Devocional

Un Mandato y Gran Privilegio

agosto 16, 2013 por rudygarrido

Tito 1:3 “y a su debido tiempo manifestó su palabra por medio de la predicación que me fue encomendada por mandato de Dios nuestro Salvador,”

Este versículo en Tito nos enseña por un lado que la predicación de la palabra de Dios es un mandato divino. Como veíamos en cuanto al llamamiento, as{i también la proclama de la palabra de Dios no es una opción, sino un mandato divino. Marcos 16:15 “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” Este “predicad” es imperativo, es un mandato del Señor resucitado, y no algo opcional.

Por el otro lado, este versículo nos enseña el gran privilegio que se nos concede al predicar… ¡el privilegio de manifestar la palabra de Dios al mundo! Pero estas palabras van más allá del gran privilegio, y lo es, de proclamar y manifestar la verdad de Dios; de poder exponer con nuestras bocas la justicia de Dios al mundo. Estas palabras hablan también del privilegio de poder manifestar al mundo al Hijo de Dios, quien es el Verbo de Dios, o LOGOS, es decir su PALABRA.

Así lo presenta Pablo a los Gálatas… Gálatas 1:15-16 “Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre,…”

Así, como creyentes, y más si hemos sido ordenados como predicadores por el Señor, tenemos la gran responsabilidad, y al mismo tiempo el inmenso privilegio de manifestar al mundo al Hijo de Dios por medio de la “locura de la predicación” – 1 Corintios 1:21 “Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.”

Juan 1:1-3 “En el principio era el Verbo [LOGOS o Palabra], y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Éste era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.”

MARANATA – EL SEÑOR VIENE

1 CORINTIOS 16:22

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