Dios Habla Con La Cruz Y En La Cruz

DIOS HABLA CON LA CRUZ Y EN LA CRUZ

“Esta cruz es muy pesada para mí… Señor, ¿Te importa que la recorte un poquito?

Y siguió su camino….pero, se paró de nuevo y le dijo a Dios “Sigue pesada, cortaré un trocito más”

Ahora sí, qué bien iba con su cruz al hombro, y mirando de reojo y con superioridad a todos aquellos tontos que cargaban con su cruz entera por no haber utilizado la cabeza como lo había hecho él. Pero su sonrisa se esfumó cuando vio el foso que debía atravesar usando el madero como puente. Todos lo hicieron; pero para él fue imposible.”

Es un sencillo relato que muchos conocemos y que nos enfrenta al más grande misterio de amor que Cristo trae a la humanidad. Si para los judíos una cruz fue vergüenza y para los griegos, una tontera; para nosotros es el mejor símbolo de victoria y salvación, la más clara expresión de cercanía y entrega del amor ilimitado de Dios a nosotros, sus hijos.

Son muchas y diferentes cruces que llevamos día a día, cada cual tiene la suya; sólo aceptaremos el peso de ellas; reconociéndonos hijos verdaderos de Dios. Si el Señor me ama por ser su hijo y yo sé que me ama, ya no siento temor de cargarla, ya no quiero recortarla; quiero atravesar el abismo, las dificultades y toda mi vida toda, uniendo mi cruz al bendito madero.

Como madres y mujeres valientes, en medio de las cotidianeidades de hoy, hablemos a María de nuestras cosas, quien mejor que ella puede entenderlas, puesto que ella estaba allí, y sabe cómo se debe estar cerca de la Cruz.

Si nuestro camino espiritual ha ido madurando a la luz del evangelio, ya no podemos huir, sino asumir con cariño nuestra cruz y pedir la gracia de entenderla y amarla. Dios habla con la cruz y en la cruz.

¡Feliz Pascua de Resurrección¡

Edith Astigueta

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