DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA - METODO TEOLOGICO PASTORAL.
Enviado por Felipe Neira • 24 de Abril de 2016 • Documentos de Investigación • 2.367 Palabras (10 Páginas) • 304 Visitas
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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO
CENTRO ULADECH CAÑETE
ASIGNATURA
DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA 1
ACTIVIDAD PASTORAL
DOCENTE
PBRO. LIC. GREGORIO TRINIDAD RAMOS
AUTORES
RIVERA DEL RISCO; Miriam Lisset
NEIRA QUIROZ; Luis Felipe
YACTAYO CASTILLO; Christian René
QUISPE TEJEDA; Cristian Edinson
VALDERRAMA LEÓN; Consuelo
RAMOS CAHUANA; Nancy
CORDOVA CAYCHO; Steffany Milagros
HUAYTA ANCHANTE; Ana Magnolia
CAÑETE- 2016
- DATOS PERSONALES.
Nombre de la Institución:
Universidad Católica Los Ángeles de Chimbote.
Asignatura:
Doctrina Social de la Iglesia I
Estudiantes:
- Miriam Lisset Rivera Del Risco.
- Luis Felipe Neira Quiroz.
- Christian René Yactayo Castillo.
- Cristian Edinson Quispe Tejeda.
- Consuelo Valderrama León.
- Ramos Cahuana Nancy.
- Steffany Milagros Córdova Caycho.
- Ana Magnolia Huayta Anchante
- PRESENTAR SU INFORME APLICANDO EL MÉTODO TEOLÓGICO PASTORAL.
2.1. VER.
¿Analiza y describe las causas y consecuencias de la actividad pastoral?
Causas:
- Falta de compromiso hacia Dios en algunos habitantes por la extrema pobreza.
- Falta de compromiso con la Iglesia.
- Se dejan guiar por sectas.
- Sentirse aislados.
Consecuencias:
- Mediocridad.
- Perdida de personalidad.
- Se dejan llevar por el “qué dirán”.
- Hay ideas encontradas.
- Se busca de hacer políticas que no tienen sustento al derecho de las personas.
Las 14 Horas de Misericordia (Aplicadas):
- Dar de comer al hambriento
- Dar de beber al sediento
- Dar posada al peregrino
- Vestir al desnudo *
- Visitar al enfermo
- Visitar al preso
- Enterrar a los muertos
- Dar buen consejo al que lo necesita
- Enseñar al que no sabe
- Corregir a que está en error
- Perdonar las ofensas
- Consolar al triste
- Sufrir con paciencia los defectos de los demás
- Rogar a Dios por vivos y muertos.
2.2. JUZGAR.
- Comentario de LUCAS 16:19-31
“… Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, el cual estaba echado a la puerta de él, lleno de llagas, y deseando hartarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. Y aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el infierno alzó sus ojos, estando en los tormentos, y vio a Abraham de lejos, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque soy atormentado en esta llama. Y Abraham díjole: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; mas ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. Y además de todo esto, una grande sima está constituida entre nosotros y vosotros, que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. Y dijo: Ruégote pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre; porque tengo cinco hermanos; para que les testifique, porque no vengan ellos también a este lugar de tormento. Y Abraham le dice: A Moisés y ah los profetas: Óiganlos. El entonces dijo: No, padre Abraham: mas si alguno fuere a ellos de los muertos, se arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y ah los profetas, tampoco se persuadirán, si alguno se levantare de los muertos”.
Quisiéramos realizar un breve comentario, que tiene que ver con la transformación de la vida a la que nos invita este pasaje. Más allá de las múltiples variables psicológicas de este fenómeno, asunto muy interesante, por lo demás, lo que me parece relevante es que todo verdadero encuentro con el Señor. Supone una transformación de la vida, lo que solemos llamar en lenguaje religioso, conversión.
El seguimiento de Jesús no es cosa de santos ni de inmaculados discípulos que se ponen por encima del resto para pontificar sobre algún saber, sobre alguna conducta moral. Esa forma del seguimiento es una que el Señor desprecia porque termina por alejar a los otros signos contrarios al verdadero amor, a las caritas. Por eso los publicanos y las prostitutas tendrán un acceso más sencillo al Reino de Dios, porque escuchando el mensaje se sintieron interpelados por él, porque conociendo a Jesús decidieron seguirlo, y de esta manera cambiar su vida; nacer de nuevo.
Los escribas y fariseos, de ese tiempo y también de este, son duros de corazón y normalmente incapaces de convertirse; se creen llenos de prerrogativas religiosa, ellos conocen a Dios y ellos le enseñan a los demás sobre Él “¿Quién se ha creído ese Juan para decir que nos convirtamos?, parecen decir. ¿No era ese Jesús el hijo del carpintero? ¿Nos va a venir a dar ese Galileo lecciones sobre como relacionarnos con los demás y con Yahvé?”.
Para estos “Hombres de Dios” fue, y es, mucho más fácil pedir que crucificaran al Señor antes que pensar en transformar sus vidas. Pilatos les pregunto, si estaban seguros de lo que pedían y ellos respondieron sin misericordia “Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos”. Así de opaco puede tornarse el corazón, así de diabólica la certeza espiritual. No en vano recuerda S. Zisek que la religión es tan poderosa que es capaz incluso de volver mala a la gente más buena.
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