Cuarto Mandamiento
Enviado por Jose235689 • 19 de Febrero de 2014 • 834 Palabras (4 Páginas) • 285 Visitas
Cuarto mandamiento (La Familia).
1. La familia en el plan de Dios.
“Al crear al hombre y a la mujer, Dios instituyó la familia humana y la dotó de su constitución fundamental” (2203). De su naturaleza matrimonial nacen unos vínculos particulares y muy fuertes, que exigen un amor particular, que se desarrolla de diversos modos según la relación: padre o madre, hermano/a, hijo/a, etc. Asimismo “implica una diversidad de responsabilidades, de derechos y de deberes” (2203).
La familia es también “la célula original de la vida social. (...) La autoridad, la estabilidad y la vida de relación en el seno de la familia constituyen los fundamentos de la libertad, de la seguridad, de la fraternidad en el seno de la sociedad” (2207). En ella se educan principalmente las personas. Por eso la sociedad y los poderes públicos deben ayudar y defender a la familia; entre otros aspectos reconociendo como familia sólo lo que es auténticamente tal (2209-2210).
La familia cristiana es algo más: “es una comunión de personas, reflejo e imagen de la comunión del Padre y del Hijo en el Espíritu Santo” (2205). Puede y debe llamarse “iglesia doméstica” (2204). Educa en la fe y en la piedad, y es evangelizadora y misionera (2205).
2. Deberes de los miembros de la familia:
- Por parte de los hijos, deben un respeto que “se nutre del afecto natural nacido del vínculo que los une” (2214), que “está hecho de gratitud” (2215), y permanece siempre. Deben obediencia, pero cesa este deber al emanciparse, aunque deban después solicitar su consejo (2217). Los hijos mayores deben ayudar a sus padres, particularmente en situaciones de necesidad y vejez (2218). El respeto a los padres “irradia en todo el ambiente familiar” (2219) y fundamenta las relaciones entre hermanos y otros familiares (abuelos, etc.). También se debe un especial agradecimiento a quienes han contribuido a educar en la fe (2220).
- Por parte de los padres. “La fecundidad del amor conyugal no se reduce a la procreación de los hijos, sino que debe extenderse también a su educación moral y su formación espiritual. (...) El derecho y el deber de la educación son para los padres primordiales e inalienables” (2221); son los primeros responsables de su educación (2223). Deben tratarlos y educarlos como personas humanas e hijos de Dios (2222). El hogar debe ser una escuela de virtudes (2223-2224). “Por la gracia del sacramento del matrimonio, los padres han recibido la responsabilidad y el privilegio de evangelizar a sus hijos” (2225). A los hijos que dependen de sus padres, éstos deben proveer a sus necesidades físicas y espirituales (2228). De particular importancia es el derecho y el deber de elegir para ellos una escuela conforme a sus convicciones (2229). Por otra parte, deben respetar las decisiones legítimas de sus hijos; éstos “tienen el deber y el
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