Didache
Enviado por ubirathan • 13 de Septiembre de 2013 • Tutorial • 4.111 Palabras (17 Páginas) • 445 Visitas
Didaché (en griego: Διδαχή,[1] pronunciado Didajé[2] y transcrito también como Didajé[3] o Didaké) es el nombre más conocido[4] de una obra de la literatura cristiana primitiva llamada, en su título corto, Enseñanza de los doce apóstoles:
Διδαχή τών δώδεκα ἀποστόλων[5]
y, en su título largo, Enseñanza del Señor a las naciones por medio de los doce apóstoles:
Διδαχή τού κυρίου διά τών δώδεκα ἀποστόλων τοΐς ἔθνεσιν[6]
que pudo ser compuesta en la segunda mitad del siglo I, acaso antes de la destrucción del templo (70 d.C.),[7] por uno o varios autores, los «didaquistas»[8] [9] a partir de materiales literarios judíos y cristianos preexistentes.[10]
Desde que fuera encontrada en 1873 y publicada en 1883, la Didaché ha sido una fuente inagotable de estudios y, asimismo, objeto de numerosas controversias.[11] La principal de ellas atañe al tiempo de su composición. De ser cierta la datación más temprana que se ha propuesto, la Didaché podría ser la regla u ordenanza religiosa utilizada por algunas comunidades cristianas, más bien judeocristianas,[12] unas pocas décadas después de la muerte de Jesús de Nazaret. Según esta interpretación, la Didaché proveería[13] el retrato de unos cristianos primitivos, arcaicos en su liturgia y su eclesiología, que vivieron un tiempo de transición donde la forma de judeocristianismo que ellos profesaban fue desplazada por el cristianismo gentil o paganocristianismo iniciado en Antioquía. Si, por el contrario, esa datación se retrasase uno o dos siglos, como también se ha propuesto, la Didaché no sería más que un fraude tardío, urdido con fines particularistas[14] para dar una imagen tendenciosa[15] de la Iglesia primitiva. De cualquier modo, la posibilidad de que sea más antigua[16] que algunos libros del Nuevo Testamento ha hecho de ella una piedra miliar para comprender la evolución literaria y teológica del cristianismo de la primera centuria.
Las cuestiones que suscita la Didaché son variadas. Además de su datación, se ha estudiado su relación con otros escritos cristianos como el Evangelio de Mateo o la Epístola de Bernabé. También con oraciones[17] judías como el Kidush, la Amidá o el manual de disciplina de la comunidad esenia de Qumrán. El interés que despierta no es sólo literario sino también litúrgico pues la Didaché contiene las primeras instrucciones conocidas para la celebración del Bautismo y la Eucaristía cristianos, así como una de las tres redacciones originales que han pervivido de la oración del Padre Nuestro.[18] Si se consideran las diversas traducciones de la obra, la dispersión geográfica de los fragmentos encontrados[19] y la lista de obras posteriores que dependen de ella, la Didaché debió ser muy conocida[20] en los primeros siglos. Al igual que otras obras de la literatura cristiana estuvo tiempo rondando[21] el canon bíblico antes de ser finalmente descartada. Actualmente se la incluye dentro del heterogéneo grupo de escritos de los llamados Padres Apostólicos,[22] de los cuales puede ser el escrito más antiguo[23] y, sin lugar a dudas, el más importante.
La preparación descrita en la sección moral puede interpretarse como una iniciación, en sentido antropológico. Mircea Eliade entendía la iniciación como un conjunto de ritos y enseñanzas orales cuyo propósito era producir una alteración decisiva en el estatus social y religioso del iniciando.107 En una primera fase, el individuo era separado de su entorno a través de una alteración de sus condiciones espaciales (aislamiento), temporales (vigilias) o alimentarias (ayunos). Durante ese tiempo el individuo se encontraba en un limbo liminal donde quedaban en suspenso las reglas anteriores de su vida sin que las nuevas hubiesen adquirido aún vigencia. Llegado el tiempo, el individuo era reintroducido en su ambiente a través de una ceremonia de reconocimiento, habiéndose producido en el ínterin una transformación de su estatus. A veces, el rito de iniciación no pretendía reintroducir al iniciando en su medio original sino consolidar su extracción y prepararlo para su ingreso en un medio nuevo. Tal era el caso de la Didaché. El pagano era extraído de su medio religioso habitual y, después de un tiempo de prueba, era presentado a la comunidad. La preparación culminaba en la ceremonia del bautismo o iluminación.108 Con el bautismo comenzaba su vida como cristiano.
El bautismo
El bautismo era una práctica central en el cristianismo primitivo y su huella puede encontrarse en toda la literatura cristiana de la época. Su importancia es destacada por todos los evangelistas, que relatan el Bautismo de Jesús de Nazaret en el Río Jordán. Los Hechos de los apóstoles ofrecen relatos de bautismos, mediante los cuales gente diversa como Cornelio el centurión o el Eunuco etíope se convierten al cristianismo. La práctica del bautismo está atestigüada también por las cartas de Pablo de Tarso:
También bauticé a la casa de Estéfana… (1 Cor 1,16).
La Didaché, sin embargo, es el primer texto conocido que ofrece instrucciones concretas para su celebración. En este sentido es un documento clave109 para estudiar los orígenes110 de la liturgia cristiana. A diferencia del bautismo vigente hoy, aquél era un bautismo para adultos. Antes de la ceremonia, se prescribía un ayuno de uno o dos días para el bautizando y el que bautizaba (Did 7,4). Llegado el día debía buscarse un lugar con agua viva (Did 7,2)111 porque el bautismo se realizaba por inmersión, es decir, el bautizando sufría una inmersión total en el agua durante la ceremonia. La celebración del bautismo debía entrañar cierta dificultad en las estaciones invernales por la propia gelidez de las aguas. De ahí, tal vez, la recomendación ulterior. Si no puedes utilizar agua fría, utiliza agua caliente (Did 7,3).112 Sólo excepcionalmente se permitía la afusión:
Si no tenéis nada es esto, derramad tres veces agua sobre la cabeza… (Did 7,3).
Un siglo después, hacia el año 150, Justino Mártir se refería al bautismo en términos parecidos. Había un ayuno previo, un acto de arrepentimiento, de perdón, y una declaración de compromiso tras la cual: …los conducimos a un paraje con agua donde se regeneran de la misma forma que nosotros fuimos regenerados (Apol I, 61).113 Sin embargo, el bautismo de la comunidad didaquista no hacía hincapié en el arrepentimiento y el perdón de los pecados sino en la purificación114 por el agua (Did 7,2-3). Tampoco hay huella de la concepción paulina que relaciona el bautismo con la muerte115 de Jesús de Nazaret:
...hemos sido bautizados para participar en su muerte (Rom 6,3).
La dependencia con el Evangelio de Mateo aparece atestiguada en
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