Creencias Religiosas

En la vida encontramos personas con diferentes tipos de creencias, culturas y formas de pensar, entre estas encontramos las creencias religiosas, creencias fuertemente verdaderas, para quienes las practican, creencias de un Dios vivo que pide obedeciencia, hacer el bien y ser como él lo es, para algún día tener vida eterna después de la muerte. La Biblia es el libro sagrado de todos los creyentes a este tipo de creencias, donde expresa el amor y mandato de Dios, y las consecuencias que pueden traer el obrar bien ó obrar mal de los seres humanos o de todos aquellos quienes le creen.

Hemos encontrado infinidades de religiones, que son guiadas por el mismo libro Sagrado la Biblia, donde se llega a la conclusión que el deseo de todas las personas de estas manifestaciones religiosas, es el mismo, obtener una salvación, tratando siempre de seguir la palabra de Dios.

Dios al hablar por medio de la Biblia, “su palabra” pide a los seres humanos, cumplir sus mandatos para asemejarse a él en hacer el bien, pide que le crean, que confíen en que todo lo que les promete, que nunca deben desfallecer a pesar de las dificultades que se encuentran en la vida, que él es el único que podrá levantarlos y liberarlos de sus opresiones y problemas, les pide tener “FE” en él, para lograr todo aquello que se proponen en la vida, pero también hacerse entender, que cuando algo no sucede como se espera, es su voluntad y hay que respetarla. Dios sabe lo que es bueno para cada ser humano.

La fe, es una palabra que se ha convertido para muchos seres humanos, en peticiones, o trueques que se le hacen a Dios, y muchas veces, llegar a creer que Dios es un Aladino, un Dios milagrero, al cual se le pide y él concede, como por ejemplo, voy a la Iglesia, para que Dios conceda la solución a las necesidades y deseos. Pero en realidad la fe, no es otra cosa que un fruto que Dios regala a los seres humanos, que realmente le creen, motivo por el cual, se toma la iniciativa de cambiar y ser cada día mejores, para asemejarse a él en el amor y esperar su promesa de salvación.

Por eso las verdaderas personas de fe, aquellas que traen una fe verdaderamente fundamentada en Dios, son aquellas que ante las adversidades, le creen a él, y nada las derrumba, sus preocupaciones se las entregan a él, esperando y confiando en que su voluntad, es lo que les conviene sin renegar de ella, aunque en ocasiones se vuelva difícil aceptarla, mientras que las personas que han fundamentado una falsa fe, esta, se puede ver derrumbada ante las adversidades, llegando a renegar de la voluntad de Dios, en muchas ocasiones, negando la existencia de él ó aceptarlo, pero solo por conveniencia o por casualidad.

Hay ocasiones en la vida, que los seres humanos se encargan de labrar su propio destino, por lo cual al obrar mal, el mismo ser humano atrae los problemas, pero en su ceguera espiritual, no notan el por qué de estos, y se inclinan

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