Constructores de la nueva Colombia
Enviado por vivianalara • 26 de Septiembre de 2013 • Ensayo • 433 Palabras (2 Páginas) • 748 Visitas
Padre Rafael García Herreros
Selección de textos
del libro
Constructores de la nueva Colombia
La principal enseñanza
Implantemos en Colombia, como lo mejor que podamos hacer, la honradez. La honradez
como la principal enseñanza a nuestros hijos. Honradez en todos nuestros negocios: no
hacer ninguna transacción en que vamos a tener ganancias exageradas; no aceptar negocios
en que prevemos nos vamos a enriquecer ilícitamente, aunque lo hayan hecho y lo estén
haciendo muchas personas. No tomemos el criterio de que trabajar para ganar
moderadamente no vale la pena, como algunos lo están juzgando actualmente; que lo que
se necesita son ganancias enormes y rápidas. Esta actitud es deshonesta y forma un pésimo
ambiente en nuestro hogar y en el país.
No tengamos el pensamiento de que se debe cobrar a nuestro cliente todo lo que él resista
pagar, aunque sea absolutamente exagerado e ilegal. No subamos exageradamente los
precios de las casas en venta, pensando que la marea de alzas nos permite toda clase de
especulaciones y de ganancias exorbitantes. No regateemos para pagar a nuestros
empleados, a nuestros servidores. No les paguemos sólo lo estrictamente justo por la ley,
sino propongámonos darles satisfacción y que vean que no están trabajando inútilmente.
Que ninguno de los subalternos diga en voz baja: “Mi patrono es un miserable y me está
explotando”.
Que todos tengamos la satisfacción de ayudar a los menos favorecidos. Que no sea para
nosotros extraño dar quinientos mil pesos o un millón de pesos, para hacer casas a favor de
familias pobres, a través del Minuto de Dios o de otra institución que merezca nuestra
confianza. Que cada vez que hagamos un gasto especial, como por ejemplo un viaje o una
gran fiesta de matrimonio o de quince años de nuestra hija, apartemos por lo menos el diez
por ciento para beneficiar a una familia pobre. Esto embellece y tranquiliza la fiesta,
dándole una gran nobleza.
Que a nadie engañemos, que recordemos siempre el adagio griego: “Nadie se hace rico
honradamente con rapidez”. Que seamos nosotros partícipes de un gran movimiento de
honorabilidad; que se desate en toda Colombia, en todos los pueblos, en todos los negocios,
en todas las tiendas, en todos los almacenes, en todos los mercados. Que ningún país nos
vete por nuestra fama de picardía y de deshonestidad. Que todos hagamos lo posible por
desencadenar en Colombia una oleada de honradez por todas partes. Que nadie se vaya a
gastar millones a otros lugares.
Si hacemos esto, Colombia se vuelve un país maravilloso. Esto es más importante que
hacer carreteras, que nuevos parques, que nuevos edificios. Implantar
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