alguna. Debemos de saber que no todos pensamos iguales ni actuamos de igual manera, así mismo, hay unos que no creen, en consecuencia de la discriminación que sufren y la religión es percibida por la mayoría de estos grupos homosexuales como una amenaza o un enemigo a vencer.
Entre las iglesias existe una gran diversidad de opiniones y prácticas en relación a las personas homosexuales. Con respecto a la iglesia católica, la postura oficial del vaticano es la del rechazo de las prácticas homosexuales y la aceptación de estas personas, siempre y cuando mantengan una conducta de total abstinencia, es decir, casta, dado que las relaciones sexuales entre ellos son consideradas pecado basándose en textos del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento sobre el tema.
La Congregación para la Doctrina de la Fe declaró en 1975:"Quienes se encuentran en esta condición deben, ser objeto de una particular atención pastoral, para que no lleguen a creer que la realización concreta de tal tendencia en las relaciones homosexuales es una opción moralmente aceptable". Dicha atención pastoral no debe degenerar en una aceptación de la actividad homosexual como algo no reprobable.
Si bien el acto homosexual es pecado, el ser homosexual no lo es, puesto que la iglesia considera que el comportamiento sexual debe ser dentro del matrimonio y destinado a la procreación, por lo que los actos sexuales desde esa perspectiva deben de ser unitivos procreativos y de amor cumpliendo con el plan de Dios cimentados en la complementariedad del hombre con la mujer y viceversa.
No obstante, hay quienes a partir de esta argumentación, quieren hacer que estas personas cambien su preferencia sexual, lo cual no es correcto, porque si ellas quieren de verdad cambiar lo harán, pero no se les debe de obligar.
“Dios acepta al Pecador, pero aborrece al pecado”: No sale textualmente en la biblia pero hay versículos que hacen referencia, como en Romanos 5:8, 2 Pedro 3:9, Ezequiel 18:23,32, Juan 3:16-17
Desde el levítico hasta la primera carta de los corintios la biblia condena tal desviación sexual. Sin embargo, según la frase “ama al pecador pero aborrece al pecado”, es el fundamento, en que la iglesia se basa para aceptar a estas personas tal y como son, pero no consienten sus actos. Porque aunque tus acciones sean incorrectas, Dios te ama tal y como eres, y es el único que puede juzgarte.
La iglesia católica expone que las personas homosexuales, deben ser acogidas, en la acción pastoral, con comprensión, de modo que la no discriminación es algo que se promueve en los centros religiosos, como en la iglesia católica, no se puede rechazar a una persona, mucho menos prohibirle que busque a Dios, es decir, negarle la entrada a una iglesia y la palabra de Dios.
El amor al prójimo es lo que profesa la iglesia con la acción de proteger a estas personas, promulgando la tolerancia y la no violencia hacia ellos.
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